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Aguja mágica, negocio familiar de confección de prendas.VALENTINA ENCALADA ORTEGA

Rehacer prendas, la responsabilidad socioambiental de la 'Aguja Mágica'

Guayacos. Alejandra Durán es una de las nuevas responsables de la 'Aguja Mágica', un negocio familiar que arrancó 2009 y tiene como fin fomentar el uso responsable de la ropa.

Guayacos es una sección en la que contamos historias de los habitantes de Guayaquil, vidas que alimentan y hacen más rica esta ciudad. Relatos que ayudan a conocer mejor la madera de la que están hechos.

"Somos parte de una industria en la cual hay demasiada contaminación ambiental, la textil...", con estas palabras empieza Alejandra Durán a describir por qué existe Aguja Mágica, un negocio familiar que comenzó en el 2009 con la finalidad de remendar y confeccionar prendas y fajas.

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Desde el 2020, en plena pandemia del coronavirus, esta guayaquileña de 23 años, se hizo cargo de tres tiendas junto a sus hermanos Tony y Eduarda, cada quien aportando desde su área de conocimiento. Alejandra, por su parte, rescata que su misión es concienciar a los demás del uso responsable de la ropa.

A diario, en los talleres y hasta en las casas, hay retazos de telas que sobran de alguna confección o desperdicios de prendas que quizá podrían terminar en la basura, pero en Aguja Mágica esa no es una opción. En este lugar aprovechan cada recorte para crear moños, pañuelos, nuevas prendas, y hasta relleno de cojines.

De todo lo que crean, una parte se obsequia a los clientes a cambio de obras ecoamigables. "Incentivamos a que las personas nos envíen una foto mientras botan correctamente a la basura las mascarillas que hay en la calle; con eso les obsequiamos descuentos, regalamos mascarillas reutilizables o arreglos de ropa gratis. Siempre buscamos la manera de ayudar ambiental y socialmente", resalta Alejandra como parte de las campañas que constantemente anuncian en redes sociales.

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Asimismo, con el hashtag #DevuélveleAlPlaneta incentivan durante todo el año a que las personas donen su ropa, y en compañía de fundaciones visitan comunidades de bajos recursos para donarles lo recolectado junto a víveres y medicinas.

Aguja Mágica
Visita a niños de escasos recursos en Durán que recibieron prendas de la aguja mágica.Cortesía

Fashion Revolution

Inspirados en el movimiento global 'Fashion Revolution' y sus campañas de transparencia en la cadena de suministros de la moda, Aguja Mágica también se sumó a la causa y muestra quien está tras la elaboración de una prenda. Alejandra explica que la intención es demostrar que "detrás de la prenda que llevas no hubo crueldad ni maltrato, son personas que disfrutan su trabajo".

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Actualmente Aguja Mágica cuenta con 30 colaboradores entre costureras, modistas y sastres. Y tienen tres locales, uno en Plaza Triángulo, otro en Buena Vista Plaza y en Blue Coast. Este último fue abierto con la condición invertir económicamente lo más mínimo. Por eso Alejandra adecuó el espacio utilizando mobiliarios que ya no usaba en su casa, como espejos, fierros y muebles. Todo fue pintado y forrado. Convirtiéndolo en un local sostenible.

Una prenda puede ser modificada tantas veces como la creatividad lo quiera, y esa es en parte la intención que tienen en este negocio, cuyo slogan dice: 'El lugar donde todas tus ideas son posibles con un equipo experto en confecciones, transformaciones y arreglos de ropa desde una filosofía ecoamigable'.

El equipo de trabajo se alista para en los próximos meses brindar a los clientes la opción de vestimenta para mascotas, aprovechando los retazos de prendas.

Según el informe titulado 'Puntadas tóxicas, por Greenspace, en el mundo se producen alrededor de 80.000 millones de prendas; el equivalente a algo más de once artículos al año por habitante del planeta.