“La gente adinerada consume más y genera más desechos”
En Guayaquil, se recoge basura con más frecuencia en zonas de clase alta que en otras. Hay una veeduría ciudadana al respecto. El Cabildo confirma esa información.
Hugo Villegas, de 47 años, barre la vereda de su casa, en el sector de la Floresta, al sur, para drenar el agua estancada por residuos de basura. Cuando piensa en el sistema de recolección de basura, la primera palabra que viene a su mente es “mediocridad”. Aunque Hugo admite que en los últimos 10 años existen mejoras, aún “sigue siendo ineficiente”.
En 2011, una veeduría acreditada por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social realizó un informe sobre el sistema de recolección de basura en la ciudad de Guayaquil. Allí descubrieron que ciertos sectores de la ciudad eran más atendidos que otros.
En el informe se determinó que en ciertas ciudadelas de clase media y media alta, como Urdesa y la Alborada, recibían más recorridos de recolección que zonas más deprimidas económicamente, como el sur y suroeste de la ciudad.
Desde que se presentó el informe del CPCCS, en ciertos barrios esto cambió (ver infografía), pero en otros sigue siendo igual. Por ejemplo, Martha Hidalgo, moradora del Guasmo, en el sur, cuenta que “la recolección de basura sigue siendo ineficaz en el sector”.
Mientras, al otro lado de la ciudad, Alexandra Laborde, presidenta barrial de Sauces 2, está contenta con el servicio. Con ella coincide Marcia Barba, dirigente de Miraflores.
“Las recomendaciones fueron tomadas en cuenta parcialmente, pero aún faltan cosas por mejorar”, admite la veedora que dirigió la parte técnica del estudio, Raquel Rodríguez, que tiene una licenciatura en desarrollo ambiental.
La recolección aún es ineficiente y mediocre, a pesar de las mejoras que se han implementado. Los recolectores trabajan bien cuando tienen supervisores cerca.
Actualmente, Urdesa, con 28 mil habitantes, tiene un horario de recolección diario, según lo publicado en la página oficial de Puerto Limpio, concesionaria del servicio. Mientras que en sectores del sur, como el Guasmo o la Floresta, con 56 mil habitantes y 64 mil habitantes respectivamente, los recogedores pasan tres veces por semana.
El director de Aseo Cantonal, Gustavo Zúñiga, niega que sectores como la Floresta o el Guasmo produzcan más basura que otros de menos densidad poblacional en el norte. “La gente adinerada puede consumir más, por ende generan más desechos”, justifica vía telefónica con este medio, pero no habla de cantidades. Para él, es cuestión de equidad. No accedió a dar más información por esa vía y aseguró que pronto enviaría “las respuesta por escrito”. También Puerto Limpio ofreció dar cifras para hoy.
Al respecto, David Hidalgo, especialista en regeneración urbana, considera que “las autoridades tienen una visión segregacionista de la ciudad. A los sectores periféricos los acostumbraron a conformarse con las migajas del sistema”, asegura, y a su criterio “el servicio de la basura es visto como un negocio”.
Estamos contentos con la cantidad de veces que se recoge la basura durante la semana. Es congruente con la cantidad de basura que se genera en el barrio.
Sobre esa aseveración, EXPRESO conoció, a través de un informe académico, que el Municipio destina $ 35 por cada kilo de desechos, de los cuales un porcentaje es costeado por los ciudadanos mediante una tasa que es cobrada en la planilla de electricidad; pero dicho porcentaje varía según los ingresos de la familia y el consumo de energía eléctrica.
Desde 1994, la compañía local Valango, junto con la canadiense Chagnón, administró el servicio de recolección de basura por 15 años, bajo el nombre de Vachagnon. En 2010, Valango reaparece como parte del consorcio Puerto Limpio, asociado, esta vez, con Hidalgo e Hidalgo.
En agosto del año pasado, el Municipio porteño adjudicó a la compañía Urvaseo como el consorcio que reemplazaría a Puerto Limpio. Esta empresa también está conformada por Valango, pero esta vez, en sociedad con Urbaser. Es decir, luego de 25 años, Valango sigue al frente del servicio.
- Voces expertas
Se aconseja la recolección por separado
La ambientalista Raquel Rodríguez recalca la importancia de implementar un método de recolección por separado. Los residuos tendrían que ser divididos y recogidos por temáticas: orgánicos, papeles y cartones. “Pero las autoridades deben implementar una reglamentación para ello”, dice la experta.
Esto también ayudaría a sistematizar el trabajo de reciclaje por parte de los chamberos. Rodríguez asegura que no cuentan con una planeación esquematizada de su sustento de vida.
