Al centro de Guayaquil hay que devolverle su tradición arquitectónica
Dos arquitectas de la UEES destacaron la movilización y sustentabilidad en favor del peatón y rescatar el concepto de las casas del Guayaquil antiguo
Gabriela Lebed (29) e Isabela Escala (28) son dos arquitectas independientes que se graduaron en el 2018 en la UESS. El amor que sienten por su ciudad natal las llevó a inscribirse en el concurso de Diario EXPRESO para, a través de sus ideas, rescatar el corazón de Guayaquil.
Les tomó un mes desarrollar el proyecto, entre sus fases de elaboración, investigación, planteamiento de trabajo se basó en el Guayaquil antiguo y en rescatar la propuesta vernácula como su arquitectura, el piso tradicional, aprovechar mucho la naturaleza y el beneficio de las sombras.
“Lo vernáculo es lo tradicional de una ciudad, todo el concepto de las casas de ese Guayaquil antiguo, especialmente en el centro, los soportales que le dan sombra a los peatones. Queremos rescatarlo con ideas modernas y principios de sustentabilidad”, explicó Isabela, quien hace unos años ganó una mención honorífica en el concurso Repensando ciudades, de la Universidad Católica.
Para ambas arquitectas el tema de las sombras es un punto importante dentro de su proyecto, pues ayuda a mitigar el calor, lo cual va en beneficio del peatón. También entra el transporte para poder adaptar a la ciudad con formas de movilización más sustentables; que además de andar en bicicleta, el ciudadano camine, se movilice con tranquilidad.
“Fue un proyecto muy interesante poder devolverle a la ciudad estas ideas que nosotros estudiamos y que nos sirvieron para prepararnos como arquitectas.
A la ciudad también le falta explotar el turismo y las ganas de que sus habitantes salgan un fin de semana a caminar por el centro y que en algún momento digan que no quieren usar el carro para ir al trabajo y que lo harán en bicicleta.
Que puedan sentirse tranquilos, sacar al perro a pasear. Sentarse en una cafetería a tomar café y disfrutar del espacio público. El tema de la seguridad también es importante y debe implementarse.
Haber ganado el tercer premio en el concurso es para ambas un triunfo increíble, indica Isabela. “Fue un proyecto muy interesante poder devolverle a la ciudad estas ideas que nosotros estudiamos y que nos sirvieron para prepararnos como arquitectas. ¡Qué mejor que trabajar para nuestra ciudad! Es un logro muy grande y el dinero queremos invertirlo en estudios para seguir apoyando con ideas a Guayaquil, en la medida que podamos”.
