Ernesto Albán
Ausencia. En las noches, la avenida Ernesto Albán luce vacía; no hay movimientos de personas a pesar de que los restaurantes y minimarkets están abiertos.FRANCISCO FLORES

Guayaquil: La falta de seguridad mata el comercio en la Ernesto Albán

En esta avenida del sur, los negocios lucen con poca gente. Los comerciantes toman medidas de autoprotección

La avenida Ernesto Albán Mosquera, ubicada en el sur de Guayaquil, tiene dos caras. Aunque el lado de la avenida que está ubicado en el sentido sur-norte se está desarrollando en torno a la gastronomía, la seguridad es un factor que no permite que esta despegue. La Policía no es vista frecuentemente, por lo que los comerciantes deben tomar medidas de autocuidado.

CADAVER EN PUERTO SANTA ANA

Alarma a Puerto Santa Ana: encuentran un cuerpo desmembrado en el río Guayas

Leer más

A lo largo de las tres primeras cuadras de las avenidas Ernesto Albán y la 25 de Julio, la variedad de la oferta gastronómica es lo que llama la atención. Así también, el diseño y la decoración de sus locales; lo que difiere con el otro lado de la avenida, cruzando el puente, en el sentido norte-sur.

No obstante, pocos comensales se observan dentro de los restaurantes, en horas de la tarde. Unas dos personas suelen ocupar una mesa, en ciertos locales. En otras, el sitio luce vacío. Otros, aprovechan la hora, 15:30, para limpiar y arreglar el piso, las mesas, adecuar todo para cuando lleguen los clientes.

No todos quieren hablar sobre cómo está la zona ni sus necesidades. Varios sonríen, pero no desean expresarse sobre la seguridad ni cómo se está desenvolviendo comercialmente esta arteria. Prefieren guardar silencio, mientras miran a todos lados. Sienten miedo.

Casos de delincuencia

Sin embargo, algunos sí comentan, pero de cómo se cuidan. Juan José Chávez, propietario del restaurante El Charrito, un local de comida mexicana, expresa que él no ha sufrido extorsiones durante el primer año de funcionamiento de su emprendimiento. Pero supo de un local, a dos casas de donde él está, se había cambiado de sitio porque había sido extorsionado. El miedo existe, asegura.

LEA TAMBIÉN: Un atractivo turístico por ofertar en Guayaquil: las cúpulas

Ernesto Albán
Comensales. En los locales se ve poca afluencia de personas. En varios suelen haber una pareja y en otros ninguno. Estos sitios han tomado medida para que sus clientes estén seguros.FRANCISCO FLORES
Las puertas están cerradas y abrimos solo si notamos que todo es fiable. Vemos quienes entran, si entran en grupo o tiene otras personas a su alrededor. Estamos atentos a todo.

Juan José Chávez

Propietario del restaurante El Charrito

A él le robaron el celular, a la vuelta de la esquina, hace unos meses atrás. Pero no ha sufrido otro asalto, afirma.

Aunque sus vecinos aseguraron a EXPRESO que en este sitio no han sido amenazados con ninguna extorsión o ‘vacuna’, el viernes 10 de enero de 2024, a un hombre lo asesinaron mientras iba caminando al negocio de su madre, alrededor de las 17:00. Él habría recibido entre ocho y diez disparos de armas de fuego en la cabeza. Los dos sicarios, según las imágenes de cámaras del sector y lo que aseguraron los testigos, huyeron en una motocicleta.

La madre del asesinado, según contaron algunos comerciantes, tiene un negocio de frutas y legumbres y a ella, unos sujetos le habían pedido dinero para garantizarle seguridad personal y para su negocio; pero ella se había negado a entregarles la suma de dinero.

Allison Mejía, administradora de Wantan Ging & Asai Sushi Express, menciona que mucha gente, desde las 12:00 hasta las 15:00, procura no salir de sus casas porque suelen robar. Luego de esa hora, como hay más movimiento de personas, “no pasan tantas cosas”; aun así, Mejía considera que allí “las tardes son un poco peligrosas”.

