Un Día de la Madre atípico que triplicó el trabajo del servicio de comida a casa
Para evitar que se multipliquen los casos de coronavirus, este domingo 9 de mayo es toque de queda y los hijos enviaron los regalos con un delivery
El domingo 9 de mayo es un Día de la Madre atípico, no se ven a las familias reunidas celebrando como era común antes de que empiece la pandemia de la COVID-19. Las calles de Guayaquil lucen solitarias, los carros que circulan son de los mariachis y del servicio de mensajería que tienen el permiso de las autoridades para trabajar, en este día en que la movilidad está prohibida para evitar que aumenten los casos de coronavirus.
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Leer másDiario EXPRESO realizó un recorrido por la ciudad y la presencia de los encargados de entregar los regalos se destacaban ante el silencio que reinó en determinados sectores de la urbe, como en el Guasmo Central. En esta zona un mimo fue el encargado de llevarle el regalo a Flor Abarracín, que le enviaban sus hijos Coraima y Mario.
El mimo es Bryan Medina, quien contó a este Diario que para este día tiene que realizar siete entregas de regalo. "Doy gracias a Dios que hubo trabajo, aunque antes de la pandemia de la COVID-19 en un día como hoy tenía más de 18 entregas. Pero estos son días críticos, por lo tanto aunque me hubiera salido una entrega estaría agradecido; por la crisis económica golpea a todos por el coronavirus", señaló.
El servicio de entrega de comida a casa es el que más clientes tuvo. Pedro Ramírez, que trabaja como delivery dijo que en una hora había recibido 8 pedidos de alimentos listos para servir. Él, al igual que otros delivery, estuvo de acuerdo en que los pedidos de comida a domicilio se triplicaron. "Podríamos atender a más clientes en menor tiempo si es que en los restaurantes fueran más rápidos", destacó Ramírez.
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Leer másLos restaurantes optaron preparar los platillos en la medida que recibían los pedidos, no los tenían listos por temor a no poder vender todo. Los negocios de comida trabajaron a puerta cerrada, en especial los locales de los patios de comida de los centros de comida. Una escena que repitió en la calle principal de Urdesa, en la Víctor Emilio Estrada, se veían solo motos de delivery circulando y los restaurantes atendiendo con las puertas cerradas, por una pequeña puerta entregaban los pedidos.
Aunque no se vieron los restaurantes llenos de familias compartiendo un almuerzo no faltaron los mariachis. Una de las madres que recibió una serenata fue Greta Mendoza, de 84 años de edad. Ella tiene 8 hijos, 18 nietos y 10 bisnietos. Sentada en una silla de ruedas, Greta escuchó canciones entonadas por el mariachi Internacional Nueva Generación.
Pocos fueron los puestos que se instalaron en las esquinas para vender regalos, a diferencia de los otros años en que se los encontraba en cada cuadra. Pero la Policía Nacional se encargó de solicitarles que se retiren porque podían laborar solo con entrega a domicilio.
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Leer másNo obstante, Vanesa Cedeño, quien salió a pie a comprar un regalo a las 10:00, dijo que se debió pensar en que muchos hijos que trabajan no tuvieron el tiempo para adquirir el presente. "Es que cuando salía del trabajo ya estaba todo cerrado, además tenía el tiempo justo para llegar a casa antes de que empezara el toque de queda a las 20:00", agregó. Así que le pidió a la Policía Nacional que permita que Nancy Gualoto, termine de empacar el regalo que había escogido antes de retirarse de una esquina de la ciudadela Huancavilca, del sur de la urbe.
En vía Perimetral también se vieron pocos vendedores ambulantes que ofrecían globos y flores de plástico. Aunque esta vía también había operativos para asegurar que se cumpla con la restricción de movilidad. En forma general las familias optaron por respetar la norma, en la Metrovía no se vieron filas de pasajeros. Sin embargo, en las redes sociales varios vecinos en Sauces denunciaron a las autoridades que en ese sector había fiesta y aglomeración.