Los gamers ecuatorianos piden incentivos y no solo ser conmemorados

El Pleno de la Asamblea Nacional declaró el 29 de agosto como Día Nacional del Gamer y de las Industrias de los Videojuegos y los Deportes Electrónicos (eSports) en el Ecuador. Esta disposición fue emitida en medio del cuestionamiento de una ciudadanía que exige mayor celeridad para otros proyectos de ley que consideran más urgentes.

Dicha declaración ha generado reacciones por parte de quienes integran la comunidad ecuatoriana de videojugadores. Aunque se abran oportunidades de crecimiento por una legislación a su favor, dijeron que la realidad plasma más obstáculos a enfrentar.

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El abogado Santiago Zambrano, especialista en derecho deportivo internacional, señala que hay procesos pendientes para implementar los eSports en Ecuador. “No es solo declarar un día nacional de los eSports y luego ver cómo regularlos”, indica.

Para él es imperativo que la Asamblea priorice la legislación sobre disposiciones laborales, horarios y descansos en los clubes competitivos. “No tenemos un sistema legislativo que resuelva los conflictos contractuales con los gamers”, dice.

Asimismo, un desafío para los asambleístas que quieran proponer normativas y regulaciones será conocer el tema y capacitarse. “El día de mañana pueden crear una ley que no tiene ni concordancia ni se ata a la realidad del gamer”, advierte Zambrano.

Se aspira a que los eSports en el país sean un catalizador para incluir a la academia y fortalecer la industria gaming, además de profesionalizar a los próximos competidores, explica Juan Guzmán, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Deportes Electrónicos (AEDE).

Él comprende que hay miradas divididas en los eSports con la coyuntura actual, por lo que sus esfuerzos van enfocados en crear competencias nacionales, que con la llegada de los Juegos Olímpicos de Arabia Saudí 2025 catapultará en los deportes electrónicos al Ecuador.

Otros gamers reflexionan que el destiempo en que se aprobó esta moción ha puesto en una posición incómoda a su gremio. John Jairo Jerez es apasionado por los videojuegos desde que tiene uso de razón. A sus 25 años, ha logrado hacer una carrera como ‘caster’ de deportes electrónicos (comentarista, narrador de partidos).

‘‘Esto tranquilamente se pudo haber hecho hace 5 o 6 años. Fue en un mal momento. Día del Gamer, me van a felicitar un día, ¿y? No siento que vayan a bajar de precio los equipos o videojuegos’’, reclama Jerez.

Él observa una falta de madurez en la estructura de los deportes electrónicos en Ecuador. Y explica que a nivel de Latinoamérica, los eSports no son un sector productivo fértil.

‘‘Ahorita la gente va a sacar números, qué tantos juegan tal juego y cuánto ingresan por compras digitales, pero hay muchos factores externos, sociales, que no se están tomando en cuenta, pero todo el mundo está viendo por su beneficio’’, detalla.

Aun así, Jerez espera que este tema logre levantar un interés genuino y saludable hacia el mundo de los videojuegos, recordando que durante años su comunidad ha sido considerada una minoría mal vista, ‘como vagos’, dice.

El súbito interés en la industria del gaming parece orientarse en el dinero que puede mover, según Statista, la plataforma global de datos e inteligencia empresarial. En el 2023, el mercado de los videojuegos en Ecuador alcanzó un valor de 144 millones de dólares.

Por su parte, William Pastor opina que la promoción que le dio la Asamblea al tema es alinearse con otros países. Él es director de Kubox, una arena de eSports ubicada en el Malecón del Salado.

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‘‘Sí, hay temas que eran más relevantes para tratar en la Asamblea, pero hay cosas que no pueden quedarse atrás. Es economía naranja, se dieron cuenta que lo digital puede generar ingresos y profesiones; salen casters, creadores de contenido, entrenadores. No son solo jugadores que se forman’’, explica Pastor, cuyo negocio ayuda a la formación de gamers profesionales.

Juan Carlos Cruz, quien es jugador profesional de Rocket League, indica haberse emocionado al escuchar la declaratoria del Día del Gamer ecuatoriano. "Luego me di cuenta el trasfondo, que es recolectar dinero. De la noche a la mañana te habla del Día del Gamer alguien que nada que ver’’, dijo.

Cruz cuenta que empezar es lo más difícil, pues un computador está valorado, como mínimo, en 600 dólares. ‘‘La gente cree que es bacán, porque te pagan por jugar, pero a veces no te diviertes jugando. Ya es jugar por un empleo, dependes mucho de premios’’. manifiesta.

Más allá de si se trató o no de una maniobra política, todavía no se han detallado los parámetros y el marco legal en el que este proyecto de ley podría beneficiar directamente a los gamers, una comunidad que aspira a consolidarse pronto en el Ecuador.

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