"Esperamos que con la nueva regeneración renazca la calle Panamá"

La calle Panamá tendrá una segunda regeneración con miras a que el sector se vuelva turística, una meta que se la tiene desde hace seis años en que el entonces alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, inauguró estatuas y un espacio para caminar.

En esta nueva intervención, que costará más de 300.000 dólares, se van a crear murales y plazoletas, de tal manera que la calle será peatonal. La obra se va a implementar en dos años, según la planificación terminará en el 2021; aunque el Municipio no ha detallado las fechas exactas.

La muestra consta de ocho obras que se materializan en dos etapas: la primera abarca obras bidimensionales de cinco artistas: Peter Mussfeldt, Jorge Velarde, Lorena Peña, José Luis Macas y Tayron Luna. La segunda etapa se desarrollará una vez que se nivele la calzada de la calle Panamá, con tres obras de carácter tridimensional de los artistas Larissa Marangoni, Carlos León y Juana Córdova.

En su conjunto el proyecto “Paseo de las Artes calle Panamá” se extiende a lo largo de siete cuadras de esta tradicional arteria, desde Junín hasta la calle Loja, con uso exclusivo para los peatones.

Según el Municipio, el impacto en el tránsito será leve, porque por esta arteria en la actualidad no circulan muchos carros; quedarán como vía vehicular las intersecciones.

¿Pero, por qué no se logró la reactivación con la primera regeneración? "Porque faltaban más elementos que animen a las personas a caminar por el lugar. Ahora contamos con la Perla y la aerovía, además de las nuevas obras que se van a realizar. Es el trabajo integral el que va a permitir el renacer de la calle Panamá", dijo a Diario EXPRESO Holbach Muñeton, presidente de la Cámara de Turismo de la provincia del Guayas y de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo.

Otra razón es que en la primera vez no se conversó con los moradores. “Para reactivar comercialmente un barrio hay que conversar con quienes viven y trabajan allí. Ahora le hemos preguntado cuáles son sus necesidades y en base a ello se creó el proyecto que va a incluir murales, plazoletas para espacios artísticos, de esparcimiento, culturales y gastronómicos”, dijo el arquitecto Florencio Compte, decano de la facultad de Arquitectura, de la universidad Católica de Guayaquil.

Al invitar a los moradores a decir los problemas del barrio se puede trabajar en la solución. “Nos contaron dos inconvenientes claves: seguridad y falta de iluminación. Habrá 340 árboles nativos y parqueos, adicional a los que hay en el Malecón”, agregó Compte.

EXPRESO caminó por la calle Panamá, en la intersección de la calle Juan Montalvo hay un fuerte olor a orine. Una cuadra más adelante se vieron cartones y una sábana de indigentes que aprovechan lo solitario del lugar para dormir allí.

Hay que caminar cuatro cuadras desde Loja hasta Luzurraga para encontrar cafeterías y restaurantes.

La dueña de Café Colibrí, Pamela Unda, indicó que ella participó en los talleres de trabajo para reactivar la calle Panamá. “Mantenemos la ilusión de que el proyecto sirva para activar el comercio aquí. Por la pandemia las ventas bajaron hasta un 70 %, recién hay más clientes; pero todavía no se reactiva la venta al 100 %”, explicó.

Animar la economía del barrio es la meta de todos, de esto también comentó Fernanda Cepeda, una de las dueñas de La Central Deli Shop.

Por la falta de seguridad la cafeterías atienden solo de 8:00 a 16:00, los dueños de los locales que hay en el lugar aseguran que si hay presencia de policías sí podrían trabajar más tarde.

HISTORIA

En la presentación del proyecto el arquitecto Compte destacó la importancia de la calle en la economía de la ciudad y del país. Es en este sector donde se ponía a secar el cacao, en la era de la pepa de oro.

La calle ha tenido varios nombres: Ciudad Vieja, Calle Real, La Libertad y desde 1926 es la calle Panamá.

En 1820 cuando era la Calle Real por allí estaba el puente de madera de 800 varas (unos 670 metros) que unía la Ciudad Vieja con la Nueva. El puente atravesaba cinco esteros.

Los bares y discotecas que encendían el sector por la noche están cerradas desde marzo, por la pandemia, ahora en el lugar reina el silencio y la soledad.

En el sector a partir de la calle Luzurraga hay cafeterías, restaurantes y hoteles que aspiran que con la nueva regeneración la calle Panamá se active comercialmente y se vuelva un ejemplo de los nichos que con atención y con un trabajo integral pueden resurgir económicamente. "Si se suman varios trabajos así, asumiendo su éxito, sería una solución para levantar a la ciudad del golpe económico por el coronavirus", dijo Muñeton.