Guayaquil, una ciudad con lugares turísticos por explotar

Guayaquil tiene varios sitios que han sido catalogados como turísticos. Incluso hay algunos que tienen potencial para ser incluidos en el portafolio de recorridos o paseos que se puede ofrecer a los viajeros locales e internacionales, consideran algunos expertos en turismo.

Para José Alberto Medina, docente en la carrera de Turismo y coordinador académico del Sistema de Educación a Distancia de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, la urbe debe aprovechar los beneficios de ser una ciudad-puerto, porque al ser un punto de entrada del país, los turistas tienen muchas expectativas, las cuales deben ser satisfechas. A su juicio, hay otros atractivos que “resultan bastante interesantes, pero que no han sido potencializados en su capacidad”.

Un ejemplo de ello, su ría, señala Medina. Para él, el río Guayas puede ser una opción de transporte turístico, desde el cual puede apreciarse toda la cotidianidad de la ciudad. Y se podrían añadir recorridos a través de sus aguas. Recuerda que en la década de los 60, 70 y casi llegando a los 80, la urbe vivió un romance con el río, por lo que ve como una opción ideal implementar ferris que puedan recorrerlo.

Otro destino que los turistas podrían apreciar es el trabajo arquitectónico de Las Esclusas. Medina explica que esta es una obra de ingeniería civil en la cual se transportan las embarcaciones desde los brazos remanentes del estero hacia el río Guayas. Esta visualización, comenta, “resultaría un paseo bastante interesante, ver cómo funciona esta tecnología”.

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Otros sitios con potencial

Por otro lado, Kimberly Campos, docente de la Facultad de Turismo y Hospitalidad en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), señala que el Bosque Protector Cerro Blanco es otro sitio que tiene potencial y que no ha sido explotado turísticamente. Subraya que otros países, como Costa Rica, sí potencian su biodiversidad. Sugiere que este sitio debe ser aprovechado, ya que se puede hacer turismo de aventura, acampar, entre otras actividades.

Los manglares urbanos, agrega Campos, también pueden ser un punto clave para atraer al visitante. Para la especialista, estos sitios deberían ser parte de la oferta, más aún en Guayaquil, que goza de este recurso dentro de ella. Propone que se hagan recorridos en kayac. Además, se puede hacer avistamiento de fauna (como aves) y flora.

Medina comenta que otra propuesta podría centrarse en darle un giro a la Aerovía. Este medio de transporte también podría ser turístico. La oferta incidiría en la estación Tres Mosqueteros. De allí llegarían al cantón Durán y los turistas podrían encontrarse con plazas gastronómicas, espacios de manifestación cultural para obras de teatro y juegos populares, algún tipo de bazar de artesanías, algo que permita a la gente pasar dos o tres horas en el sitio.

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Apostar por el turismo oscuro

Asimismo, el Cementerio Patrimonial debería ser considerado dentro del portafolio de turismo, como lo es el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires, Argentina, compara Campos. Ella asegura que este sitio es muy visitado por quienes van a ese país. Aquí el Cementerio General de Guayaquil tiene arte, cultura, historia y más atractivos que atraerían a los viajeros.

Con ella concuerda José Luis Proaño, docente de Turismo de la Universidad de Guayaquil (UG). A este tipo de turismo se le puede añadir la antigua cárcel de la ciudad; el antiguo anfiteatro de la UG, ubicado antes del cementerio, en las calles Julián Coronel y Ximena; la antigua morgue de Tránsito, ubicada al pie del cerro del Carmen.

La historia de la ciudad debe ser parte de la oferta

También se debería aprovechar, según Proaño, los más de 200 años de historia que tiene la ciudad. Cuenta que la calle 10 de Agosto, considerada una de las más largas de la urbe, con 42 cuadras que van desde el estero Salado hasta el río Guayas, guarda mucha historia. El motivo del nombre de la calle y la historia de los edificios a lo largo de ella constituyen una riqueza que se podría explotar, como la iglesia Nuestra Señora del Carmen o también conocida como La Victoria, porque al frente de esta ocurrió una batalla. Pero los sitios deben ser adecuados y ofrecer seguridad a los visitantes.

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Otro punto es la Casona Universitaria, donde se inició la Universidad de Guayaquil, un edificio patrimonial donde lastimosamente se dio una masacre en la dictadura de José María Velasco Ibarra. Allí hay arte francés e italiano, comenta.

El barrio Cuba también sería otro destino. Se dice que fue el primer lugar donde llegó la salsa a la ciudad, con el Cortijo Bustamante. La historia de este y otros sectores como el barrio Orellana, donde están los árboles denominados lluvia de oro, o el barrio del Seguro tienen que ser rescatados y potenciados, considera Proaño. Para activarlos, recomienda que se opte por llevar a estos lugares inversiones de gastronomía fusión, lo que sería también llamativo para el turista.

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