La farra nocturna vuelve y con ganas
Tras el levantamiento del toque de queda, los centros nocturnos de Guayaquil y La Puntilla recuperan sus ventas. Algunos prevén abrir incluso hasta los domingos
El levantamiento del toque de queda reactivó finalmente a las discotecas de Guayaquil y Samborondón. Jóvenes y adultos volvieron a la farra, luego de cumplirse el estado de excepción que duró 45 días, y que fue decretado por el Gobierno, debido a los hechos violentos que se generaron en la Zona 8 a inicios de noviembre.
Stiven Pazmiño, estudiante de Jurisprudencia, lleva dos fines de semana yendo a discotecas luego de que se reactivaran estos centros y manifiesta sentirse más tranquilo al regresar a casa. “Fuimos con un grupo de amigos, luego de la universidad y nos quedamos hasta las 02:00 . Por fin, podíamos volver a casa sin estar preocupados de que nos detuvieran, necesitamos que la vida nocturna resurja. Ya era hora”, afirma.
Guayaquil necesitaba ya de sus espacios. Ahora hemos vuelto a bailar, hay amigos en la misma onda. Una felicidad compartida que se asienta con fuerza
Asimismo, Naomí Llaguno, de 28 años, ha vuelto a divertirse en restobares de la ciudad y a salir con amigos del trabajo. “Farreamos en Samborondón y estuvimos hasta las 03:30. Fue divertido pasar con ellos y esperamos volverlo hacer nuevamente para Fin de Año. Normalmente en las discos de La Puntilla (Samborondón) se gasta de $ 35 para arriba, y en los bares de Guayaquil alrededor de $25”.
Bares y discotecas podrán atender hasta las 04:00
Leer másCristian Monar, administrador de Sociedad Anónima, ubicada en La Puntilla, desde la semana anterior abre el Rooftop Restobar desde las 20:00 hasta las 04:00 y declara que ha sido una locura la apertura. “La semana pasada fue el boom. La gente como que salió recargada y fue increíble. Se acabó el toque de queda, abrimos hasta las 04:00 y pasé a full, todo el jueves, viernes y sábado. La semana pasada fue de lujo, nos fue súper que bien”, enfatiza.
Monar tiene agenda llena y dice que las reservas comienzan desde inicio de semana. “Para el jueves y viernes, incluso para miércoles. Y ahora estamos por abrir el domingo con invitación, porque organizamos eventos que tienen gran calidad. Estamos viendo todavía si preparamos algo especial para Fin de Año”, piensa.
Jesse Gallardo, socio accionista de la Casa de Las Flores de Urdesa, manifiesta que han vuelto a tener lleno total, y que reciben alrededor de 300 personas por noche. “La gente tenía ganas de volver a salir y farrear hasta tarde. Y este aumento del horario nos ha favorecido muchísimo”, afirma.
Gallardo señala que el toque de queda fue un golpe duro para el negocio, ya que tuvieron que cerrar la primera semana, y luego abrir con un horario mínimo. “La afluencia de la gente era muy baja hasta que finales de mes la gente comenzó a salir, pero igual el movimiento nunca fue el mismo. Siempre estuvimos un 50%, fue un golpe duro ese mes”.
Ángel Zambrano, administrador de los restobares Vento y Porto, tuvo que aprovechar los días de cierre para enviar a sus empleados de vacaciones, y de esa forma ayudarse para no tener pérdidas económicas. “Actualmente hemos vuelto a un 90 % de la acogida que teníamos antes del toque de queda. Hemos reactivado los dos locales que administramos tanto en La Puntilla como en Puerto Santa Ana y vemos bastante entusiasmo”.
El comercio se ajusta en medio de la insatisfacción por últimas decisiones
Leer másZambrano también ve como positivo que el Gobierno reactive todos estos negocios, que mueven el turismo. “Estoy a favor de que puedan venir las personas a divertirse porque realmente cuando todo está cerrado hay pérdidas”.
En las discotecas, visitadas por este Diario, el consumo mínimo es de $ 25 que pueden ser utilizados en bebidas y comida. Además se ofrece espectáculos y música en vivo. Algunos locales abren sus puertas desde las 18:00 hasta las 04:00 y brindan también ciertos servicios de comida y transporte para que las personas que madrugan puedan regresar con seguridad a casa.
En particular, la Casa de Las Flores de Urdesa tiene prevista celebrar la fiesta de Fin de Año, el 31 de diciembre, desde las 00:00, donde se espera tener un lleno total.
Para los farreros de la ciudad, que tengan una opción para celebrar es más que positivo. “Por un momento se me pasó que no habría opción de farrear en una discoteca este año y me preocupé, claro que sí. El guayaquileño es farrero, por favor. Nos gusta acabar el año en la pista. Que no haya restricciones al fin, como siempre debió ser, porque en lo personal no creo que un toque de queda reduce la inseguridad, es la oportunidad de no dejar morir nuestra esencia. Este año, todos a bailar hasta la 6:00”, señaló Galo Vernaza, habitante de Urdesa.