Héctor Vanegas: “Estoy decepcionado por todo lo que no se ha podido hacer”
EXPRESO habla con el concejal independiente del Municipio de Guayaquil sobre la labor de los ediles y el silencio de la mayoría frente a las problemáticas de la ciudad
EXPRESO ha venido publicando una serie de temas que reflejan el abandono en el que se encuentra la ciudad y el silencio frente a estos problemas por parte de la Alcaldía y, prácticamente, todos sus concejales. De los 15, apenas 2 o 3, con suerte, son los que reaccionan; y es esta falta de respuesta la que ha dado cabida a una comunidad que ha perdido la esperanza en sus autoridades. Frente a ello, este Diario habla con Vanegas, también doctor en Jurisprudencia y magíster en Derecho Procesal y en Ciencias Penales y Criminología, sobre el rol de los ediles y la deuda que tienen con sus votantes.
Caso vallas: la mayoría del Concejo calla frente al problema
Leer más- Luego de que EXPRESO publicó una caricatura en la que había alusión al silencio de los concejales frente a los problemas que atraviesa Guayaquil, usted aseguró que no se podía meter a todos los concejales en el mismo saco. ¿Qué ha hecho usted para no estar en la misma lista?
Escuchar al votante, trabajar por la ciudad. Eso de mantener el silencio jamás ocurre conmigo. Yo tengo respaldados todos los pedidos de fiscalización que he hecho, además de las consultas de ordenanza, son 1.900 oficios los que he enviado. Bajo la facultad fiscalizadora que tengo, hago la consulta y, producto de aquello, se han hecho algunos correctivos. Se logró, por ejemplo, rebajar las multas de tránsito y condonarlas mediante trabajo comunitario; así como intervenir calles en estado alarmante. Sin embargo, hay temas donde no me han escuchado.
Cuáles, por ejemplo.
He pedido que se cree una dirección de Patrimonio Cultural, pero nadie dice nada. Cómo es posible que aquí haya edificaciones que son obras de arte y estas se sigan cayendo a pedazos. Cómo es posible que no haya dinero para que las reparen, son temas que turísticamente nos ayudarían como ciudad...
Y qué hay de la seguridad. Usted es exfiscal, conoce el terreno. ¿Por qué su voz no se ha volcado hacia este tema?
Por supuesto que lo he hecho, pero mis planteamientos no han sido escuchados, pese a tener los soportes técnicos. Yo solicité de hecho que se oficie al Gobierno Nacional que coloquen los inhibidores de señales alrededor de la Penitenciaría y nunca me hicieron caso. Eso hubiese frenado esas comunicaciones que hubo de adentro hacia afuera con los reos. También pedí que se entrenen a los guardias de seguridad, que son más que los policías, a fin de que sirvan de apoyo; he pedido que el Gobierno nos dé cuentas de cómo invierte el dinero que el Cabildo le ha dado a la Policía, pero no he tenido respuesta. Guayaquil, la Zona 8, es como Sinaloa y nadie dice nada.
¿Se siente ignorado por la alcaldesa Cynthia Viteri?
Me siento decepcionado, pero de forma general por todo lo que no se ha podido hacer. Fui elegido por un partido que colocó un solo concejal y gané. Es la aceptación del pueblo la que me tiene aquí. Hay observaciones que sí han sido tomadas en cuenta por la Alcaldía, yo he apoyado otras, pero hay cosas que están mal. Que no tengamos oficinas para atender al ciudadano es una de ellas. He podido tener cabildos comunales, pero porque he recorrido los barrios, porque sé que el concejal no puede estar aislado. Yo tengo una oficina, pero ¿y si no? ¿Dónde recibo a la gente? ¿En el parque? Hay limitaciones.
La alcaldesa tiene sus virtudes y por eso, en algunas cosas la respaldo. Sin embargo, no he sido escuchado, hemos tenido limitaciones. Yo tengo una oficina para trabajar, si no tuviera, ¿dónde atendería a la gente, que es la que nos ha escogido para este cargo?
Entre el silencio y la espera, vía a la costa sigue abandonada
Leer más¿Y son estas las causas del silencio de la mayoría?
Yo puedo hablarle de mí. No puedo ni voy a decir si tiene o no que ver porque no conozco lo que hace el resto. Yo puedo decir que hay limitaciones y que pese a todo hago mi trabajo. Muchas veces voy al Concejo sin conocer información, que desconozco porque no me la dan, por lo que me abstengo de votar. Es evidente que no formo parte de un grupo íntimo.
Pedí mil veces que las sesiones de concejo sean presenciales y me ignoraron. Recién y finalmente este jueves, lo serán. Pedí que no sean virtuales porque no encontraba utilidad en ello, había temas que había que tratar de forma presencial.
El guayaquileño clama, la Alcaldía no escucha https://t.co/AHmaKu8tIt
— Diana Sotomayor Z. (@DianaSotomayorZ) February 22, 2022
¿Y tiene sentido que Guayaquil tenga un Concejo que asiente, como critica la ciudadanía, y recibe un sueldo cuando no ejecuta acciones ni escucha a sus votantes?
Solo diré que yo no agacho la cabeza. No quiero hablar de nadie, no voy a juzgar al resto. Solo responderé por mis actos. Yo he fiscalizado, repito; y he legislado. Que no me hayan dado cabida es otra cosa. Yo le aseguro, sin ofender a ninguno de mis compañeros, que nadie tiene una carpeta con todos los pedidos hechos. Y es por todo esto que no creo que aspiraré a una reelección. Estoy decepcionado.
¿No será más concejal? ¿A qué cargo entonces le apuesta?
Para concejal, Héctor Vanegas es mucho. Que dónde estaré, la ciudadanía lo decidirá. Por ahora solo diré que estaré en la papeleta electoral. Guayaquil está cansado de la novela de siempre. Sí, tuvo un progreso, pero hay que dar un salto, y hay que darlo ahora, porque el Puerto Principal está abandonado.
El concejal está para fiscalizar y legislar, no para ir a la inauguración de obras y pararse a un costado. Eso no lo hago yo, prefiero estar recorriendo, que lo hago, porque hay muchas necesidades.
Los concejales de Guayaquil, sin oficina en el Municipio
Leer más¿Qué le falta? ¿Hacia dónde debe apuntar la Alcaldía y todo el Concejo?
Hacia la movilidad. Tenemos una ciclovía construida de la forma más rudimentaria, no hay ni siquiera un parqueadero de bicis. En España y muy cerquita, en Lima y Bogotá, la gente usa hasta scooters, alquilan estos medios y el visitante llega para redescubrir así la ciudad. En esas ciudades latinoamericanas, concurridas avenidas son ya peatonales, aquí eso debe ejecutarse. Al comerciante informal hay, a la par, que legalizarlo. Pero para ello hay que darle espacios y volverlos a estos atractivos. Pueden estar en los parques, en los edificios abandonados y en los que rodean la bahía y que son bodegas. Tenemos casas comunales en completo deterioro. ¿Por qué no mirar hacia allá? Esos son los planteamientos que deben ser escuchados.