Gusanitos de colores tiñen de gris el humor de residentes de Durán
El negocio genera desorden en la zona de la estación de la aerovía.
Pasó desde que empezó a funcionar la aerovía. El malecón de la ciudadela Abel Gilbert, de Durán, se convirtió en un mercadillo y luego en estación de gusanitos de colores.
El ambiente encendido de la noche contrasta con el enfado de propietarios de los locales que están en la zona, quienes reseñan que la contaminación, el ruido y el desorden dañan la imagen del lugar.
Así lo afirma Cristina Velasco, quien tiene un local de comidas en el lugar. “Y ni hablar de cómo manejan. A veces ha habido peligro de que se choquen con autos o motos y nadie hace nada”, reclama.
Adicional a eso, Anthony Almeida, otro vecino, pide al Municipio de Durán, quien ya fue notificado de esta problemática, que controle el uso de la vía pública en el sitio.
Como la avenida es muy transitada ahora que está la estación de la aerovía, se arma un caos, sobre todo en las noches
Hay al menos media docena de gusanitos que hacen estación al pie del malecón. El recorrido vale un dólar y contempla un viaje hasta la Primavera 2, de unos dos kilómetros.
Los conductores ponen música a todo volumen y hacen girar los nudos del bicho mecánico en varios tramos.
