El futuro que Guayaquil quiere vivir
El grupo Guayaquil Bicentenario alista una guía para reordenar la ciudad hasta 2025. La movilidad férrea está en la lista
No es solo una opción, es ya una obligación impostergable. Guayaquil debe empezar a planificar y, dentro de esa planificación, la movilidad debe ser un tema prioritario. Solo así, advierten los miembros de la agrupación cívica ‘Guayaquil Bicentenario Francisco Huerta Montalvo’, la ciudad se oxigenará y tendrá la posibilidad de recuperar su identidad dándole vida incluso al río, hoy ignorado.
Las promesas de Álvarez en movilidad que la ciudadanía espera que se cumplan
Leer másLa agrupación, creada en 2018 con el fin de planificar y crear de la mano de los gremios, la academia, los barrios, las cámaras y la sociedad, la ciudad que -hacen énfasis sus miembros- los guayaquileños merecen; ha decidido elaborar un texto que incluye las visiones y proyectos de sus casi 40 integrantes. El informe, ya casi terminado, lo entregarán en mayo próximo a las autoridades de la provincia como referente de consulta. ¿El fin? Que de una vez por todas se actúe, ejecutando acciones y no dando cabida solo a las promesas.
“Queremos que nos permitan ocupar la tan dichosa silla vacía. No venimos a criticar. Venimos a proponer ideas proyectadas para el desarrollo de Guayaquil para los años 2035 y 2050. Y es que la planificación es la base de todo, no puede ya esperar.”, advierte el ingeniero José María Fuentes, especialista en temas de movilidad; que plantea, en entrevista con EXPRESO, trabajar priorizando el tema de la conectividad, pero bajo un contexto regional, a través de programas y políticas mancomunadas, construyendo vías de comunicación con el campo automotor, ferroviario, aéreo, fluvial.
La construcción del quinto puente es la clave , explica, y el inicio de la transformación que se dará acondicionando -para 2035- un nuevo circuito vial por el que solo se desplazaría el transporte pesado, que ya no rodaría más las vías urbanas de la región.
Este anillo vial (ver gráfico adjunto), según consta en el trabajo, cuya idea surgió precisamente con la Iniciativa del Bicentenario, creada por Francisco Huerta Montalvo (+), quien fue su director y subdirector también de EXPRESO; plantea una ruta que partiría de la zona portuaria (Guayaquil), pasaría por Taura, la localidad de Virgen de Fátima-Naranjal; siguiendo al norte por una carretera que ya existe hasta Milagro, continuando hasta Tres Postes hasta conectarse por otra ruta hasta Samborondón. Desde allí, la vía seguiría hacia el norte, cerca del cerro Paraíso y se enlazaría con la parroquia rural Juan Bautista Aguirre.
“Este camino se integraría con la T de Salitre y pasaríamos, a través de las vías existentes, a Nobol y a Daule; y atrás de Monte Sinaí haríamos una nueva conexión que nos conectaría con la vía Guayaquil - Posorja. En este punto, habilitaríamos una nueva ruta que nos enlazaría, por un lado, con Posorja y, por el otro, con el Puerto Marítimo. No habría cabida ya para el transporte pesado en el área urbana, y con ello se reduciría la contaminación y el ruido, los tiempos de recorrido”, añade el también miembro de la agrupación Napoleón Ycaza, arquitecto y profesor fundador de la Universidad Técnica de Machala y de la Universidad de Guayaquil.
A decir de Ycaza, este circuito que tendría 134 kilómetros de extensión contemplaría rutas que ya existen en unos tramos y su costo no superaría los $ 200 millones.
Guayaquil: Una ciudad poco amigable para personas con movilidad reducida
Leer más“Evitaríamos atascos, habría tranquilidad. Y es que a diario son unos 400 mil vehículos los que vienen o pasan por Guayaquil a diario. Si los quitamos del área urbana, tendríamos convivencia. Zonas como la Perimetral, Pascuales, la vía Daule no estarían más sentenciadas a convivir con tantos vehículos pesados. Hacer ese circuito no sería por gusto. Tendría un fin, además de una serie de beneficios que incluirían darle visibilidad a todas esas poblaciones inmersas en el circuito, que entonces se sumarían al gran desarrollo del futuro. Los beneficios apuntarían incluso al turismo”, alerta Ycaza.
