“Es deporte extremo bajar del puente de Daule a la principal”
Conductores exponen dificultad para cambiar de carril o entrar a predios de La Joya. Un rompevelocidad o más agentes de tránsito sugieren como solución
El nuevo puente de La Joya, en Daule, llevó alivio al tráfico diario del sector, pero también dificultad a quienes buscan tomar la avenida León Febres Cordero. La situación se ha vuelto un martirio al salir de esta vía a la arteria principal o incluso ingresar a los centros comerciales que se encuentran a la bajada de esa estructura.
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Leer másCiudadanos señalan que el poco espacio que existe entre estas dos vías es lo que complica la salida a la principal o el ingreso a los predios. Incluso, la zona de seguridad destinada a los peatones para su cruce de un sentido de la calle a otro es invadida por conductores que lo ven como alternativa para cambiar de carril en ese tramo. Los automovilistas destacan que entre las causas que generan esta situación es el irrespeto vehicular. Hay quienes han llegado a catalogarlo como ‘un deporte extremo’ salir de esa bajada.
Desde la inauguración del paso vehicular, en octubre del 2020, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) ha reportado 17 siniestros y 9 heridos en esta zona.
“Nadie te da espacio para salir a la León Febres Cordero. Ya parece que fuera deporte extremo bajar del puente a la principal”, comenta Daniel Martínez, quien no usa de forma frecuente esta estructura para salir a la arteria principal de Daule, pero las pocas ocasiones que lo ha hecho le ha dejado una mala experiencia.
Carolina Guerrero, residente de la zona, menciona que visita de forma frecuente River Plaza y para asistir al salón de belleza del predio usa las dos vías, bajando del puente o cruzando desde la carretera.
Cambiarse al carril principal es complicado, todos van rápido y nadie se detiene para ceder el paso. Hay semáforo ahora, pero se necesita más agentes de tránsito.
“Ir en carro solo a este lugar, que me queda cerca, cada ida significa que debo rogar a los demás conductores que bajan que me dejen pasar, y toca también pelearme con el resto porque te lanzan el carro. Como todos van rápido y nadie quiere parar solo me queda el miedo que haya un choque en el área”, piensa Guerrero.
“Ni en carro ni a pie te dejan pasar”, sintetiza el morador Martín Jiménez. Si bien, su problema no es entrar a alguno de los establecimientos frente a La Joya, o bajar del puente a la vía principal; cruzar esa parte de la vía para tomar un transporte público se vuelve también peligroso. Según dice, por más que se colocó un semáforo, los carros van tan rápido que no permiten a los peatones acercarse a los buses que están recogiendo pasajeros.
El cruce a las plazas comerciales, al lado del puente, es complicado, antes venía desde la principal y ya; pero los carros que bajan del puente complican la entrada.
Los propietarios o comerciantes de predios como Plaza Loreto también muestran su afectación. El gerente de estas instalaciones, Alfredo Donoso, señala que la pandemia le quitó gran parte de su clientela y locales que alquilaba, pero con la construcción del puente se hizo imposible el ingreso de la clientela y quienes le alquilaban.
“La pandemia me golpeó, pero el puente terminó de matarme. Ahora, de los 15 locales que tengo, solo uno tengo que alquilan”, afirma.
Añade que le ha pedido al Municipio de Daule en reiteradas ocasiones por una solución, pues para él, las ventajas del puente han sido contrarrestadas con todas las dificultadas de ingreso que le ha dejado la construcción de esta estructura.
La pandemia bajó la clientela del predio, hasta se fueron unos locales, pero ahora quedé solo con un local en uso porque ahora la entrada a mi predio es imposible.
Ante esta necesidad ciudadana, EXPRESO se comunicó con el Municipio de Daule y la CTE para conocer qué soluciones viales se pueden ofrecer para disminuir el malestar de los conductores de la zona. Hasta el cierre de esta edición, las mencionadas entidades no se pronunciaron.
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Leer másEl planificador urbano, Luis Alfonso Saltos, explica que este malestar se genera por la mala planificación de las autoridades.
“El puente cumple su función de ofrecer una conexión rápida desde La Aurora hasta Guayaquil, pero no hubo una planificación para el ingreso de los predios que se encuentran al pie del puente”, señala el experto.
Antes de edificar ese tipo de estructura, explica, se tuvo que realizar la construcción de un carril de servicio para fácil acceso a estos predios y urbanizaciones colindantes.
Como una posible solución ante el tráfico vehicular que presenta la zona, recomienda que se instalen rompevelocidades y radares en el puente y debajo del mismo para alertar a los conductores y así puedan reducir la velocidad con la que transitan.
Medora Erazo, quien trabaja en la zona, espera que llegue una pronta solución. Ella también debe bajar desde el puente a la León Febres Cordero, pero dice que los carros que van por la principal van rápido y no dan espacio para aquellos vehículos que bajan del puente. “Toca sacar medio cuerpo para ver bien los carros y esperar hasta que un carro tenga la decencia de parar o bajar la velocidad para salir, porque vienen como si fueran un cohete, aunque por ahí también cruce gente”, asegura Erazo, quien ha experimentado la situación también como peatón para llegar a los edificios ubicados frente a La Joya. Lo describe como otro martirio.