De alumno con bajas calificaciones a restaurantero exitoso
Guayacos: El chonero Douglas Zambrano empezó vendiendo jugo de naranja y ahora le muestra a Guayaquil las delicias de su tierra en el Manaba Express. Bombero voluntario y guayaco de corazón. Aquí su historia
Guayacos es una sección en la que contamos historias de los habitantes de Guayaquil, vidas que alimentan y hacen más rica esta ciudad. Relatos que ayudan a conocer mejor la madera de la que están hechos.
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Leer más“Cada vez que alguien va a Mucho Lote 1 y pregunta ‘¿dónde queda el Manaba Express?, cualquiera le indica donde es”. Lo dice sonriente y con orgullo el manabita Douglas Zambrano, su propietario. Es verdad, en ese sector del norte de Guayaquil, todo mundo conoce al restaurante y conoce al dueño.
Pero para tener la popularidad que ahora tiene, Douglas, de ahora 34 años de edad, tuvo que trabajar duro y ser constante en sus sueños.
Desde adolescente supo que lo suyo no eran los estudios, sino los negocios. Cuando cursaba el cuarto año de colegio, en su natal Chone, en Manabí, Douglas hizo una primera prueba y decidió abandonar los libros para ir a vender panes en una pastelería. Su padre se enteró y le dio una ‘buena reprendida’. Pero al poco tiempo el muchacho se olvidó de sus promesas.
A sus 14 años perdió el año de clases y por temor a que su papá ‘le diera una paliza’, se escapó de la casa, tomó un bus y llegó a Guayaquil. Se instaló en la terminal terrestre y retomó su objetivo: trabajar para no tener los bolsillos vacíos. Ahí cargó bultos y maletas por 15 días.
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Leer másMás tarde se cansó de vivir en los fríos rincones de la terminal y no poder saciar el hambre a tiempo. Volvió a su tierra, pero volvió a tener malas notas en el colegio.
Un día, su tío lo visitó y le propuso llevarle otra vez a Guayaquil, para que le ayudase en el negocio de la panadería. Él encantado aceptó, pues su sueño se cumplía: iba formalmente a trabajar. Así llegó a Sauces, en el norte de la urbe.
Luego su tío cerró la panadería y se dedicó junto a él a vender jugo de naranja y ensalada de frutas. Además de aquello, laboró en una despensa, repartiendo en un triciclo gaseosas y agua en las tiendas; y cuando fue mayor de edad, trabajaba atendiendo y limpiando una discoteca en las noches.
Después ingresó a una empresa de telecomunicaciones, como instalador de cables de telefonía e internet en las viviendas. Unos años más tarde, la empresa lo liquidó con $2.190. Y fue así, que en lugar de volver a buscar trabajo, con ese dinero decidió arriesgarlo todo y montarse uno propio.
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Leer más“Empecé con una carreta, dos tachos de jugo y con un gran sueño”, lo cuenta con un tono nostálgico. “Tenía tanto miedo iniciar el negocio, porque creía que nadie iba a comprarme. Sin embargo, mi primera venta fue de $ 76. Para mí fue bastantísimo”, añade.
Fue hace 9 años cuando se instaló en un punto de Mucho Lote. Su carreta era pequeña que no destacaba en el barrio, pero los jugos gustaron. Luego agregó empanadas de verde a la venta y la demanda de compradores subió. Y así estuvo, los primeros nueve meses trabajando todos los días, de 06:00 a 22:00.
“Tener este negocio, me ha costado lágrimas. Llegar a tenerlo no ha sido fácil”, menciona.
El Manaba Express ahora es un local con restaurante, bar y hasta un pequeño salón para eventos. En la entrada, hay empanadas y una variedad de juegos: de naranja, sandía, guanábanas y más. Allí, 20 empleados ofrecen a los comensales una variedad de comida manaba como tonga de gallina criolla, longaniza manaba, corviches, tigrillo, bolones, guata, secos y más. En las tardes y noches también hay atención y platos a la carta.
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Leer más“Mi restaurante es un pedazo de Manabí en Guayaquil”, lo resalta. Pues indica que no solo se trata de un negocio, sino de mantener viva su tierra natal en la ciudad que lo acogió.
El lugar es tan popular, que hasta recibe visitas constantes de personajes famosos nacionales e internacionales.
“Futbolistas y gente de la farándula. También artistas como el salsero y exintegrante de la Suprema Corte, Carlitos Romero; otros como Álvaro Granobles, Chamaquito Rivera, Hansel Camacho…”, detalla.
Douglas además es bombero voluntario y junto a su esposa estudia gastronomía, con la intención de especializarse más en platillos y abrir ramales de su negocio.
“La personas que me conocen desde que inicié este negocio o de cuando vendía colas, ahora llega al local y me dicen sorprendidos ‘Mabana cómo has crecido’ y aquello me hace feliz”.