“No hay operativo que pueda frenar los robos en los buses”
El plan que lanzó la Policía hace cuatro meses no ha reducido el problema, según los transportistas. Exigen que se ejecute la estrategia prometida.
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Leer másEn el bus 1022 de la línea 61, la tarde del pasado sábado 7 de diciembre, se embarcaron dos hombres. Luego de varios minutos de hacerse pasar como pasajeros, se levantaron de los asientos, uno con un arma de fuego y el otro con un cuchillo. Ambos insultaron y amedrentaron a los viajeros y al conductor y les quitaron sus pertenencias: celulares, carteras y otros objetos de valor. Bajaron del carro y se marcharon caminando.
Las imágenes del delito y los rostros de los antisociales quedaron registrados en las cámaras de seguridad del bus.
El hecho ocurrió en una zona identificada como peligrosa por los conductores y pasajeros. Se trata de una ruta en la que, tal como pasa en otros sectores de la ciudad, los robos no han parado, pese a las nuevas estrategias que la Policía prometió hace cuatro meses.
Es que ese suceso no fue un caso aislado. De hecho, ese mismo día, dos buses más de la misma línea 61 también sufrieron asaltos. Así lo cuentan a EXPRESO los conductores de esta cooperativa, que tiene su estación en Puerto Hondo, en vía a la costa, norte de Guayaquil.
La diferencia es que los otros dos vehículos no contaban con cámaras de seguridad y los delitos no quedaron registrados.
“Casi todos los días padecemos con los robos”, asegura Luis López, administrador de esa cooperativa de 50 unidades, a la que también pertenece la línea 75.
Tienen tantas anécdotas como argumentos. El martes pasado, dos antisociales se subieron en la esquina de Capitán Nájera y la 29 a otra unidad, y cuatro cuadras más adelante asaltaron a los pasajeros. “Uno me apuntó con el arma y me dijo que conduzca despacio. No me quedó de otra que hacer lo que me decía”, cuenta Carlos, otro conductor, quien prefirió omitir su apellido por miedo a represalias.
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Leer másEl miércoles hubo un intento de robo en el bus 878. El chofer identificó al delincuente y no quiso abrirle la puerta. El ‘pillo’, en su frustración, rompió un vidrio del bus.
Con esa situación conviven la mayoría de los 2.700 buses de transporte urbano que recorren Guayaquil.
El bus 1022 es el único de la ciudad que cuenta con un sistema de cámaras de alta resolución, que instaló en esa unidad la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) a manera de prueba, por dos semanas. No obstante, pese a las imágenes, los antisociales no han sido detenidos.
Ahora, la preocupación de los conductores y de las cooperativas, cuenta López, es más crítica este mes de diciembre, cuando ocurren más asaltos. Por ejemplo en la cooperativa 61-75, en lo que va de diciembre, se han dado en promedio tres robos por día, cuando hasta octubre contaban alrededor de ocho por mes.
En agosto pasado, para disminuir estos delitos, la Policía Nacional, en coordinación con la Gobernación del Guayas, en una reunión con los transportistas urbanos se comprometió a realizar patrullajes constantes en los puntos calientes de las rutas de los buses (donde frecuentemente se suben los ladrones).
También les prometieron que agentes de la policía se subirían vestidos de civiles a los buses, para sorprender a los delincuentes.
“No hemos visto nada. No vemos patrullajes y cuando alguien asalta dentro del carro, esperamos que el agente encubierto reaccione, pero no pasa”, lamenta López.
EXPRESO consultó a varios conductores de otras cooperativas, como las líneas 63, 132 y 10. Y la respuesta fue similar. “Al menos yo no he visto más patrullajes de los que había antes de agosto”, afirma Sebastián Tapia, conductor de la línea 10.
El general de la Policía de la Zona 8, Ramiro Ortega, respondió a este medio que los patrullajes prometidos y las estrategias se están cumpliendo a cabalidad.
Sin embargo, indicó que no ha sido posible cubrir todas las rutas en cuatro meses. “Trabajamos en los sectores que tenemos como más conflictivos: la Trinitaria y el sector de la entrada de la ocho”, detalló.