Un grupo de jóvenes se unen para llevar rosas y cartas a un asilo
La idea nació en una pastelería de Los Ceibos, la que también regala desayunos a quienes tienen el cielo como techo y una acera como colchón
¿Qué hay de especial en una pastelería de un vecindario? En cada barrio hay una panedería, una dulcería. En la mayoría los vecinos se encuentran al momento de ir a comprar. Hasta aquí una actividad de la vida cotidiana.
Pero en una del norte de Guayaquil, en esos encuentros de los vecinos, nació la idea de alegrar a quienes viven en un asilo. En Los Ceibos, en Pakoa Postre Bar; allí un grupo de jóvenes marcaron la diferencia en una actividad de la vida cotidiana. En común tienen que aman la música.
Ellos no se citan, no practican juntos; pero si coinciden se arma el karaoke entre postres.
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Leer más¿Por qué contar esto? Porque en una tarde de invierno, de febrero de 2020 entre acordes de guitarra nació la idea de hacer comunidad, hacer prójimo, expresar cariño a quienes viven en un asilo.
Las páginas de los diarios se llenan cada día de historias de jóvenes que roban, de jóvenes que se drogan, de jóvenes que hacen retos que atentan contra su vida, como el rompecráneos. Pero cuántas noticias salen de jóvenes haciendo una actividad positiva. Pocas veces.
Entonces vale sumergirse en la historia de Gaby Constante, de 23 años. Ella en lugar de emplear su tiempo de ocio para planificar cómo festejar el amor entre chicos de su misma edad, planteó ir a un asilo y pasar una tarde con ellos.
Canciones iban, canciones venían y así como en una partitura los silencios crean las más maravillosas melodías, en las pausas del karoke brotó el complemento de una tarde con los ancianos, llevarles cartas escritas por la comunidad, rosas y cantar con ellos.
El plan quedó redondo, con la ayuda de otros chicos unieron decenas de cartas y se fueron el miércoles 12 de febrero a comprar 70 rosas.
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Leer másLa cita con los adultos mayores fue el jueves 13 de febrero, a las 17:00, en la Fundación Clemencia, Asilo Sofía Ratinoff. El grupo está conformado por seis jóvenes: Diana Oña, Diego León, Vicente Cárdenas, Jimmy Román, Gaby Constante y Gia Espinoza, todos vecinos en Los Ceibos. Pero las cartas llegaron de muchos otros barrios de Guayaquil y es que las acciones positivas también contagian. (La crónica de la entrega de rosas y cartas en el asilo leerla bajo el título 'La fiesta del amor no olvida a divorciados ni a ancianos').
La pastelería se caracteriza por hacer obras en favor de las personas, en el mostrador los vecinos pueden donar dinero para los desayunos que se regalan cada viernes a quienes tienen el cielo como techo y la acera como colchón.
Mucho más allá de una festividad, las acciones positivas de estos jóvenes y del vecindario ganaron un espacio en el mundo de las noticias y justamente porque la maldad y la inseguridad ha crecido como la malahierba. Se necesitan más panaderías, pastelerías o dulcerías del barrio que hagan prójimo.