El desgaste de la historia
Monumentos de bronce y estatuas que marcan la historia de Guayaquil se deterioran, están garabateadas o con basura. La ciudadanía reclama cuidados
Guayaquil tiene su historia marcada no solo en los libros y la memoria de los guayaquileños e historiadores, está marcada también en sus monumentos, esculturas y piezas claves que resaltan la actividad marítima en esta ciudad. Sin embargo, no todas se encuentran en buen estado. La falta de mantenimiento y cuidado, sumado a la indisciplina ciudadana, las han desgastado. La historia de Guayaquil, advierten los ciudadanos, se está deteriorando.
La dura carrera del trailero
Leer másEn un recorrido por el Puerto Principal, EXPRESO visitó algunos de los espacios donde se encuentran estas obras y constató la problemática. En el Museo Naval ‘Fortín del Cerro Santa Ana’, construido en el 2002 e inaugurado un año más tarde, por ejemplo es visible el desgaste en la pintura y la madera de la representación de la proa de un barco construido en los astilleros navales de Guayaquil; y en algunos de los cañones que formaban parte del armamento utilizado en los siglos XVI y XVIII para la defensa de los guayaquileños.
De hecho, algunas de estas piezas sirven hasta de depósitos de basura. Al interior de los tubos hay botellas, fundas plásticas y de comida, y uno que otro trozo de cemento.
Laura Mejía, guayaquileña que ha decidido llegar hasta el escalón de Las Peñas, donde se encuentra este museo al aire libre, es testigo de esta realidad lamentable. “Después de tres largos años he subido hasta este sitio que, aunque todavía bonito, luce descuidado. Podría ser mejor, aquí está la huella y el recordatorio de que nuestra ciudad fue atacada por piratas y salió libre y se levantó. Las autoridades deberían prestarle más atención, vigilarla más... Pero la gente, somos nosotros quienes no deberíamos ser parte del daño, y sí, lo estamos siendo”, señaló.
Este Diario consultó al Municipio sobre el monitoreo que le dan a este espacio, y señaló que hasta octubre pasado el lugar estaba bajo la responsabilidad de la Armada del Ecuador. Ahora pasó a ser parte de la Fundación Siglo XXI, pero debido al tiempo que toma el proceso de adjudicación para contar con el contrato del Servicio de Mantenimiento y Reparación, señaló su gerente, Xavier Álvarez; han procedido recién a ejecutar los trabajos.
Sobre quien custodia que las paredes del mirador ubicado frente a Ecuavisa, en el cerro del Carmen, estén grafiteadas y con los escalones de su pequeña escalera rotos, Álvarez justificó que corresponden a una edificación particular donde antes funcionaba una Unidad de Policía Comunitaria. “No es competencia de Siglo XXI”, dijo. Pero en el lugar a los visitantes también les preocupa la falta de sombra.
Y es que allí, donde también hay cañones, hay seis bancas en las que resulta imposible sentarse, ante la falta de árboles o pérgolas que hagan más amigable la visita. “De aquí puedo ver La Perla, nuestro hermoso río, puedo ver el mismo malecón, imponentes edificios; pero todo debo verlo rápido. No hay manera de sentarse a descansar y contemplar a Guayaquil por más de cinco minutos”, señaló Camelia Santos, manabita que había hecho una parada en este balcón, previo a dirigirse a Puerto Santa Ana.
Pero la erosión no es parte solo de las piezas ubicadas en este sector de la urbe. En las calles Pedro Gual y Fortunato Safadi, el busto en bronce del héroe guayaquileño teniente Hugo Ortiz Garcés es inexistente. Solo está su pedestal y una desgastada placa, que solo es posible identificarla, acercándose a ella para leer las blanquinosas letras; mientras que en la avenida Del Periodista, cerca del Policentro, la reseña del rótulo del busto del poeta y periodista Francisco Pérez Febres Cordero apenas puede leerse. Casi todas las letras se han borrado.
A Agustín Carrillo, quien vive en el sector, le preocupa el escenario. “El Puerto Principal podría fortalecer y explotar el turismo a través de sus esculturas, tal como pasa en otros países”, advierte.
Hay bienes que pasan desapercibidos, se queja. Y en ello coincide el líder del barrio Garay, Xavier Zurita, al hacer hincapié en el estado en el que se encuentra una enorme hélice, ubicada en las calles Leonidas Plaza, entre 10 de Agosto y Clemente Ballén. “Los fierros están podridos, todo deteriorado. Que esté grafiteada la obra es lamentable. La falta de iluminación incide en esto, en que quienes no quieren al barrio o no son de aquí y no quieren a la ciudad afecten nuestro entorno a este grado”, señaló.