Georgette Álvarez, la joven que retrata lo que ama hasta con vidrios

El rostro de Diego Armando Maradona, la estrella argentina de fútbol, tiene una mirada triste y una sonrisa nerviosa. Así esta dibujado en un cuadrado de 1.20 por 1.20 metros con acrílico, y tapizado con decenas de trozos de vidrios de botellas verdes de vino.

Las sombras en el cuadro, las forman los vidrios más grandes e irregulares; y la arena blanquecina del material mucho más triturado, forman las luces. Y así la imagen tiene difuminaciones y degradaciones de acuerdo al tamaño de los pedazos punzantes.

El vidrio es cortante y peligroso. La mezcla de este material con el rostro de este astro del deporte, representan cómo las adicciones a las drogas pueden dañar tanto a una persona y apagar su luz. “Es que no solo es arte por estética, sino arte por representar una temática importante”. Lo dice Georgette Álvarez Kronfle de 26 años, su creadora, quien recibe a EXPRESO en su ambiente de trabajo, el mismo que tiene un estilo moderno que la reconforta.

Nació en ella crear el cuadro con vidrios, una vez que observó en su casa las botellas vacías de vino. Esta fue una de las primeras piezas donde mezcló dos de sus pasiones: pintura y fútbol. Y aunque tenía claro que esta fusión, poco común, no es tan apreciada por quienes pagan por arte, se lanzó a marcar su propia línea artística, porque de todas maneras pinta por amor, al amor, lo que ama y no como negocio.

“Otro cuadro que me gustó pintar fue uno que se llamaba 'Messi, superhombre del siglo XXI', que era una comparación con la teoría de Friedrich Nietzsche”, destaca.

Como fanática también del filósofo alemán, Álvarez pintó la imagen de Messi con múltiples ojos a su alrededor. “Representaba la presión que tiene este futbolista encima y que aún así, cada día intenta superarse, como un superhombre”, explica el mensaje de su obra, mientras se mueven un poco, para sentirse más cómoda en el sofá de su oficina situada en la ciudadela Urdesa.

¿Cómo inició en el arte?

Su pasión por la pintura y el dibujo inició desde muy temprana edad. Desde los cinco años, recuerda. En el colegio recibía arte como asignatura y tuvo que elegir una temática para desarrollar subtemas, con los que experimentar colores, materiales y perfeccionar su técnica. Fue ahí donde creó cuadros que destacan el fútbol con sus virtudes y oscuridades.

“En esa época aprendí las técnicas más importantes que ahora empleo, como el carboncillo, lápices de colores, acuarelas y óleo pastel. Era mi materia favorita. Recuerdo que también hice un tejido en cuerina donde representé cómo se creó el fútbol. Dibujé a un grupo de chinos jugando con una especie de balón”, cuenta con una cálida sonrisa.

Pero no solo ha pintado fútbol. También ha retrato las imágenes de personas que ama. Ha plasmado su amor por su madre Georgette Kronfle, por su novio Nahon Manzur y ha calcado los rostros de varias parejas de enamorados y casados. Al menos 15 de estos cuadros guardan en hogares de sus familiares y amigos.

Dos de esas muestras de amor, hecha con carboncillo y lápices de colores, cuelgan, incluso en las paredes blancas de su oficina. Hacen juego con el diseño arquitectónico del espacio que que destaca la elegancia de la mezcla entre los colores claros y oscuros.

Es que para Georgette, la arquitectura y el arte de pintar, forman parte fundamental de su existencia. Por eso cada detalle de su despacho está pensado, calculado y trazado primero a lápiz en una lámina de papel por ella misma. Como arquitecta de profesión y pintora por hobby, hace énfasis en que para que cada pieza salga bien, hay que darle el tiempo que se merece.

“Para hacer un cuadro me tomo de una a dos semanas. Algo que pasa en el arte, es que debes pintar y luego distanciarte de lo que estas pintando para luego volver a ver como va para ver mejor los detalles. Necesitas unos días para hacerlo con calma”, indica.

Georgette tiene una certificación en arte y no descarta perfeccionarse en ese camino. Pues tiene otras aristas artísticas en mente por desarrollar. “Me encantan las etnias, la diversidad que hay en diferentes partes del mundo, pero tengo que investigar, desde un enfoque que me llame la atención y plasmarlos en cuadros”, menciona.

¿Por qué no siguió el camino del arte en lugar de la arquitectura?

Pese a su pasión por dibujar, la vía del arte como carrera no era lo que pretendía, pues pintar como ver jugar al Liverpool de Inglaterra, Al Boca de Argentina o a su equipo local favorito Barcelona, lo prefiere mantener en la línea de sus hobbies.

“Escogí una carrera complementaria. En la que pueda dibujar, entonces elegí arquitectura y desde la universidad me es más fácil representar mis proyectos a mano, así dibujo”, detalla con una mirada de satisfacción.

Tiene un año y medio trabajando como arquitecta independiente. Es directora de proyectos y diseño de una empresa de mobiliario, que fabrica superficies modulares para proyectos de oficinas, locales comerciales y del hogar. Ya ha desarrollado varias obras. Narra que su familia la motivó a lanzarse al mundo laboral como freelance luego de obtener experiencias y aprender de la profesión en una empresa.