El esfuerzo de Carolina es reconocido con una beca para estudiar la maestría

La historia de Carolina Espinoza, que fue publicada por EXPRESO y se ha dado a conocer en el país, por ser la docente que montada sobre su bicicleta llega hasta los hogares de los alumnos que no cuentan con Internet para ayudarlos en su educación; ha dado un giro. Para todos, merecidos.

Carolina, docente de la escuela Juan Bautista Yagual Mite en Playas Villamil, recibió una beca completa para estudiar una de las cinco maestrías en educación que ofrece la Universidad Casa Grande. Este 18 de junio en su domicilio, se realizó la entrega de la beca, que le permitirá cursar sus estudios desde septiembre de este año. Ella escogió la maestría en Tecnología e Innovación Educativa

“Tuvimos la oportunidad de conocerla en su casa, con su familia, de darnos cuenta que ella no para, es creativa y se adaptó a esta situación; que es justamente lo que nosotros creemos como institución que hay que hacer para salir adelante. La educación nosotros la llevamos dentro.  Cuando le das la oportunidad a docentes de formarse, tienen un alcance multiplicador, porque lo que ella sepa y lo que haga lo va a poder compartir con los cientos de estudiantes que dependen de ella”, precisó Jimena Babra, Canciller de la UCG, durante la entrega.

La docente, quien día a día -desde que iniciaron las clases en esta inédita metodología online- recorre la ciudad en bicicleta con una pizarra al hombro, aseguró que años atrás inició una maestría en Perú que no pudo continuarla por falta de recursos. "Se está cumpliendo un sueño que no esperaba", mencionó.

Ante la situación que viven los docentes y las dificultades que se les presenta, Carolina, quien en un reportaje anterior aseguró que por la falta de dinero, a veces solo le alcanzaba para comer una vez al día, porque prefería destinar los alimentos para sus tres hijos, de 2, 12 y 16 años; enfatizó que el objetivo jamás debe perderse.

"Pueden pasar muchas cosas en la vida, pero uno siempre debe estar enfocado en lo que realmente desea. Jamás uno como docente debe de tirar la toalla o darse por vencido. Y antes, tenemos que dar todo de nosotros: el 100 % en nuestro trabajo, el 100% en el estudio, porque sé que hay alguna recompensa. Y la recompensa más grande será siempre saber que un niño está estudiando y superándose...".

Aunque ella no pedía ningún tipo de reconocimiento por su esfuerzo -pues además de dar clases virtuales a dos cursos con 85 niños en total, luego de estas se dirigía a las casas de los niños sin internet- , lo único que solicitaba a las autoridades era la dotación de tablets y acceso a internet para aquellos estudiantes. Su pedido el pasado 17 de junio fue atendido. La Gobernación del Guayas y la alcaldía de Playas le entregaron en total 40 (20 cada entidad), además de pizarras acrílicas. Y a todos se les facilitó la conexión para que puedan estudiar.

Si bien en la Casa Grande, todas las maestrías son semipresenciales, debido al contexto actual, se están desarrollando en modalidad online. La de la docente empieza en septiembre de este año. El próximo mes iniciará el curso propedéutico, previo al primer semestre.

Si la pandemia del coronavirus se controla y las autoridades permiten la libre circulación de las personas, el próximo año se darán las clases de manera presencial, lo que implica asistir un fin de semana cada 15 días, para las clases con los docentes internacionales

Sobre este reconocimiento, una vez más los ciudadanos de diversos puntos del país han hecho públicos sus gestos de cariño. "Carolina, la maestra más querida del Ecuador, como en casa la llamamos, se merece eso y mucho más. Ella en silencio cumplió con su labor, no buscó ser conocida, ni mucho menos. Y eso es lo que más se valora. Que le vida le de una maestría y todo lo que se merece", precisó Gabriela Jácome, vía Twitter.