Durán: De 30 mil medidores de agua solo hay 6 mil y están de adorno
La falta de medición provoca desperdicio. Hoy Emapad recibe solo 40 centavos de cada dólar facturado. Arce sigue sin decir nada
La obra incompleta de los pozos no es la única que forma parte de las malas notas de la ahora asambleísta electa Alexandra Arce en su intento fallido de llevar agua a Durán, cuando fue alcaldesa.
Durán pagó $ 31 millones por agua que aún no llega
Leer másArce no solo suma $ 31 millones mal gastados. Tampoco es lo más grave que su contratista, Eseico, deba $ 18 millones a la nueva administración por incumplimiento, o que el Municipio de Dalton Narváez tenga que lidiar con las rupturas trimestrales y los miles y miles de dólares que cuestan las reparaciones.
Arce, quien aún no contesta a EXPRESO, dejó tan marcado a Durán, que la factura suma, además, perjuicios mensuales que van desde la imposibilidad de facturar el líquido hasta la imperiosa necesidad de poner en marcha un plan que cuatriplicará el costo del proyecto a al menos $ 120 millones.
El proyecto de Arce no solo debía aumentar la producción del Chobo a Durán. También tenía como objetivo distribuirla, a través de un control de pérdidas y contabilizar eso con 30 mil medidores. Otro gol en contra. Hay menos de 6.000 instalados y ninguno sirve, resume el director de la Empresa de Alcantarillado y Agua Potable de Durán (Emapad), Christian Mendoza.
Durán alza la voz en contra de los impuestos prediales
Leer másSe decidió terminar unilateralmente los contratos del proyecto, pero las repercusiones de los $ 31 millones serán mucho más graves, en números, que esa primera cifra.
Mendoza lo explica mejor. “Como no se instalaron los medidores, el usuario no sabe cuánto consume, desperdicia el recurso y Emapad no tiene una recaudación justa”.
Y sigue. La comunidad no logra asimilar la necesidad de la medición. El equipo ayudará a revertir este escenario. “Hoy, el índice que recaudación es apenas del 40 %. Esto es, por cada dólar facturado, se recauda apenas 40 centavos”. Eso sumado a que Durán opera con las tarifas de 2006, agrava el panorama aún más.
Ya ni con bomba llega el agua a algunos sectores de Durán
Leer másEl tema comercial impacta la sostenibilidad del servicio. Y Durán suma otro contra. De acuerdo a la ley, para que los medidores facturen es necesario que se regularice el estado del predio. Y en el cantón, más del 60 % de viviendas no es legal. Otros medidores han sido hurtados y los que están en predios legales no están terminados de instalar en la red a la que están conectados.
Cuando recién se instalaron, Arce, aún de alcaldesa, impuso un pago de 300 dólares por conexión. “Una aberración”, a decir del directivo de Emapag, pues esos medidores fueron financiados con valores no reembolsables. “El usuario solo tenía que pagar el derecho de abastecimiento. Es decir, $ 120 de esos $ 300.
El más grave impacto es el económico. Emapad pierde mensualmente hasta 70 mil dólares en facturación por no terminar ese proyecto. Eso se suma a que cada una de las 18 reparaciones que han debido hacer post-Arce ronda entre 40 mil y 80 mil dólares, y que se ha hecho una cada tres o cuatro meses. Un impacto directo al presupuesto. “Es prácticamente repagar el proyecto”.
Durán: Tanques de agua y medidores derretidos en Brisas de Santay
Leer másY mientras el Municipio intenta, literalmente, abrir el grifo y apagar la sed del cantón, hay hogares que lidian todos los días porque el agua simplemente no llega y porque el servicio de tanqueros es insuficiente. A ese grupo pertenecen los habitantes de la ciudadela Maldonado y la cooperativa 18 de Abril, a quienes también ha golpeado esta crisis.
Omar Benavides dirige a un grupo de vecinos en esa zona y en días anteriores organizó un plantón en los bajos del Cabildo. Las últimas tres semanas, la falta de abastecimiento se salió de control en ese sector.
Ni a él, ni a ninguna de las familias firmantes de un enunciado en donde exigen la normalización del servicio, le importa quién tenga la culpa de que no haya agua. Tampoco les sirve saber por qué no hay. Lo que quieren es dejar de salir corriendo detrás de un tanquero, dejar de calcular las únicas dos horas, tres días a la semana para prender la bomba, dejar de pagar en energía lo que conlleva esa rutina. Lo que quieren, resume este vecino, es, simplemente, tener agua.
La Maldonado no descarta llegar a Defensoría con su denuncia, porque la economía también los golpea. “Pagamos una planilla de seis dólares al mes. Es un valor fijo; pero puede multiplicarse por cuarenta. “Sesenta dólares en una semana he pagado en tanquero a veces. ¿Usted cree que eso es justo? Esto que vivimos es una emergencia sanitaria”.
Arce subió ayer una foto a sus redes. Celebró la entrega de la credencial que la avala como asambleísta electa. En mayo toma posesión de su nuevo cargo. Del agua no dijo nada.