“Hemos recuperado a Roldós y con él, nuestra identidad”
Este miércoles se develó el monumento al expresidente y su esposa en Sauces. Los vecinos insisten en que hace falta explicar más su historia.
Tras dos años y medio de ausencia, el monumento del expresidente de la República Jaime Roldós Aguilera, que permaneció por 35 años en el redondel ubicado en las avenidas Isidro Ayora y Agustín Freire, en Sauces II, ha vuelto. Y esta vez junto a su esposa, Martha Bucaram.
Este miércoles 11 de diciembre fue descubierta la imagen que, a diferencia de la anterior (retirada en junio del 2017), está acompañada de una veintena de pilares de hormigón que representan las facetas más importantes en la vida del exmandatario: su paso por la Unidad Educativa Vicente Rocafuerte y el Congreso Nacional, por citar apenas algunas y sin obviar a la familia.
“Hemos recuperado a Roldós y con él, nuestra identidad”
Leer más“Roldós ha vuelto, finalmente está aquí” fue la frase común entre los ciudadanos que acudieron al encuentro y, adoptando el rol de inspectores, tocaban y observaban minuciosamente las estructuras y la figura de la pareja, construida en bronce y en tamaño real. Con ella, dijeron, el sector ha recuperado su identidad.
“Sin la escultura habíamos dejado de ser Sauces y eso me dolía. No solo porque sin él se nos había ido parte de la historia del país, sino porque aquí, en mi barrio, su figura era tan conocida que incluso servía como referencia. Nadie se perdía, era un punto importantísimo”, comentó Wladimir Ampuero, habitante de Sauces 1, quien reconoció que por el tiempo que duró la obra en ejecutarse (lo que generó críticas y preocupación en más de una ocasión) llegó a pensar que nunca más volvería a verla.
“Soy un adulto mayor (71 años) y detalles como estos marcan mi vida”, sentenció.
Durante el encuentro, al que llegaron familiares y amigos de la pareja Roldós-Bucaram, residentes como María Eugenia Valenzuela, de Sauces 2, dijeron sentirse emocionados al ver las estructuras.
“Si te acercas, ves los rasgos de las figuras: los lentes, la corbata y el saco a medio abotonar del expresidente, así como las ondas del cabello y la tierna mirada de su esposa”. Valenzuela agregó que el hecho de que simulen estar caminando, vuelve más reales aún las estatuas.
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Leer más“Mire, hasta la piel se me eriza”, expresó la residente de 63 años, al recalcar que por estar cubierto de césped el redondel, ahora lo visitará con frecuencia con sus nietos y con un libro. “Quiero que ellos sepan bien quién fue y quién es esta familia. Este será el incentivo a tenerlo a Roldós más presente en casa”, detalló.
Al sitio donde se llevó a cabo la ceremonia de develamiento, presidida por la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, quien en su intervención recordó el devastador momento en que se anunció públicamente el fallecimiento del exmandatario, su esposa y toda su comitiva; llegaron también alumnos del Vicente Rocafuerte, plantel donde Roldós fue maestro.
“Bienvenido expresidente, bienvenido gran amigo.
Los vicentinos estamos contentos de tener de vuelta a quien fue nuestro padre. Estas calles, este redondel, son vicentinos. Es él, somos nosotros”, dijo Galo Palacios, de la promoción 74, quien entre la gente buscó a Martha Roldós, una de los hijos del exmandatario, para abrazarla. “Realmente estoy emocionado. Esto es lindo”, repitió.
Pero así como la obra ha sido recibida por unos satisfactoriamente, hay ciudadanos como Rogelio Vera, quien vive en La Garzota, que consideran que al menos las imágenes de la pareja debieron ser más grandes.
“Me hubiese encantado que sean mucho más altos para que puedan destacar más. Quizás si estuvieran sobre un pedestal, se los podría divisar a lo lejos. No digo tampoco que sean como el monumento al Papagayo que está en la Alborada. Sin embargo, creo sí debieron ser el centro de todo”, opinó Vera, quien a su vez discrepó que el área esté cubierta solo de césped y no de otras plantes, como antes.
Si bien los conjuntos de pilares llevan una etiqueta que explica las etapas a las que representan, para algunos ciudadanos resulta vital que se explique, a través de un guía o un folleto, cuál fue el rol del expresidente en cada una de ellas. “Venir y solo ver unas cuantas frases, no te dice mucho. Sería bueno que barajen esa posibilidad. Para las nuevas generaciones sería bastante didáctico”, sugirió la residente Carmen Ontaneda.
En la inauguración, Santiago Roldós Bucaram, hijo del exmandatario, resaltó el espíritu democrático de sus padres y recordó el rol de su madre como la activista política que acompañó a su progenitor en su lucha por “un país más justo”.
Roldós, así como los patriotas del Pichincha, representa la más alta expresión de los derechos de la democracia. Es un honor tenerlo de vuelta, un honor para toda la ciudad.
“El monumento se centra en la experiencia”
El conjunto escultural, cuyo diseño estuvo a cargo de los artistas Gabriela Carrera y Osvaldo Terreros, está compuesto por dos estatuas de bronce y seis conjuntos de pilares, que son réplicas (según explicaron) de los lugares donde el expresidente creció, se desarrolló como político y donde hizo obras.
“Aquí está representada la entrada del colegio Vicente Rocafuerte, donde estudió; la facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, donde cumplió sus estudios profesionales; y las instalaciones del partido Concentración de Fuerzas Populares, con el que se lanzó a la presidencia”, explicó Carrera, al resaltar que los pilares, en su mayoría, tienen las formas de las paredes de cada uno de los sitios que simbolizan.
Para Terreros, el monumento invita además al espectador a repasar la trayectoria de Roldós. “Hemos diseñado experiencia. El paso de su vida”, agregó.