Dudas y expectativas genera la nueva prueba Transformar
Muchos jóvenes desconocen en qué consiste la evaluación. Se capacitan para rendir el test. Abrigan la esperanza de que ahora sí obtendrán un cupo
El nuevo examen Transformar, que se tomará en la segunda semana de agosto para ingresar a la educación superior pública, ha originado dudas en los jóvenes quienes aseguran desconocer cómo se lo aplicará y qué contenidos abarcará.
Esta prueba reemplaza al Examen de Acceso a la Educación Superior (EAES) que se tomó hasta enero pasado y evaluaba conocimientos. El nuevo sistema medirá aptitudes verbales, numéricas, de atención, concentración y razonamiento lógico. Además, se habilitará un Test de Orientación Vocacional, que servirá a los estudiantes para tener una apreciación más clara de cuál es la carrera que más se apega a sus aptitudes y en la que podrían tener un mejor rendimiento. No se computará como parte del puntaje del test Transformar.
Y eso es todo lo que saben los jóvenes que rendirán esta evaluación que está dirigida a los bachilleres del régimen Sierra y Amazonía, pero que también les permitirá a los bachilleres rezagados de años anteriores aferrarse a un cupo para ingresar a la educación superior gratuita.
“Hace falta más información tomando en cuenta que estamos a un mes para que se realice el proceso”, manifestó Carlos Rodríguez (20), al señalar que en pruebas anteriores como la Ser Bachiller o EAES, por ejemplo, ya se contaba con un simulador oficial que permitía al estudiante ir familiarizándose con las mismas.
“También nos proporcionaban un banco de preguntas que, si bien es cierto no eran las mismas que contenía la prueba, nos daba la posibilidad de conocer algunos temarios incluidos en esta”, agrega.
Conocer que hay una nueva prueba para ingresar a la universidad me motivó a seguir intentando obtener un cupo. Me estoy preparando para tener un buen puntaje.
En los planteles se está dando charlas sobre lo que será la nueva prueba y se prepara a los chicos con dinámicas que puedan ayudarles a desarrollar las habilidades y destrezas.
Rodríguez se graduó de bachiller hace tres años en un colegio de Guayaquil y desde entonces ha rendido tres pruebas para ingresar a la universidad, y ha postulado en seis ocasiones para estudiar la carrera de Medicina, pero no ha obtenido el puntaje que le permita conseguir el cupo.
Quiero estudiar Enfermería y creo que esta vez sí lo voy a lograr porque la nueva prueba ya no tendrá preguntas complicadas ni abordará temas que en el colegio no hayamos conocido.
Todos los años, miles de bachilleres se quedan sin una plaza para seguir una carrera universitaria. La demanda de cupos (300.000) es mayor a la oferta (150.000).
Pero el joven no ha perdido las esperanzas y ahora se capacita para rendir una cuarta evaluación. Lo hace en talleres y cursos que, de manera presencial y online, brindan academias privadas donde ofrecen módulos que aseguran una buena preparación y la obtención de un excelente puntaje.
Voy a hacer un segundo intento por obtener un cupo para estudiar Ingeniería Civil. Abrigo la esperanza de que esta nueva prueba le permitirá a muchos jóvenes lograr sus objetivos.
En esos sitios hay decenas de jóvenes que, pese a no poseer muchos datos sobre Transformar, tienen grandes expectativas en torno a ella.
“Creo que no será tan complicada como las anteriores, ya que no se tomarán Física ni Biología; tampoco se abordarán contenidos que teníamos que memorizar, sin lograr el resultado que queríamos”, dice Ana León, quien desea hacer un nuevo intento para ver si logra el cupo para estudiar Ingeniería Eléctrica.
Lo mismo dijo Marcelo León (21), quien también rendirá la prueba. “Esperemos que los resultados sean mejores y que tengamos un acceso directo a la universidad para estudiar lo que queremos”, añadió.
En las academias privadas aseguran que preparan a los chicos en aptitud verbal donde se evalúan sinónimos, antónimos, analogías, frases incompletas, lectura comprensiva.
“En aptitud numérica evaluamos las habilidades, rapidez en el manejo de los números, así como la lógica para resolver problemas; mientras que en razonamiento abstracto se evalúa la capacidad de concebir, relacionar e imaginar figuras en el espacio”, menciona José Cisneros, director del preuniversitario Evolución, donde se preparan decenas de jóvenes.
El experto educativo, Camilo Cisneros, asegura que es precisamente en esta sección donde siempre les ha ido mal a los estudiantes que han participado en pruebas anteriores. “En el colegio no se le enseña a analizar y comprender lo que está aprendiendo. La modalidad en la educación es otra: aprender memorizando”, anota.
No obstante, Marcela Benítez, psicopedagoga, puntualiza que “cuanto antes se les enseñe a los estudiantes a pensar, cómo hacerlo y ponerlo en práctica, pronto podrán aplicar el pensamiento de manera tan natural como respirar o comer”.
