El dengue sigue avanzando
En dos meses, los casos pasaron de 1.000 a 2.500 en la Zona 8. Guayaquil es la ciudad más afectada. El coronavirus evitó que se hagan algunos controles
Las cifras reflejan un panorama incluso más preocupante que al de marzo pasado, cuando, como lo publicó EXPRESO, hasta entonces -en lo que iba del año- en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) se registraban 1.090 casos de dengue. Hoy, dos meses más tarde, estos alcanzan ya los 2.500.
Casos de dengue, zika y otras enfermedades por mosquitos crecerán hasta 4,4% hasta 2050
Leer másEn la Zona 8 (Guayaquil, Durán, Samborondón) hay un incremento del 1.000 % de casos de dengue en relación al mismo periodo en 2019.
— Diario Expreso (@Expresoec) March 24, 2020
Guayaquil registra la cifra más alta con 1.983 casos, seguida de Durán con 425. Y a decir de los epidemiólogos consultados, son varios los factores que inciden en ese repunte que en relación al mismo periodo de 2019 se ha quintuplicado y ha provocado la muerte de dos pacientes (en febrero). Un habitante de Durán y otro de Buena Fe (Quevedo), que fue trasladado a la ciudad para ser atendido.
A decir del epidemiólogo del Ministerio de Salud Pública (MSP), Luis Rodríguez, el repunte responde al comportamiento cíclico de la enfermedad: cada tres o cuatro años, sobre todo en América Latina, el dengue registra picos muy altos; y a las dificultades que el personal de Salud tuvo para fumigar en el interior de los hogares, donde viven las hembras del Aedes aegypti (el vector causante del dengue), debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
- En América. El Aedes aegypti está ampliamente distribuido en todo el territorio, solo Canadá y Chile continental están libres de dengue y del vector, según la OPS.
Luis Triviño: “El COVID-19 tiene opacada a toda la sanidad pública en el país”
Leer másRodríguez, quien reconoce que el MSP anticipaba que el 2020 sería una año “epidémico”, aunque no esperaba que los casos serían tantos; precisa que los controles en el interior de los domicilios no pudieron ejecutarse para no poner en riesgo a las familias, ni a su personal, que incluso -en números- se redujo porque decenas resultaron afectados con el virus. “Tuvimos una disminución en los controles y ese factor pudo haber repercutido en las estadísticas”, manifiesta.
El epidemiólogo y especialista en Salud Pública, Luis Triviño, exdirector del desaparecido Servicio Nacional de Erradicación de Malaria (SNEM), concuerda con él, pero suma a la lista de factores desencadenantes, que las familias no tengan aún acceso a servicios básicos, como el agua (lo que facilita la aparición de criaderos de mosquitos, al estar el líquido almacenado en recipientes); y que Salud no esté realizando los trabajos que antes desde el SNEM se hacían.
Estamos trabajando en muchas campañas para evitar la propagación, la enfermedad está controlada. Sin embargo todavía hay lluvias que se registran y ese podría ser un factor para que haya proliferación de criaderos. Estamos atentos a ese escenario.
Hace 15 años, recuerda, Guayaquil tenía un aproximado de 700.000 tanques bajos, que son los se utilizaban (y usan) para guardar el agua, y en todos se hacía abatización. “Eso, con o sin pandemia, ya no se hace. Si esa entidad existiera, se hubiesen podido frenar los casos porque además se habría analizado si el insecticida que se aplica para eliminar el vector es el adecuado”, argumenta, haciendo hincapié en que en la Zona 8 hay un subregistro de casos de dengue.
“Son muchísimos más los contagiados. Lo que pasa es que ahora todo lo están encajonando como coronavirus porque el diagnóstico es similar y ese es un problema gravísimo. De allí que las familias simplemente hacen la cuarentena y dejan que los síntomas desaparezcan, y que Salud solo compra pruebas rápidas de COVID y no los reactivos necesarios para detectar más el dengue, que es lo que ahora más que nunca necesitamos”.
¿Cuáles son las diferencias entre dengue y coronavirus? https://t.co/XbVIVWVcp3
— Gary Field ¯\_(ツ)_/¯ (@GaryField4) March 30, 2020
Para evitar estos episodios, las investigaciones de campo y entomológicas deben volver. Solo así sabremos cómo se comporta, dónde está y en qué cantidades el vector. Eso nos permitir actuar.
Coronavirus: Moradores del suroeste de Guayaquil piden aumentar fumigaciones
Leer másY si bien no es la primera vez que la zonal reporta cifras así de altas (en el 2015 hubo 2.774 pacientes contagiados en los primeros seis meses del año), a decir de Triviño, de no incrementarse ahora las campañas de fumigación, habrá una crisis mayor y más muertes. “Si la persona se automedica o si a esta le da 2 de los 4 tipos de dengues circulantes, puede desarrollar un dengue de tipo grave (conocido como hemorrágico), incrementando así el riesgo a morir”, explica. En la Zona 8, del total de casos, 21 están en esa categoría.
Para Rodríguez, quien asegura que la enfermedad en estas últimas semanas ha sido controlada y discrepa con Triviño al precisar que Salud continúa realizando las mismas acciones que hacía el SNEM (el servicio de Malaria simplemente cambió de nombre, sentencia), la fumigación no lo es todo. Hace énfasis en el aporte que debe tener la comunidad, respecto a la prevención, ya que a su juicio, no hay país que pueda sustentar los costos de estar solo fumigando.
hay ahora en el país; 2.945 en Guayas, incluida la Zona 8; y 2.228 en Manabí.
“Eso ayuda y lo estamos haciendo, pero la participación de la comunidad es vital, pues de lo contrario habrá solo gastos, no un cambio real, a conciencia”, piensa.
Valentina Vinueza, habitante de la ciudadela Urbanor, y Estela Cruz, de Samanes, están de acuerdo en ello, pero exigen que las fumigaciones no paren. Vinueza relata que en su vecindario al menos en los dos últimos años ese tipo de labores no se hayan aplicado. “A los brigadistas de Salud no los he visto dentro, ni fuera de las casas. Y eso que aquí hay monte y agua estancada por todos lados”, se queja. En Samanes y en Mucho Lote 1, donde los mosquitos, según manifiestan los residentes, proliferan en las zanjas y canales de aguas lluvias que ahí se encuentran, “los trabajos también han sido nulos”.
La maleza se desborda tras el confinamiento
Leer másFrente a este escenario, el epidemiólogo Mario Paredes sugiere que la comunidad colabore, que el MSP destine más sus recursos a labores de desinfección y abatización, y que el Gobierno recupere el SNEM.
Hay que ponerle mucha más atención al dengue. Un diagnóstico erróneo, la automedicación puede dar cabida a un dengue complicado. Y con ello el paciente morir. Esto no es un juego.
“Necesitamos de ese espacio. No sé si Salud, dejándose ya de tantas cosas, pueda reestructurar el servicio de control de enfermedades vectoriales, que es vital. Si lo hace desde cero, solo recomiendo que lo haga bien, evitando sobre todo la corrupción”, sentenció.