Celebrar sin pirotecnia es la nueva tendencia de empatía
Familias optan por costumbres más silenciosas en Año Nuevo. Comercios ofrecen alternativas sin ruido
Celebrar con pirotecnia es una costumbre añejada de más de 1.400 años, desde la invención de la pólvora en China. Relatos cuentan que en Ecuador desde inicios de los 1900 se hizo cultura el celebrar el fin de año quemando monigotes, pero es en la globalización de los años 2000 que se hace un llamado a concientizar que las explosiones no son motivo de júbilo para todos.
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En el hogar de Indira Mori, esta forma de celebrar tuvo que atenuarse por la empatía hacia el más pequeño del hogar. “Nos tocó hacer algunos cambios cuando fuimos padres, en especial hace 14 años, cuando nació nuestro último hijo, quien vino con una condición especial, ya que era muy sensible a los ruidos de la pirotecnia’’, le contó a EXPRESO, añadiendo que son percibidos por ciertos vecinos y allegados como ‘aburridos’, pero que la mayoría respeta su decisión.
Está comprobado científicamente que los estruendos de la pirotecnia generan sonidos de alta intensidad que suelen sobreestimular el sistema nervioso de personas con trastornos del neurodesarrollo, como autismo, síndrome de Down y demás. Esto genera episodios de ansiedad, pánico, estrés y un dolor que vuelve un calvario para ellos la fiesta de Año Nuevo.
En la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), por ejemplo, se contabilizan 974 niños con autismo inscritos en el sistema de educación pública. Ellos son parte de la población vulnerable a estos estruendos cada final de año.
En el hogar de Valeria Maldonado se acumulan las razones para omitir el uso de petardos. “En mi casa, todos tenemos problemas de salud que nos impiden disfrutar de esas cosas. Mi hermano tiene asperger, yo tengo rasgos de autismo, mi papá tiene problemas de audición. Además, tengo dos perritos’’, explicó, lamentando también que el ruido, pese a todo, es inevitable y por eso los 31 de diciembre se resumen en encerrarse en el cuarto y tomar gotas de valeriana para relajarse.
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El doctor Jorge Enrique Baquerizo, ilustrado en otorrinolaringología, remarcó que la quema de pirotecnia no solo tiene como peligro las siempre advertidas lesiones permanentes por explosión o daños sensoriales a los grupos vulnerables, sino algo más. ‘‘Causa irritaciones a nivel de oídos, ojos, garganta, por la ceniza y humo de años viejos y otros petardos. Como sociedad, deberíamos alejarnos de estas tradiciones, por lo dañinas que son a la salud. O en su defecto, hacerlas en espacios alejados y de forma controlada’’, sugirió Baquerizo
En redes sociales se evidencia el pedido popular de reflexionar sobre el uso de estos explosivos en Fin de Año; y debido a esta tendencia, el comercio también se adapta. Así lo hizo en la feria de pirotecnia del estadio Monumental la emprendedora Ashley Suárez. ‘‘Tenemos juegos que no explotan, sino que solo son luminosos. Los volcanes son los favoritos de la gente. A la ciudadanía le pedimos que nos visite, a pesar de que no le guste (la pirotecnia), pues sí tenemos productos para todos los gustos’’, dijo.
¡El uso de explosivos puede dejar secuelas permanentes! 😢
— Bomberos Guayaquil (@BomberosGYE) December 25, 2024
❌ Evita su uso por tu bien y el de los tuyos. #ConcienciaPorLaInocencia #NoALaPirotecnia pic.twitter.com/dtDFyhKItb
Alternativas en comercios
Pero no es suficiente con alternativas, considera Lina Ronquillo, quien paseaba junto a su nieto cerca de la feria. ‘‘Yo antes vivía por Sauces 4 y todos los años era un ruido insoportable. Le enseño a mis nietos que no jueguen con esas cosas por respeto a sus adultos mayores. Ya es tiempo de dejar atrás estas costumbres que no suman’’.
Para las mascotas hay otro escenario particular a tener en cuenta: extraviarse. En Guayaquil, en promedio, 276 perros y gatos son reportados como perdidos cada mes, según datos de la organización Rescate Animal (RA), que anualmente presenta un informe detallado sobre esta problemática. Organizaciones como esta hacen énfasis en que los 31 de diciembre los animales se estresan por los ruidos, más aún considerando su agudo sentido del oído (captan hasta 60.000 Hz). Por eso, invitan a las familias a adecuar espacios seguros para las mascotas en estas fiestas, donde puedan estar acompañados y relajados en medio de la algarabía del año entrante.