Descubriendo al barrio con La Navidad
Las posadas, el juego del amigo secreto y los coros de villancicos, entre las actividades que fortalecen la convivencia del vecindario
“La Navidad nos ha vuelto a juntar como barrio. Hemos aprendido a perdonar algunas cosas, hemos dejado atrás los errores, y la convivencia puertas adentro se ha fortalecido. La Navidad nos ha ayudado como barrio. Bienvenido diciembre y bienvenido para siempre”, dice Martín Castro, residente de la ciudadela Villamil, en el sur, donde por primera vez los vecinos se juntaron para celebrar las posadas.
En este lugar, así como otros tantos de Guayaquil, en este 2022 se realizaron una serie de actividades inéditas que, explican ahora, les han permitido no solo engordar su lista de amigos, sino que también los han empujado a trazarse nuevas metas en pro de su comunidad.
Beber chocolate caliente, armar un gran pesebre comunal o jugar al amigo secreto fueron apenas algunas de las actividades que los ayudaron a cumplir sus objetivos. “Es la primera vez que nos animamos a jugar al amigo secreto y he conocido a algunos de los que solo había oído su nombre. Ahora la familia ha crecido”, cuenta entre risas Castro.
La Navidad consolida la amistad y solidaridad
Leer más“Definitivamente son dinámicas que hacen que convivamos más y nos conozcamos, que redescubramos incluso el entorno. Me enteré de que una de mis vecinas hace galletas y son deliciosas. Ahora soy su más fiel cliente. Sin este juego jamás me habría enterado de ello”, añade el residente.
Milena Villacís, de la manzana G, confiesa haberse sentido emocionada al ver cómo el barrio se unió. “La noche que entregamos los regalos hicimos una reunión, bailamos, comimos pan de pascua. Ahora nos hemos planteado hacer más reuniones, por el Día de la Amistad, por el Día del Padre, de la Madre, del Niño... Vamos a buscar todas las fiestas para vivir en comunidad”.
En la ciudadela Ietel, de igual forma, las familias se juntaron para armar un árbol de Navidad. “Desde noviembre nos organizamos para en los primeros días de diciembre armar un colorido árbol, y así lo hicimos. La pasamos genial y al final compartimos todos un relleno que una vecina nos preparó”, relata Rosa Miño, quien espera que esta unidad que se consiguió en esta época del año se mantenga y se fortalezca.
“Ojalá que la Navidad haya sido ese lazo. En este barrio vivimos muchas personas mayores y con esto aprendimos que nos necesitamos los unos a los otros. Los jóvenes participaron en todo. Y eso me encanta porque las nuevas generaciones dijeron presente y es lo que necesitamos, lo que requiere el vecindario”, reflexiona.
La Navidad no tiene fronteras
Leer másEn Álamos Norte, ciudadela aledaña a la décima etapa de la Alborada, ocho familias se juntaron para hacer posadas, pero también para cocinar galletas. “Nuestros hijos hablaban y hablaban de las tradiciones que uno ve en estas fechas en las películas navideñas. Nos atrevimos a hacerlas y sí que fue divertido. Lo que más me gustó es que los niños hicieron un grupo fenomenal. Ahora pasan de casa en casa y eso no hacían antes. Me recordó mi niñez en el Centenario, donde viví. Tardes de películas, para andar en bicicleta o hasta pijamadas. Redescubrimos algo que pensamos que se había perdido: las ganas de ser barrio y vivir como tal”, manifiesta Fanny Escandón, quien habita en El Portón del Álamo.
En el cerro Santa Ana, donde los habitantes de por sí tienen una comunidad ya consolidada, por primera ocasión los niños armaron un coro de villancicos que alegró las noches en el vecindario. “Fue tan especial este diciembre. Mi hijo casi no salía porque no conocía a nadie. Ahora es distinto, tras cada ensayo y presentación la lista de amigos se agranda y las visitas de ellos a casa se han vuelto cotidianas”.
Este año volvimos con las posadas que se habían dejado de hacer por la pandemia. Esto hace que el barrio se una y fortalezca
En la urbanización San Felipe, ubicada también en el norte del Puerto Principal, Ana María Garcés organizó un concurso de pintura, cuyos artistas fueron los residentes de entre 6 y 12 años de algunas etapas de la ciudadela. “Fue maravilloso, lo hicimos solo para probar. Hubo tal química que para el Día de la Amistad haremos una obra de teatro con los pequeños. Los grandes queremos hacer una fiesta. No puedo estar más feliz. Sueño con que San Felipe se vuelva una sola comunidad en la que todos conozcamos a todos. Este 2022 fue el inicio. Estoy tan agradecida”.
La unión del barrio se recupera con estas festividades. Este año hicimos posadas, pesebres vivientes y cantamos villancicos
En la ciudadela La Puntilla (Samborondón), donde tradicionalmente se vienen organizando reuniones de este tipo, se multiplicó la asistencia de vecinos para la gran fiesta y los desfiles alusivos a la fecha. “Este diciembre pudimos ver más que nunca los efectos de la constancia. Fuimos una sola gran familia. Las muestras de afecto hoy sobrarán, que es lo más importante en esta Navidad”, comenta Fernando Huamán, presidente del comité promejoras.
Junto con todo el vecindario logramos hacer una gran fiesta para los más pequeños. Es importante compartir en familia.