LE INVITAMOS A LEER: Guayaquil puede crecer gastronomía y turismo: esto dicen los emprendedores

En la Ernesto Albán hay movimiento, pero cruzando el puente no hay ofertas gastronómicas. Se necesita presencia policial para que la gente se sienta segura y salga en las tardes.

Allison Mejía

Administradora de Wantan Ging & Asai Sushi Express

¿Qué medidas de autoprotección que han tomado los comerciantes?

Debido a la situación de inseguridad que azota la ciudad, los comerciantes de este lado de la avenida han tomado varias medidas de seguridad, porque, afirman, que la Policía ronda el sitio cada cierto tiempo, pero que no es frecuente. Mientras el equipo de EXPRESO estuvo en el sitio, en la tarde y la noche, no presenció que algún miembro de las fuerzas del orden recorriera la avenida.

Darwin Huacón es barman y asistente de mesa en Der Koktel del sur, comenta que la Policía “pasa un ratico” y luego se van, pero de vez en cuando. Sin embargo, luego de las 24:00 ya no ven a ningún uniformado y como se quedan prácticamente solos, ellos prefieren cerrar sus puertas para ofrecer seguridad a sus clientes que permanezcan dentro de estos restaurantes.

Además, entre los locales han creado un chat para mensajearse cuando ven a un sospechoso, expone Huacón. Así, ellos observan a la persona y tratan de vigilar. Los botones de pánico son otra herramienta que todos los locales dicen contar.

LEA: Guayaquil: Los miradores requieren vitalizarse

Ernesto Albán
Los locales comerciales toman medidas para brindar seguridad a sus clientes como a ellos mismos. La oferta gastronómica en el sector es variada.FRANCISCO FLORES
La seguridad da tranquilidad porque no es agradable ver a nuestros clientes que comen, mientras están viendo para todos lados por si aparece algún ladrón a llevárseles el teléfono.

Juan Pablo Chávez

Propietario de El Charrua

Otra medida de seguridad son las cámaras, indica Mejía. Las personas deben tocar el timbre. Si reconocen al cliente, pasa; de lo contrario no; lo analizan antes de dejarlo ingresar.

Juan Pablo Chávez, propietario de El Charrúa, una carreta de sándwiches y picadas, señala que para que esta avenida se reactive económicamente, algo que se había logrado hace un par de años, se requieren de más seguridad. Solo así la gente saldrá más y sin temor a que los asalten.

¿Qué opinan los moradores?

Mónica Delgado, quien habita en la ciudadela 9 de Octubre, cerca del lugar, asegura que ha dejado de concurrir a los negocios ubicados en la Ernesto Albán y la 25 de Julio. “En 2023 e inicios de 2024 vi con alegría cómo estas avenidas lograron florecer, se veía gente comiendo, en las calles, estacionadas, caminando sobre las veredas entre amigos. Ahora todo luce vacío. En las noches pocos se atreven a comer en los sitios. Y aunque los negocios tratan de darnos seguridad, hay algo que nos supera. Y es el miedo a ser víctimas colaterales de algún crimen”, sentencia.

PODRÍA LEER: Un mercadito para disfrutar con la naturaleza

Ernesto Albán
Varios locales lucen con pocos comensales. Varias personas tratan de no deambular por el sector porque temen a ser asaltados.FRANCISCO FLORES

Bernie Calderón, quien habita en el sur, coincide con Delgado y confiesa que, aun estando a pocos metros de los locales gastronómicos, prefiere pedir comida para llevar. “Hay noches en las que no se ve a nadie en la calle. Pasadas las 20:00 pasan motos, pero no policiales y muchas sin placas, y eso nos genera algo de temor. Me gustaría ver viva esta arteria. Ya lo estuvo y la convivencia era de lo mejor”, reconoció.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!