La genuina entrada a la ciudad que carece de regeneración
Portete de Tarqui está frente a la futura cortina de agua digital, en vía a la costa. Las aceras, la sombra, la reparación de calles y el parque son inexistentes
No llegan a 100 viviendas y llueven las carencias. Frente al sitio donde se prevé levantar la cortina de agua digital de casi $ 1 millón (bautizada como ‘nuevo ícono de acceso a Guayaquil’), se encuentra la cooperativa Portete de Tarqui, donde sus residentes abrieron sus ojos, como efecto de la sorpresa, tras enterarse de que llegará esta obra sin que aterrice la regeneración urbana en esta real entrada a la ciudad.
Precisamente en la vía a la costa, antes de conectarse con la avenida del Bombero, hay una hilera de casas que dan la bienvenida a la urbe y no cuentan con aceras y donde sobresalen pequeños puentes hechos con madera o adoquines. Abajo de estas estructuras hay un canal que, además de charcos de agua, acumula desperdicios.
EXPRESO visitó la zona y comprobó que las calles presentan grietas, mientras que sus residentes reclaman por iluminación y un parque, pues lo único que hay es un juego mecánico con bancas que nadie visita porque allí reina la inseguridad. Es por esto que lamentan que la cara de ingreso se encuentre abandonada.
Una de esas voces es la de Enma Guerrero, quien tiene 34 años en el sitio y es tajante al decir que el Municipio debe priorizar el gasto en obras prioritarias y volcar su mirada a este vecindario. “Hay otras cosas que hacer. Recuerdo que hace muchos años hicieron una regeneración, pero de nada valió. Hay solamente un parque chiquitito y requerimos que se regenere totalmente”, se queja.
Con ella concuerda Narcisa Molina, presidenta del comité barrial, quien considera que la prioridad en el sector es la intervención de las calles, así como hacer unidireccional la calle Juan Trujillo, que se enlaza con la vía a la costa. Con este pedido Molina espera que se acaben los accidentes de tránsito, pues ya perdió la cuenta de los heridos y hasta muertos que se han registrado allí.
La mujer asevera además que en abril anterior, personal municipal socializó que llegaría la atención en las calles, así como en el puente de la avenida del Bombero, por lo que espera que la maquinaria llegue antes de que se acabe el año. “Lo que solicitamos es eso: atención en las calles, aceras y áreas verdes”, subraya.
El tema de la inseguridad, que azota a toda la ciudad, también mantiene en zozobra a este territorio. Ese mismo punto donde piden que la vía sea unidireccional se ha convertido en una “zona roja” en la que los delincuentes aprovechan para asaltar a los residentes que salen a coger buses o taxis para ir a trabajar. Vienen de otros sectores y aprovechan las angostas vías para escapar.
“Nadie se detiene aquí porque hay conductores que ya han sido víctimas de los asaltos, sobre todo por motociclistas que huyen hacia la Perimetral”, denuncia Víctor Gómez, conductor que frecuenta el barrio.
La arquitecta y máster en Urbanismo Rosa Edith Rada, quien tilda como “injusto” que el Cabildo no priorice estas urgencias en la zona, desconoce el beneficio que traerá la futura cortina de agua digital, tanto a los vecinos de los alrededores como a los que pasarán por allí.
“No puede ser que pongan una obra así frente a las necesidades en la vía a la costa, que es el polo de desarrollo. No hay ni un área verde o cultural para que uno pueda recrearse, integrarse o compartir que no sea la que está en el interior de las urbanizaciones”, cuestiona.
En Portete de Tarqui, las familias lamentan que no haya sombra ni un espacio para jugar en ningún rincón del sector. De allí que los niños se ven obligados a jugar dentro de casa, en sus pequeños patios o sobre los pedazos de tierra que hacen de veredas. A todos les toca usar la imaginación para entretenerse. No queda de otra ante la falta de espacios para los niños y las familias, advierten.
Este Diario visitó otros lugares de la urbe en los que ya existen piletas de agua, pero que no están funcionando. Este es el caso de al menos tres de estas infraestructuras en un tramo del malecón lineal del estero Salado, en el sentido hacia Guayarte. Allí resaltan las fuentes, con pequeños puentes y con piedras en su interior. Pero sin agua.
