Guayaquil: Demora en la ampliación de la Carlos Julio Arosemena
En marzo, el Municipio anunció el inicio de los trabajos. El Cabildo no respondió por qué una obra de 120 días no se ha terminado en ocho meses
Hay molestias duplicadas para conductores y peatones por la obra incompleta en la avenida Carlos Julio Arosemena. La ampliación de 370 metros en el carril del lado oeste de la vía se debió terminar en 120 días laborales, después de que se iniciara en marzo pasado; pero ya van ocho meses de una obra en la que, en horas de trabajo, se ve a los albañiles descansando.
“Es de reírse para no enojarse, cada vez que veo el letrero de la obra que dice que en 120 días se culminaba la ampliación. Empezaron en marzo, ya estamos noviembre y se ve que todavía les falta”, opinó Orlando Carrasco, conductor de un expreso empresarial que circula a diario por allí.
En efecto, hasta los documentos publicados en el Servicio Nacional de Contratación Pública indicaron que la ampliación se realizaría en cuatro meses, pero ya van ocho y no terminan.
Este Diario preguntó al Municipio de Guayaquil, mediante un correo enviado al departamento de Comunicación, por qué hay atraso en la entrega de la obra y cuándo se estima que se va a entregar la construcción. Pero hasta el cierre de esta edición no llegaron las respuestas.
La ampliación fue anunciada el 8 de marzo de este año, mediante un boletín que en esos días fue publicado en EXPRESO y allí se indicó que los trabajos empezarían al día siguiente.
Esa vez el Cabildo explicó que atendiendo la solicitud de los habitantes se ampliaría la vía desde el colegio 28 de Mayo hasta el inicio del puente sobre la avenida Las Monjas. El fin era ganar un carril de circulación para los vehículos, ya que en este punto ruedan alrededor de 2.945 carros por hora y se incrementa un 70 % en las primeras horas de la mañana y por la tarde cuando son las horas pico.
La demora de entregar la obra nos afecta; avanzar cerca de 400 metros lleva dos minutos, en horas pico son unos 20 minutos.
Mediante otro boletín, el 11 de abril, el Municipio manifestó que hasta esa fecha llevaban un avance de la obra de un 16,64 %.
Para los ciudadanos no hay justificación para tanta demora en un tramo tan corto, y existe preocupación por el problema de tráfico que se podría formar si hasta finales de noviembre, fecha en que se iniciaría el retorno a clases presenciales, los trabajos no han concluido en los alrededores del colegio 28 de Mayo.
“La ministra de Educación anunció que empezarán las clases presenciales en unos 20 días. Esto a la hora que salen los alumnos será terrible el tráfico, si es que hasta ese entonces no se ha culminado la ampliación de la avenida”, indicó León García, taxista, quien con frecuencia circula por este sector del norte de la urbe.
Toda obra genera molestias temporales, pero esta ya está demasiado demorada.
El suplicio no solo lo experimentan los conductores de los vehículos, sino también los ciclistas y peatones por el peligro que conlleva moverse tan cerca de los autos. “Es difícil caminar por la acera que está llena de piedras y si uno se baja a la vía puede ser atropellado. Urge que el Municipio agilice los trabajos e inaugure la obra”, señaló Santiago Orrala, comerciante que con frecuencia camina por la zona.
Un equipo de este Diario estuvo en la zona y confirmó que es complicado para una persona caminar entre tantas piedras; la otra opción es movilizarse por la acera de al frente, pero esta todavía no ha pasado por la regeneración.
Hay tramos donde no hay espacio para caminar y en otro trecho hay desniveles entre la vía y la acera. Así que es imposible que una persona circule por allí en silla de ruedas o una mamá lleve a su niño en un coche.
En forma general, las personas están dispuestas a vivir molestias por una obra; “pero no estamos dispuestos a que el tiempo de la molestia se duplique como ha pasado aquí”, destacó Gino Muñoz, mecánico.
La espera desespera y más cuando no hay explicaciones como ocurre en este caso.
