Las disputas por los parqueos en ciudadelas de Guayaquil afectan la convivencia

“Llego del trabajo a la casa para poder descansar y lo último que quiero hacer es discutir con alguien. Pero a veces, al llegar, encuentro que otra persona se ha parqueado en mi puesto”, expresó Manuel Torres, habitante de la manzana 103 de la ciudadela Sauces 2, en el norte.

Una de las constantes problemáticas que viven a diario los vecinos en diversas zonas del Puerto Principal es la disputa por puestos de estacionamiento.

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Si bien las vías públicas no son de propiedad privada y cualquier ciudadano puede estacionarse en el lugar que desee -si no infringe leyes de tránsito-, residentes de diversos sectores reclaman los espacios en los exteriores de sus viviendas para poder ubicar sus vehículos.

“Pero deben respetar que aquí vivo, aquí está mi casa y me corresponde poner el carro afuera”, insistió Torres, quien ha mantenido tropiezos con varios ciudadanos por este tema.

Sin avanzar muy lejos, el escenario se replica, por ejemplo, en la ciudadela Sauces 6. Entre la manzana 263 está ubicado un amplio parqueadero. Al llegar al sitio, llama la atención la presencia de pequeñas estructuras de fierro, utilizadas como separadores de parqueos y también para marcar distancias entre un vehículo y otro.

Yosdy Mármol salía este martes 3 de septiembre desde su vivienda en ese sector para dirigirse a una tienda cercana. Explicó que, desde hace varios años y durante las noches, un guardia custodia la zona y se encarga de vigilar los vehículos. En retribución, y como sucede en otras ciudadelas de la urbe, los residentes del sector le pagan cada mes por su labor.

Pero lamentó que, en ocasiones, ciudadanos que no pertenecen a esa manzana bloquean la entrada y salida a su vivienda.

“Para eso usamos los separadores, por los carros que obstaculizan. Mi esposo es soldador y a veces debe buscar a quienes se estacionaron aquí para que saquen su carro y poder meter materiales o los objetos que debe reparar”, explicó.

Problemas por estacionamientos con cangrejales de Sauces 6

El líder del comité barrial, Vicente Cabrera, remarcó otro problema. Los clientes de los cangrejales sobre la avenida Isidro Ayora colocan sus vehículos en el interior del parqueadero, dirigidos por quienes atienden en dichos establecimientos.

“Cada quincena o fin de mes no podemos ni entrar porque de los cangrejales traen a que su clientela se estacione aquí. Y entre los residentes que llegamos se forma un cuello de botella. Antes hasta se montaban en el parterre, pero una vez vino la ATM y fue multando a toditos”, manifestó el ciudadano.

Y justificó el uso de los obstáculos como conos y estructuras metálicas para “separar sus espacios de estacionamiento”.

Asimismo, Cabrera señaló que en las mañanas ingresan antisociales para robar accesorios de vehículos. El último hecho se registró hace dos semanas, cuando un sujeto intentó sustraerse el retrovisor de una camioneta. Uno de los vecinos alertó del suceso y el individuo huyó sin lograr su cometido.

El líder barrial explicó que, frente a estos hechos, han decidido instalar rejas en cuatro accesos peatonales, así como portones para el ingreso vehicular.

De completar el financiamiento, aspiran a que a fin de este mes estén listos los cerramientos, una vez que culmine la veda del cangrejo y los locales vuelvan a reactivarse.

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Siguiendo con el recorrido, a pocos metros, en Sauces 8 se evidenció otro hecho. En el parqueadero de las manzanas 488, 493 y 494, el ciudadano Jorge Villamil explicó que, en ocasiones, el lugar es intransitable por la cantidad de carros guardados.

“Como algunos residentes no le pagan al guardia, él hace entrar a gente que no vive aquí. Han tenido problemas algunos vecinos porque sus carros se quedan corchados y deben esperar a que llegue el dueño del carro mal estacionado para poder salir. Y son discusiones tremendas, casi llegan a los golpes”, sostuvo Villamil.

A lo largo de las diversas etapas de esta ciudadela norteña se observa que ciudadanos utilizan bloques de cementos o tachos para separar los parqueos.

En Sauces 1, sobre la avenida Agustín Freire, propietarios de locales comerciales, así como usuarios, estacionan sus vehículos en el carril destinado para las unidades del Sistema de Transporte Urbana (SITU).

Los buses deben recoger o dejar a los pasajeros prácticamente en la mitad de la calle, aunque también ese es un acto irresponsable de los choferes.

Para Geovanna Lucero, residente de Sauces 2, los niveles de inseguridad en Guayaquil propician a que los ciudadanos busquen mecanismos para mejorar la convivencia en sus sectores ante la desidia de las autoridades de turno.

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