Edificios patrimoniales de Guayaquil: una nueva utilidad para dinamizar el centro
Especialistas sugieren volverlos atractivos casa adentro, para los guayaquileños primero
El Palacio Municipal y la Catedral metropolitana son dos edificaciones emblemáticas de Guayaquil. En las últimas semanas se recordaron 100 años de la colocación de la primera piedra para la construcción de ambos inmuebles céntricos.
Sobre la Catedral, ubicada en Chimborazo, entre 10 de Agosto y Clemente Ballén, está por inaugurarse el proyecto turístico Destinos de Luz, en el que se abrirá un acceso a sus torres, a un balcón superior, a un museo con objetos artísticos religiosos y la historia de Guayaquil, e incluso a un rooftop con locales.
Los visitantes podrán acceder a este nuevo corredor interno de la iglesia a partir de octubre próximo. Días atrás, el rector de la Catedral, Francisco Sojos, señaló a EXPRESO que la idea de este espacio es reactivar la economía en esta zona céntrica y “mejorar la imagen turística que se ha ido perdiendo por la inseguridad”.
A tres cuadras está ubicado el Palacio Municipal, entre la avenida Malecón y las calles 10 de Agosto, Pichincha y Clemente Ballén. Este inmueble alberga las oficinas del Cabildo desde su inauguración en 1929.
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Leer másActualmente, el edificio se encuentra cercado con mallas en algunas áreas externas por precaución. Pronto se realizarán estudios para determinar las zonas que deben ser rehabilitadas.
En enero pasado, el alcalde Aquiles Álvarez planteó enfocar las funciones del palacio hacia un sentido cultural y desviar las operaciones de algunas oficinas del Cabildo a otros inmuebles, como el Club de la Unión.
EXPRESO consultó a especialistas en áreas de turismo e historia si los edificios patrimoniales de la urbe porteña, muchos de ellos deshabitados, deben replantear su utilidad para atraer a más turistas.
Convertir edificios patrimoniales en atractivos para los guayaquileños
Para Carla Ricaurte, docente investigadora de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), la forma en que se pueden dinamizar algunos de estos espacios es darle un funcionamiento que sirva, primero, a los habitantes de la urbe.
Carla Ricaurte
“Una vez que el residente local está cómodo con su ciudad, los turistas vienen porque encuentran algo auténtico, que es lo que el turista busca por encima de un uso forzado o solo turístico del espacio público. Tenemos que quitarnos esa idea de generar espacios turísticos solamente, sino pensar en la recreación del habitante de Guayaquil”, expresó Ricaurte.
Agregó que, por ejemplo, crear un circuito únicamente con edificios patrimoniales no va a permitir ofrecer suficiente diversidad turística.
“Los circuitos siempre tienen que mezclar diferentes formas de patrimonio: la arquitectura, el río, la música, la danza, la comida. Y a esa ruta se le busca un eje común, que en Guayaquil tenemos muchísimos”, explicó.
Y dijo que el Puerto Principal está avanzando hacia el “descubrimiento de lo patrimonial”, no solo en lo referente a la arquitectura, sino también respecto a sus espacios naturales.
El investigador histórico Javier Castillo, integrante de la fundación Bienvenido Guayaquil, explicó que proyectos como el de la Catedral permiten a los porteños volcar sus ojos nuevamente a edificios tradicionales “que pasan desapercibidos en el día a día”.
“Se está volcando la gente hacia las zonas periféricas por la inseguridad. Entonces el centro, como espacio histórico, está totalmente degradado”, sostuvo.
Pero indicó también que la suciedad, mala iluminación e inseguridad en cuadras alrededor de la Catedral podría generar un impacto negativo en el proyecto de la Curia.
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“Hay que crear un plan grande donde tendría que intervenir el Municipio para que haya las garantías y que el turista tanto local como extranjero se sienta seguro en este cuadrante central”, manifestó Castillo.
Luis Albán, docente de Turismo en la Universidad Católica, señaló que la reactivación de la Catedral es un aliciente para el desarrollo de eventos culturales para mostrar la historia de Guayaquil. Y afirmó que se podría trabajar en un corredor turístico que integre el parque Seminario, el Museo Municipal, la Biblioteca e incluso la casa de Ana Villamil de Ycaza.
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