Energía térmica, por si se debe paralizar Coca Codo
La erosión del río Coca pone en riesgo el aparataje logístico de la central. Esa opción la baraja el gerente de Celec
No termina de recuperarse. La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, símbolo del cambio de la Matriz Energética en el gobierno de Rafael Correa, es el proyecto más caro en la historia de Ecuador con un valor superior a los USD 3.200 millones. Aún así, desde su inauguración en 2016 ha estado en reparación y, ahora, la erosión del río Coca pone en peligro a la central.
El camino que va de Coca Codo a INA Papers
Leer másAnte la posible paralización de Coca Codo por la erosión regresiva en la zona, el gerente de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), Gonzalo Uquillas, anunció la recuperación del parque térmico del país. Es decir, energía por diésel y gas natural.
Las centrales en recuperación son 11, entre ellas Trinitaria, Termoesmeraldas I y II, Santa Elena y Jaramijó. Según reportó Celec, la inversión total bordea los $ 80 millones para la compra de repuestos, herramientas y maquinaria. Se espera que para finales del 2021 e inicios del 2022 puedan empezar a funcionar.
Algunos de los trabajos son la recuperación de calderos y torres de enfriamiento, en el caso de Termoesmeraldas; la reposición de motores siniestrados, en la central Esmeraldas II, y la reparación de cinco unidades en la termoeléctrica Santa Elena II.
La erosión en el río Coca pudo evitarse
Leer másSin embargo, con estas reparaciones se planea recuperar 426,44 megavatios de energía, solo un 28% de lo que Coca Codo genera. Además, es energía contaminante para el medio ambiente y cara. La energía hídrica tiene un valor de $ 0,04 el kilovatio hora, mientras que la térmica oscila entre los $ 0,10 y 0,12.
La particular y compleja ubicación geográfica donde se levanta la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair es solo uno de los numerosos problemas que esta obra ha enfrentado. En febrero de 2020, la cascada San Rafael la más alta del Ecuadorempezó el proceso erosivo en el río. Según el director de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad San Francisco de Quito, Fabrizio Yépez, desde antes del 2009 se sabía que era imposible generar tanta energía por las condiciones del sitio y del río, además, “tampoco es necesaria”.
En abril de 2020, la expansión del socavón causó la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Posteriormente, en septiembre de 2020, debido a la escasez de lluvia, la erosión del río Coca paró. Hasta octubre de 2021 la erosión se encontraba a ocho kilómetros de las obras de captación.
Desde mayo hasta noviembre de 2021 Coca Codo operó a menos de la mitad de su capacidad por reparaciones. El 15 de noviembre pasado, la obra construida por la empresa china Sinohydro, reactivó sus ocho turbinas recuperando la totalidad de su generación eléctrica. Según indicó Uquillas, las fisuras “se han ido solventando” y solo queda monitorear los resultados.
En cinco años de operación, Coca Codo siempre ha estado en reparaciones que han significado perjuicios para el país por $ 8 millones, indicó el subgerente de la Unidad de Negocio Coca Codo Sinclair, Byron Orozco.