Edwin Palma: “Hay la necesidad de 40.000 cupos de acceso a la universidad”
El director del Ineval afirma que la nota promedio de la prueba Ser Bachiller ha subido a 715 puntos
Desde febrero de 2019 es el director ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval); abogado e ingeniero en Finanzas, Contabilidad y Auditoría, tiene una maestría en Derecho Administrativo; se desempeñó como subsecretario de Acceso a la Educación Superior en la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt); es docente en la Universidad Central del Ecuador.
EN CONTEXTO
En total, 271.296 sustentantes están habilitados para rendir el examen Ser Bachiller, régimen Costa, que se receptará desde el 17 hasta el 23 de enero. Este sirve para graduarse y acceder a un cupo en la universidad. Tiene 120 preguntas y dura 150 minutos. Los campos a rendir son Matemáticas, Lengua y Literatura, Ciencias Naturales y Sociales.
El director ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval) reconoce que hay un déficit de 40.000 cupos en relación a la demanda estudiantil (en el semestre pasado hubo 92.146 disponibles; 88.357 correspondieron a la oferta pública y 3.789 a la privada; en la modalidad en línea hubo 16.765). Además, Edwin Palma revela que la nota promedio de la Ser Bachiller ha ido en aumento, alcanzando actualmente los 715 puntos.
- Desde el 2012 existe este mecanismo de evaluación para acceder a la educación superior, pero muchos jóvenes aún no logran un cupo para ingresar a la universidad. ¿Qué está pasando?
Ser Bachiller: 271.296 personas están habilitadas para rendir la prueba
Leer más- Hay un déficit de cupos en relación a la demanda. Cada vez hay más personas que quieren acceder a la educación superior; pero en una dinámica de un presupuesto limitado, el incremento de la oferta académica es progresivo. Además, hay carreras de alta demanda. Por ejemplo, no es comparable el número de personas que quieren acceder a Medicina con aquellas que desean hacerlo a Oceanografía. Por eso es necesaria la evaluación para determinar quiénes acceden a la universidad.
Lo lógico sería que los chicos expongan su interés y accedan a las carreras; pero hay déficit de cupos.
- ¿Qué se está haciendo para solucionar el déficit de cupos en la educación superior?
- Se han hecho varios esfuerzos, como la educación virtual y la revalorización de la educación técnica y tecnológica.
- ¿Cuántas plazas se necesitan para satisfacer la demanda?
Ser Bachiller: Desde su inicio la prueba ha tenido cinco cambios
Leer más- Cuando se toma en cuenta el número total de las personas que rinden la evaluación, que es obligatoria para graduarse, el primer elemento a considerar es que muchos de ellos van a la educación privada, otros que quieren ingresar a las Fuerzas Armadas y Policía, y otros que se inscriben y van por su segunda carrera. Cuando se termina de analizar todas esas variables se llega a determinar que más o menos hay una necesidad de 40.000 cupos para acceso a la universidad. Entonces, el primer principio es que la gran mayoría sí accede, pero tenemos que lograr que la oferta crezca para que alcance para todos.
- ¿Cómo garantizar que las personas que ingresen a la universidad estudien lo que realmente quieren?
Aún hay cosas que hacer para que el objetivo de la evaluación se cumpla;trabajamos para eso.
- Se logra con puntajes más homogéneos para que se distribuyan de la mejor manera esos cupos a lo largo de la población. Lógicamente eso debe venir acompañado de muchas políticas adicionales, como procesos de orientación vocacional, por ejemplo.
- ¿Los promedios de las pruebas han mejorado o se mantienen como al inicio?
Edwin Palma: “Hay toda una logística para evitar que la prueba se filtre”
Leer más- Los promedios han ido subiendo cada año, lo cual se refleja en los puntajes de las carreras de alta demanda. A medida que una estructura de evaluación se expone, se vuelve más fácil y los puntajes comienzan a subir. El promedio de la última evaluación es de alrededor de 715 puntos. El objetivo que buscamos es que los estudiantes se adapten con facilidad a las exigencias de las universidades y que tengan un buen desempeño que redunde en mejores profesionales. La idea es que el puntaje sea el más homogéneo posible.
- La prueba ha tenido cuestionamientos de varios sectores, en torno a su contenido. Señalan que hay preguntas que los chicos no han visto durante su formación académica. ¿Qué tan cierto es aquello?
- Hemos trabajado atendiendo los cuestionamientos que recibimos. El Ministerio de Educación ha hecho una revisión para que las definiciones operacionales estén apegadas al currículo y contenga lo que los chicos ven en el aula. Una vez que se aplique esta nueva evaluación, esperamos ver los resultados y procesarlos, para conocer si se cumplieron todos los principios teóricos sobre los que se construyó.
- Desde sus inicios la evaluación ha tenido algunos cambios. ¿Cree usted que los de ahora serán definitivos?
- En el modelamiento creemos que el examen se encuentra bien estructurado; pero tenemos otros desafíos, como trabajar en la evaluación del bachillerato técnico y en el intercultural bilingüe. La prueba debe estar en permanente evolución, ya que queremos que comience a trabajar en temas de orientación y otros elementos. El examen no solo debe entregarnos números, sino información que ayude a que el proceso de educación sea sostenible. Vamos a seguir reuniéndonos con docentes, estudiantes y comunidad en general para seguirlo fortaleciendo.