La falta de planificación llevará más problemas a vía a la costa
El intenso tráfico llegará a su tope por la falta de arterias alternas, advierten expertos. Los problemas de las vías a Samborondón y Daule se replicarán.
En el kilómetro 23,5 de la vía a la costa, en la parroquia urbana Chongón, el Municipio de Guayaquil y la compañía Ambiensa construirán el plan habitacional ‘Bella Vita 2’, para 5.200 familias. El proyecto, que ha sido criticado por especialistas en planificación urbana, se ejecutará en cinco años y desde ya el Cabildo promociona las viviendas, que costarán entre 55 y 77 mil dólares.
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Leer másSin embargo, los expertos consideran que es un estandarte más de la falta de planificación que ha arrastrado Guayaquil durante años, como lo ha publicado EXPRESO.
Y es que vía a la costa, el polo en desarrollo del Puerto Principal, será también el paso al aeropuerto de Daular y al Puerto de Aguas Profundas de Posorja. Esto, sumado a las extensiones que tendrán las urbanizaciones ya asentadas, refleja que hay errores que se repetirán.
¿En Guayaquil? No solo allí, advierten los críticos, sino en zonas como las vías a Samborondón y León Febres-Cordero, donde las familias han crecido únicamente a los costados de las arterias, sin tener ni siquiera los pasos peatonales ni paraderos de buses necesarios para los peatones, o un parque público para las familias. Esto, sin contar el congestionamiento vehicular que en territorios como La Puntilla, pese a la existencia de otro puente, aún siguen causando problemas a diario.
“Si se trata de un polo de desarrollo, vía a la costa debería ser autónoma”, advierte el planificador urbano y catedrático Felipe Espinoza. Detalla que solo el aeropuerto de Daular generará más movimiento a su alrededor, y en Chongón, desde el kilómetro 7 al 26, que permanece sin servicios que engloben al conjunto de urbanizaciones.
“El Municipio solo aprueba los planos de las urbanizaciones cerradas pero no dejan tierra para esos grandes servicios que debe prever, como hospitales, industrias, automóviles y carros de carga pesada, además de los servicios básicos”.
Explica que el Municipio antes de erguir las casas debería hacer una planificación e integración de los proyectos en la vía para ordenar el territorio y prever las carreteras necesarias para realizar el desarrollo en esa zona. De no ser así, menciona la congestión en la única vía, sin otras alternas, llegará a su tope y las personas querrán dejar de vivir ahí, como pasó en La Puntilla.
Un ejemplo, destaca, que se dio por falta de planificación y buscando un salvoconducto al tráfico, es el puente en construcción que va por el río Daule y que cae a La Joya. “Ese puente no fue planificado y ahorita un ramal de él cae a un costado de las casas de esa urbanización. Los habitantes escucharán el ruido constante de los carros”, concluye.
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Leer másPara el arquitecto Oscar Valero también lo más difícil será el tránsito, porque no solo circularán más autos particulares, sino que deberán, por la demanda, ingresar más líneas de transporte público.
Es que el tráfico será el problema principal en vía a la costa una vez que se ejecuten los proyectos. Según Freddy Granda, jefe de planificación de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), la congestión crecería hasta en un 15% en esa arteria, a diferencia del 5% anual que crecen en otras vías de Guayaquil.
“Para que no nos pase lo que le sucedió a la vía a Samborondón, por ejemplo, podrían planificarse y crearse vías secundarias de circulación de uso externo y no solo privado de la ciudadela”, explica.
Hace énfasis también en los servicios para que las personas puedan estudiar y laborar en la misma zona, para que no se conviertan en zonas satélites donde la gente solo va a dormir. “Para evitar que cada ida al trabajo o regreso a casa, sea como una procesión”, grafíca.
“Definitivamente se replicará el problema de la vía a Samborondón y de la vía a Daule. Porque vía a la costa es solo una vía y de un lado nos queda el bosque y del otro el manglar. Ya no se puede ni hacer vías internas porque ya hay ciudadelas”, analiza la arquitecta Natalie Wong, quien también es decana de la facultad de arquitectura de la Universidad Espíritu Santo.
Ella considera muy importante otro punto: la construcción de ciudadelas abiertas, que permita la interacción entre ha bitantes de diferentes ciudadelas. Para esto coincide con la construcción de espacios grandes de diferentes servicios.