Pigmentos naturales en prendas de vestir, la idea sostenible de 'Sandye'

Guayacos es una sección en la que contamos historias de los habitantes de Guayaquil, vidas que alimentan y hacen más rica esta ciudad. Relatos que ayudan a conocer mejor la madera de la que están hechos.

Un stand exhibe varios frascos que contienen cúrcuma, achiote, col morada, café pasado, pepa de aguacate, índigo, flor de Jamaica y otros pigmentos de origen natural. Estos son utilizados para teñir las prendas de 100 % fibra. Entre los productos finales hay coloridos moños, sombreros, carteras, blusas y metros de tela listos para confeccionar. 

Sandy Correa es quien está atrás del proceso de esta creación a la que llamó Sandye, porque crea prendas sostenibles, que combinan el tie dye con el teñido natural. Todo lo hace desde casa.

Esta guayaquileña de 24 años, luego de ver un documental sobre la industria de la moda, y el costo ambiental que esta provoca, comprendió que no solo ella debía cambiar sus hábitos de consumo, sino que también debía enseñarle a los demás cómo cuidar mejor el medio ambiente.

Por eso reemplaza el uso de colorantes artificiales y sintéticos por los naturales obtenidos de las plantas, tallos, semillas, raíces, flores y frutas para teñir prendas o artículos de tela, en algunos casos también crea el efecto tie dye.

"100 % paciencia", así describe Sandy el proceso de pigmentado, el cual le toma alrededor de 4 a 5 días según cada diseño de prenda: lavado, mordentado, teñido y secado. Pero enfatiza que el proceso completo implica siete pasos, desde hacer un bitácora donde apunta el peso de cada prenda y cantidad de agua y de productos hasta las fotos y empaque para la entrega.

Por eso ella destaca que la confección de estas tienen un valor agregado, ya que además de ser personalizada, también son un producto 100% ecuatoriano. Ella dice: "Mi enfoque es demostrar que los procesos artesanales son mejor inclusive que los de las grandes empresas".

La guayaquileña asumió el reto de empezar con su propia marca a inicios de la pandemia, y contando con el apoyo de su madre, María Elena Andrade, renunció a su trabajo para dedicarse de lleno a Sandye, una marca que crea prendas sostenibles y que también combina el tie dye con el teñido natural.

Sandy aspira tener su propio taller y dar plazas de trabajo a más artesanos igual a ella. Espera mostrarles a los demás que hay opciones de consumo amigable con el medio ambiente.