La flora crece y socava sin control todo lo que está a su paso
El alcalde electo asegura que arreglará y no solo ‘maquillará’ la ciudad. Expertos proponen recubrir los daños para mejorar el paisaje urbano
Parterres partidos, jardineras despedazadas, aceras levantadas. Es lo que se observa en áreas verdes de los espacios públicos de diferentes sectores de la ciudad, donde la vegetación crece sin el debido control.
“En pleno siglo XXI aún hay pozos sépticos en La Puntilla”
Leer másEn las avenidas Luis Plaza Dañín, Francisco de Orellana, o Rodolfo Baquerizo Nazur, que recorren por el norte de la urbe, son algunos de los sectores donde se observa esa situación y, en algunos casos, se ha pretendido cortar el mal de raíz, talándolos so pretexto de estar enfermos.
Pero el crecimiento desmesurado, que no solo ha dañado el rostro urbano de la ciudad, también causa molestias en el tránsito peatonal o en bicicleta. “Son años con este problema, pero nunca se le ha prestado atención. ¡No es posible que nuestras autoridades tengan treinta años en el poder y en ningún momento hayan hecho algo!”, reclama Doménica Vallejo, a quien le indigna el quemeimportismo de las autoridades locales frente a esa situación. “Ojalá la siguiente administración tome riendas al asunto”, espera la moradora.
#GUAYAQUIL | Los vecinos del Barrio Cuba, al sur de la urbe porteña, se quejan de las promesas incumplidas por el Cabildo. Piden dialogar con las nuevas autoridades para solucionar sus problemas.
— Diario Expreso (@Expresoec) February 11, 2023
Revisa lo que dicen los moradores ⬇️
Igual de indignado se muestra el ciudadano Sebastián Orellana. “El Municipio debe invertir más dinero en controlar el crecimiento de árboles en toda la ciudad, no solo en ciertos puntos”, reclama. Considera que se debería recolocar los árboles que han destruido calzadas y colocar unos que no causen el mismo daño o controlar su crecimiento, constantemente.
No es posible que llevemos años con este panorama y no se haga nada. Ojalá que la siguiente administración tome en cuenta este problema y no lo deje de lado.
EXPRESO consultó con la futura administración de la Alcaldía de Guayaquil, presidida por Aquiles Álvarez, sobre los planes que tiene al respecto.
Considero que se debería relocalizar los árboles que han roto las calles y parterres, para mejor colocarlos en un punto donde puedan crecer sin ningún problema.
“El plan de trabajo de mi administración contempla ir más allá de solo ‘maquillar’ la ciudad, como se ha venido haciendo”, dijo el alcalde electo.
Según explicó, tomarán las estructuras de los bordillos para ser rediseñados con áreas verdes que capten las aguas lluvias, para aportar a la disminución progresiva de las inundaciones urbanas. “Esto irá acompañado de todo un programa que pretende convertir a Guayaquil en una ciudad esponja, del que más adelante daremos detalles”, aseguró Álvarez.
En Sauces temen que los árboles hagan cortocircuito
Leer másA su juicio, los parterres “han sido utilizados como maceteros de palmeras inútiles”, por lo que con su equipo de planificación -afirma- tienen en la mira procesos de transformación de estas estructuras, “todo con fines sostenibles”.
Igual consulta se trasladó a arquitectos que participaron del concurso Rescatemos el Centro de Guayaquil, de Diario EXPRESO.
Para la arquitecta Angélica Peralta, lo primero que se tiene que escoger es qué árbol se planta en determinado punto y cuál no. “Hay que poner árboles, pero hay que saberlos poner, porque hay unos cuyas raíces crecen demasiado y pueden causar estos daños... o se los direcciona de forma que mientras crezcan no afecten al parterre o donde sea que estén, o se escoge el árbol adecuado para el sitio”, explica la profesional.
Ella propone que para solucionar este malestar se debe aprovechar, en vez de quitar estas raíces. “En Urdesa (y cualquier parte de Guayaquil) la vegetación se llega a extender hasta la calzada, lo que se puede hacer es cubrirlas y volverlas parte de la calle. Las raíces no son tan anchas, muchas solo tienen 30 centímetros de máximo, pero si las recubrimos de algún plástico o PVC podríamos hacer pasos para peatones o un rompe velocidades”, propone Peralta. Con ello, no solo se incluiría a la flora urbana en el diseño de la ciudad, sino que también estas propuestas creativas atraerán al ciudadano a pasar por estos puntos reinventados a partir de la vegetación local, considera.
La estudiante de arquitectura Vivian Sellán considera que una posible solución, dependiendo el tamaño del árbol, sus raíces y el espacio de las aceras, sería idóneo colocar jardineras.
“Con estos puntos rotos podría colocarse una jardinería para no afectar al árbol al quitarle las raíces. Si no se toma esto en consideración, y se cortan las raíces, el árbol podría caer y sería un factor de riesgo para la ciudadanía”, analiza Sellán.
Los árboles frondosos cubren las señales de tránsito de la ciudad
Leer másOtra propuesta es romper los espacios dañados y tratar de nivelar el piso; sin embargo, esta opción no es la más óptima, pues podría afectar los puntos de movilidad inclusiva de la ciudad, al tener que nivelar el piso destruido y el que se mantiene intacto. “Lo que se podría hacer, sin afectar las raíces y árboles, pero sin tampoco repercutir en la movilidad, sería implementar una línea verde en toda la avenida en conflicto. Pero se deberían ver los criterios de vinculación peatonal”, examina, al referirse a una línea verde a conectar la calle y vereda sin bordillo alguno y que el camino sea de césped, para que cuando las raíces de los árboles crezcan, estas no estallen por debajo de las aceras.