La formación doctoral aumenta las habilidades, no los ingresos

En un mundo donde el conocimiento y la innovación son pilares fundamentales para el progreso, la formación de doctores (Ph.D.) en diversas áreas del conocimiento se presenta como una necesidad obligatoria para el desarrollo de cualquier país. 

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En Ecuador, las instituciones de educación superior como la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) y la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) permanecen en la vanguardia de la formación doctoral, a pesar de que la tasa de desempleo formal es alta, y el reconocimiento a los profesionales con títulos de cuarto nivel es bajo.

Irene Trelles, directora de Programas de Formación Doctoral de la UCSG, destaca que la institución superior ha formado más de 160 Ph.D. en los últimos diez años, gracias a una estrategia enfocada en fortalecer la formación doctoral del claustro académico. Para Trelles, la formación de doctores no solo es una inversión en talento humano, sino también un motor crucial para el desarrollo y la competitividad del país. 

“La formación doctoral es trascendente y estratégica, no se puede medir con niveles de rentabilidad aplicables a procesos de producción de bienes materiales, como zapatos, por poner un ejemplo. Estamos hablando de valores intangibles relacionados con el talento humano, el desarrollo y el futuro del país”, enfatiza Trelles. 

Este pensamiento lo comparte Carlos Monsalve, Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación de la ESPOL, quien asevera que quienes tienen un doctorado desempeñan un papel fundamental en la investigación científica de Ecuador, aportando a las necesidades sociales y productivas. 

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“Además, contar con esos Ph. D. en nuestras instituciones de educación superior eleva el nivel académico y las posibilidades de desarrollar ciertas habilidades en los procesos formativos de los futuros profesionales”, añade. Dario Niebieskikwiat, vicedecano del Colegio de Ciencias e Ingeniería de la USFQ, también, subraya la importancia de los Ph.D. más allá del ámbito académico. 

“Un Ph.D proporciona una formación avanzada en investigación, dotando a las personas con una gran capacidad de análisis, pensamiento crítico y adaptabilidad”, explica Niebieskikwiat. Estas habilidades son esenciales tanto en el sector público e industria privada, donde impulsan la competitividad empresarial.

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ACLARACIÓN.

En la edición impresa y digital de la sección Universidades del 24 de agosto pasado se publicó un reportaje titulado 'La formación doctoral aumenta las habilidades, no los ingresos'. En el gráfico se afirmó que son 27 las ofertas doctorales en el Ecuador; sin embargo, el Consejo de Educación Superior precisa que son 39 las vigentes (28 en la Sierra y 11 en la Costa).

Nota de la Redacción.

La cifra de 27 ofertas académicas doctorales fue facilitada por una de las fuentes consultadas para este reportaje, que lamentablemente no fue contrastada con el CES. Pido disculpas a los lectores.

Gabriel Cornejo, periodista.