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Pero dar luz verde a esta nuevo anillo vial no sería la única medida para mejorar la movilidad. Los especialistas hacen énfasis en la necesidad de devolverle a la región la identidad ferroviaria, construyendo un circuito paralelo al automotor que permita la transportación de cargas y pasajeros a través de dos centros de conexión en Virgen de Fátima y Daule con rutas alimentadoras y estaciones, que tengan su convergencia con el puerto marítimo de Guayaquil; que a la vez deberá ser ampliado.
Complementando la conectividad, deberá sumarse el transporte fluvial y el aéreo. Y en este punto, teniendo en cuenta la cercanía que tendría el puente sur con Taura, Ycaza y Fuentes ponen sobre la mesa la idea de levantar el nuevo aeropuerto en este sitio y no en la zona del Daular, como se prevé.
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Un análisis estudiantil sobre la movilidad, a manos de la ATM
Leer más“Por pasar cerca de Taura, en donde se encuentra el Aeropuerto de las Fuerzas Aéreas, ameritaría considerar a este lugar como el sitio apropiado para la ubicación de la nueva terminal aérea. Ya EXPRESO ha dejado claro a través de sus análisis que para los habitantes de Durán, Milagro, Yaguachi, Machala, Quevedo, solo por citar algunos ejemplos, resultaría mucho más corto llegar hasta este punto que al Daular, evitando además nuevos congestionamientos”, argumenta Ycaza; quien invita al alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, a analizar la idea y replantear la ubicación.
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Para él, por el mismo hecho de tener como prioridad al Daular, las autoridades han dejado en segundo plano la construcción del quinto puente, lo que a su juicio, no solo es un error garrafal, sino que evidencia que no ha habido voluntad por parte de los funcionarios para ordenar al Puerto Principal, al Gran Guayaquil, a la región.
“Con este tipo de proyectos, que cuentan con el debido sustento técnico, toda la cuenca del Guayas estaría conectada entre sí, lo que permitiría desarrollar otro tipo de proyectos que mejoren la convivencia. Y es que son cuatro los elementos importantes que inciden en la vida individual y familiar de una comunidad, además de la movilidad: la salud, la educación, la vivienda y la alimentación. Teniendo rutas, habrá vida, gente y la necesidad, o más aún la oportunidad, de levantar centros escolares, de educación media y universitaria, e incluso hospitales”, alega Fuentes; quien hace un llamado a que las alcaldías trabajen como antes de la mano de la academia.
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Los planes para reverdecer a Guayaquil siguen relegados
Leer más“Estamos aquí, listos para ayudar. Ya no queremos soluciones parche. Planteamos cambios porque las generaciones que vienen merecen vivir bien, en sí vivir. Ese será nuestro legado”, piensa.
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Financiamiento: Fideicomisos o concesiones, todo es válido
Para los especialistas Napoleón Ycaza y José María Fuentes, los municipios, además de ejecutar sus proyectos, deben hacer otros que aporten a esa mancomunidad que debe sí o sí existir y que conectaría a Guayaquil y cantones del Guayas hasta con la Sierra, que es lo que se necesita. Y es que las vías al estar cerca de Bucay y La Troncal, beneficiaría a esa región. También al río, aseguran.
Por ello, hacen énfasis en la necesidad de construir ya el quinto puente y el anillo vial. Esta última, una obra que costaría alrededor de $ 200 millones y que se la puede financiar, hacen énfasis, a través de los presupuestos que destinen de forma individual o en conjunto las entidades locales, provinciales y nacionales contempladas en el PIB; o a través de fideicomisos o concesiones. Todo es válido, alega Ycaza.
Las vías de las poblaciones que convergen a Guayaquil y su región, Cuenca Baja del Río Guayas, por el crecimiento poblacional y la exigencia que impone su desarrollo, amerita analizar la tendencia de ampliación también para ciertos cantones de la Sierra, parte norte, este y sur como de Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Loja, Azuay; y de la Costa como Los Ríos, Manabí, Santa Elena, El Oro.
“Con el Puente de la Unidad Nacional, por ejemplo, que fue una obra millonaria, hubo la voluntad de construirla y se logró hacerlo a través de una concesión. ¿Y qué pasó? Ese puente se pagó antes de lo previsto. Por lo tanto, en decisiones de este tipo lo que prima es la voluntad. En nuestra provincia no hay norma para organizar el tránsito ni la conectividad. El vacío es grave. Pero hay forma de revertir el escenario”, sentenció Fuentes.
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