Estudiantes cantan a la Perla del Pacífico al son de pasillos

Guayaquil tiene talento. Y eso se reflejó en la fiesta que vivieron cientos de padres y familiares de destacados estudiantes, que participaron en la gran final del Segundo Festival del Pasillo Escolar 2023, donde rindieron homenaje a Guayaquil por sus 488 años de fundación.

El evento se desarrolló la tarde del sábado, en el auditorio del Centro Cívico, y fue organizado por la Academia de Famosos, como un aporte a la música nacional, y donde destacó la cantante Hilda Murillo, quien estuvo como jurado, acompañada del también cantante Juan José Jaramillo.

Jessenia Adrián se sintió “súper emocionada”, pero a la vez tensa y orgullosa por la participación de su niño Francisco Vera, quien concursó como solista en la modalidad escuela, dentro del grupo de alumnos que representaron al Instituto Particular Abdón Calderón (IPAC). “Creo que pararse al frente y con tanto talento de los participantes tiemblas de los nervios y las emociones fluyen”, comentó la madre, a quien el año pasado su hijo la llenó de mucha felicidad al quedar como ganador en la modalidad solista.

Y, aunque este año la competencia estuvo reñida, el IPAC se alzó con cuatro trofeos en solistas y dúos; y una mención a la mejor barra, conformada por padres, hermanos, tíos, abuelos y hasta amigos de los participantes, quienes con gritos, bocinas, pancartas, no dejaron de alentar a sus representados.

“Es emocionante ver a tantos niños y adolescentes cantando nuestra música, el pasillo ecuatoriano”, comentó Richard Pérez, quien acompañó a un sobrino al evento, en el que también participaron estudiantes de las unidades educativas: Santa María de los Ángeles, Young Living Academy, Jean Piaget, Thomas More, Mundial, República de Francia, Soler, De la Providencia, Jefferson, la    Academia Naval Almirante Illingworth (ANAI), el colegio Menor, Gregoriano, entre otros.

Tras cuatro horas de presentaciones, donde las coreografías también fueron un punto importante a la hora de la actuación de los pequeños talentos, los miembros del jurado se tomaron diez minutos para deliberar. El momento fue aprovechado por las barras “bravas” como el IPAC, ANAI y Jefferson, que no dejaban de apoyar a sus alumnos.

Otro de los padres emocionados fue Alberto Acosta, quien saltó de felicidad cuando escuchó que su hijo Alberto, del colegio Menor, ganó el primer lugar en la categoría solista de colegio. “Estoy absolutamente orgulloso de todo el esfuerzo que hace y de todo lo que practica se vea reflejado en un concurso... el esfuerzo de todo el trabajo día a día y que lo vea el público, realmente me llena de orgullo”, resaltó Acosta, mientras le tomaba foto a su hijo, de quien el jurado destacó su originalidad al cantar.

“Buscamos que sean originales, que sientan la música nacional, algunos se fueron tristes, pero hubo mucha emoción”, comentó Juan José Jaramillo.

Para Andrés Carrera, director de música del IPAC, la realización de este tipo de festivales constituye una herramienta de vital importancia, debido a que este tipo de propuestas pretenden revalorizar la importancia del estudio de la música nacional fundamentada en la práctica de la misma. “... se fomenta que existan diversos espacios públicos de participación en la vida cultural de nuestra ciudad para niños y jóvenes que están en etapa escolar”, destacó.

Con décadas en la música nacional, Hilda Murillo resaltó las emociones y ese “despertar” de los colegios en inculcar a los jóvenes nuestra música. Pero, previo a felicitar a las unidades educativas, recomendó a los profesores a preocuparse principalmente de que la interpretación del estudiante sea la correcta y que el pasillo que van a interpretar esté de acuerdo al participante. “De lo contrario no pueden desarrollar realmente como quisiéramos escuchar a estos jóvenes”, puntualizó.