El guayaquileño, orgulloso de su tierra
Pese a la inseguridad y los problemas, el 86% de los lugareños se sienten felices de vivir en la ciudad
“Ser guayaco es ser pana, buen dato, divertido y buen diente”, resumieron los entrevistados por EXPRESO, que aseguran que, pese a la situación crítica de inseguridad que vive la ciudad, el orgullo de vivir en el Puerto Principal no claudica; al contrario, crece con el tiempo.
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Leer másTal como lo contó EXPRESO en un reportaje anterior, Guayaquil es la ciudad más peligrosa del país. Sin embargo, según un estudio realizado por el colectivo ‘Guayaquil Cómo Vamos’, junto con otras instituciones investigativas, el 86 % de los guayaquileños se siente orgulloso de la ciudad. Un dato que anima a muchos a seguir luchando por un mejor Guayaquil; sin embargo, a otros sorprende.
“¡Así debe ser! Uno no puede negar su tierra ni avergonzarse. Yo soy bien guayaquileño y estoy orgulloso de vivir aquí. Sé que no pasamos los mejores momentos, pero ese amor y orgullo a la ciudad también me hace luchar por días mejores”, dijo entusiasta Hernán Sánchez, morador de la ciudadela 9 de Octubre, una de las zonas más orgullosas de la ciudad, según la encuesta. Sánchez, además, destacó la buena comida de la ciudad y el ánimo de su gente.
Según cifras de la encuestadora, el 86 % de los residentes se sienten entre ‘muy orgullosos’ y ‘orgullosos’, siendo los que tienen entre 46 y 55 años los que destacan con el porcentaje más alto (90% de aceptación).
El estudio realizado marca una tendencia particular: mientras más recursos económicos se tienen, menos orgulloso se está, y mientras menos se tiene, más orgulloso se sienten de ser guayaquileños (ver gráfico).
Freddy Idrovo
Por ejemplo, el 89 % de los consultados del nivel socioeconómico bajo se sienten entre muy orgullosos y orgullosos, mientras que el 77 % del nivel alto entra en esa categoría.
Los barrios más orgullosos de ser guayaquileños
Las zonas más orgullosas son la Isla Trinitaria, Florida, Mapasingue, Prosperina, Guasmo, La Floresta, Río Guayas, ciudadela 9 de Octubre, Barrio Cuba, La Saiba. Mientras que en las menos orgullosas destacan el centro de Guayaquil, y las ciudadelas Kennedy, Urdesa, La Atarazana, La Garzota, Bellavista, Ceibos, Mi Lote, Sergio Toral, Monte Sinaí.
“Guayaquil es una ciudad linda. No nací aquí, pero me siento muy orgullosa y amo cada espacio que conozco. Lamentablemente, la inseguridad los mancha, pero prefiero quedarme con lo bueno y, entre lo bueno, está que son muy divertidos y amables”, dijo Nayeli Morán, una vinceña que lleva cuatro años radicada en la ciudad y, pese a todo, aspira a hacer su vida en la ciudad portuaria.
La inseguridad afecta al sentido de identidad
Nayeli Morán
Para Ivanna Gómez Hierro, moradora de la ciudadela Kennedy, la particularidad de que este sector se encuentre entre los menos orgullosos se debe a la decepción que ha tenido el ciudadano. “Muchos de los que hoy viven en la Kennedy antes eran de clase alta, y debido a la inseguridad, la mayoría se ha mudado a Samborondón u otro país. Evidentemente, los que se han quedado no están conformes con cómo tienen que vivir ahora por la inseguridad”, destacó Ivanna, que resaltó que ella sí se siente orgullosa, pero si tuviera la posibilidad de migrar, lo haría.
En el lugar, la queja apunta también a la falta de obras por parte de las administraciones municipales actuales y pasadas. En prácticamente toda la zona norte, la queja apunta a lo mismo.
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Leer másEn el centro, una zona que no logra despegar y para muchos, de hecho, se encuentra en el olvido, apenas se siente orgullososos de ser parte del Puerto Principal un 38%. Esto, a decir del residente Gabriel Arízaga, se debe al tráfico y a la informalidad que hay. “Me gusta mi centro, pero el tráfico hace que muchos puedan llegar a odiarlo. La informalidad y los consumidores de droga en la noche también perjudican”, mencionó Arízaga, que reveló que particularmente se siente poco orgulloso.
Por otra parte, José Alberto Quiñónez, morador de La Floresta, opinó que vivir en Guayaquil va más allá de la inseguridad. “Es un estilo de vida diferente a cualquier sitio. Los amigos, la jerga, la gastronomía, la alegría de la gente. Este vecindario sí se ha vuelto peligroso, pero uno no abandona el barrio, uno trata de cambiar el barrio”, dijo el hombre de 53 años.
La encuesta también refleja que el 76% de los ciudadanos se sienten entre muy satisfechos y satisfechos por vivir en sus barrios. Sin embargo, el 55 % no confía en sus vecinos, lo que para muchos representa la situación actual del ciudadano. Se siente orgulloso de su ciudad, pero le teme a la sociedad.
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