El Gran Guayaquil aún puede limpiar su huella contaminante
Los diferentes ramales del estero pueden ser sanados. La recuperación del manglar del Parque Histórico es el ejemplo
Mal olor. Árboles mal cortados. Agua verduzca. Reducción de la vegetación. Escasa área de desarrollo. Basura por doquier. Estos son algunos de los elementos que caracterizan al manglar en Guayaquil. Aunque esto ya tiene data, ¿todavía es factible sacarlo de este coma inducido?
Para los expertos en manglar, consultados por EXPRESO, la respuesta es un unánime sí. Ni siquiera es un podría ser. Pero todo depende de la voluntad política del Cabildo, sentencia Natalia Molina, bióloga, investigadora y docente de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.
Natalia Molina
Para la académica, Guayaquil ya no debe seguir desarrollándose sobre los manglares como ha venido ocurriendo. “En los últimos años se ha venido construyendo edificaciones, parques lineales y Guayarte que destruyen los remanentes de manglar que aún quedan”. A su juicio, estos ecosistemas no han sido priorizados por las administraciones municipales, al ser beneficiosos para el ambiente, así también para el turismo.
A eso se suma la gestión de los residuos, añade Jacinto Monserrate, director del Centro de Economía Circular de Sambito. Para el también ingeniero agrónomo, el rescate de este cuerpo debe empezar por impedir una mala disposición de los residuos, ya que estos desequilibran el manglar y hacen que el proceso de descomposición del lodo sea más lento, provocando que se generen gases.
Asimismo, también es fundamental conservar toda la mecánica del área en estado natural, enfatiza Édgar Muñoz, director de Gestión Ambiental del Municipio de Samborondón. Es decir, limpiar todos los canales donde ingresa el agua del río para abastecer de agua al área; además de eliminar los sedimentos sin lesionar las raíces de los árboles, ya que perderían sustentabilidad y se viran, explica.
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Leer másEsto es parte de las acciones que se implementaron en el Parque Histórico Samborondón para restaurar el manglar que hay en él. Además de no abrir canales que no sean naturales porque “eso mina el sustrato, dañando al bosque”, señala Muñoz. El Parque Histórico tiene una extensión aproximada de 8 hectáreas y 1,7 son manglar.
Pero en Guayaquil, señala Monserrate, sus habitantes han bloqueado los accesos de los ramales del estero con rellenos clandestinos, afectando el ingreso natural del estero. “Al no haber el recambio natural de agua, afecta a los microorganismos propios del lodo que forma parte del manglar y sus especies”. Eso también produce el mal olor e inundaciones.
Aunque para ello también se podría hacer una reducción de los hedores, colocando polvo de roca, sugiere la bióloga. Pero “mientras no se haga un saneamiento del agua no se podrá cambiar esa realidad”. Por lo que Molina exhorta al Cabildo a que se restauren las riberas de los ramales porque “sí es posible” y para ello debe impedir que “las aguas servidas vayan a los ramales del estero”.
Jacinto Monserrate
También podría aplicarse microorganismos, como lo ha hecho la Universidad Ecotec en el brazo del estero, ubicado a la altura del campus universitario Juan Tanca Marengo. Luego de aproximadamente dos meses después de su aplicación, Kelvin Sanoja, coordinador del Proyecto de Biorremediación del estero Salado del centro de estudios, señaló que ha existido una disminución significativa en los contaminantes causante de los malos olores.
Por otro lado, el director del Centro de Economía Circular de Sambito insta a que se tenga en cuenta de que el manglar es el pulmón de la ciudad, por toda la vegetación que en este hay. “Si destruimos el manglar, el calor seguirá golpeando la ciudad”.
Muñoz comenta que aunque parte del área del manglar fue atacado por la cochinilla, no lo atacó gravemente como a los samanes. Esto, porque en el área habitan depredadores naturales -entre ellas avispas, mariquitas y abejas- de ese insecto. “Los sitios donde la cochinilla atacó con mayor fuerza es donde el estado natural (del hábitat) no ha sido conservado”.
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Leer másAunque hace cinco años el Parque Histórico Samborondón inició su restauración, su hito radica en que el manglar sí es posible restaurarlo, sostiene Molina. “Este es el primer manglar restaurado del país”. Para ello, iniciaron retirando la vegetación no deseada: plantas con espinos y arbustos que estaban endureciendo el suelo. Luego quitaron los sedimentos manualmente y fue reverdecido con viveros instalados en el sitio, para ello recogen las semillas del manglar más cercano.
Además, el mantener en buen estado el manglar puede ser una estratégica turística, dice Carlos Álvarez, gerente general de la Empresa Pública Municipal de Parques de Samborondón. Pero “más allá de eso debe verse como una responsabilidad”.
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