La hoja de ruta para trabajar y estudiar, y no morir en el intento
Estudiantes piden contratos más flexibles en los empleos. Muchos solicitan horarios nocturnos. Universidades alegan incrementar sus clases híbridas
Los jóvenes se enfrentan cada vez a más exigencias y desafíos universitarios. La realidad del país a muchos los obliga a trabajar luego de graduarse del colegio para solventar sus estudios y cubrir necesidades familiares. El cansancio físico provocado por la mezcla de estas dos actividades ha desencadenado elevados niveles de estrés y bajo rendimiento escolar, en algunos casos. Frente a ello y sin barajar la opción de dejar de trabajar, puesto que están conscientes de que al hacerlo mejoran su economía y a la vez experiencia, este último un factor que valoran; enumeran las medidas que creen harían su diario vivir una mejor experiencia.
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Leer másJhosep Rincón, de 23 años, estudia Multimedia y Producción Audiovisual en la Universidad Casa Grande. Se graduó en 2019 y desde entonces para cubrir sus gastos personales ha tenido que buscar diversas fuentes de ingreso. “En un principio trabajé con mi familia, con mi madre ayudándole en contabilidad, pero luego tenía que buscar otros espacios. Actualmente entré a trabajar a una empresa de comida rápida, y con eso he podido pagarme seis materias de la universidad. Esto de trabajar y pagarse sus estudios genera un alto nivel de estrés, que a veces, nos conduce a la depresión”, alega.
No he tenido la oportunidad económica para ingresar a una universidad privada. Actualmente solo trabajo y espero estudiar pronto, y también trabajar, así ayudo a mi familia. Pido a las universidades públicas que abran la modalidad online.
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Leer másRincón, quien dejó de estudiar por dos años debido a la pandemia, pide a los empleadores mejores contratos laborales y que pueden flexibilizar sus horarios para así terminar pronto sus estudios. “Los estudiantes que al mismo tiempo trabajan deberían tener beneficios en el trabajo, con horarios más flexibles. Eso nos ayudaría muchísimo, solo eso quisiera”, piensa.
El pedido de ayuda por parte de los jóvenes también se extiende a las universidades. Andrés Aparicio, de 20 años, comparte su vida estudiantil con su labor como productor visual, haciendo pasantías en el Departamento de Comunicación de una multinacional. “Trabajo, estudio y hago pasantías. En ocasiones es difícil, porque la universidad pide prácticas profesionales, que sí las necesitamos. Siento que la universidad tiene problemas con los horarios. El trabajo no lo puedo dejar porque así ayudo a mis padres a pagar mis estudios. El problema es con el horario, siento que no logro tomar todas mis clases y retraso mi egreso”, sostiene.
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Leer másAparicio solicita a las instituciones de educación superior que cambien su modalidad de estudios a educación híbrida para que así puedan avanzar con las asignaturas y no retrasar su graduación. “Pienso que una forma de ayudarnos sería teniendo materias virtuales, que nos permitan escoger la modalidad. Hoy son muchas las carreras donde los horarios son solo de mañana y tarde, eso complica. Que todas pueden darse en las noches, sería un plus”, señala.
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El estrés es un estado evidente en la mayoría de los preprofesionales. Para el psicólogo Carlos Galarza, docente de la Universidad Casa Grande, los estudiantes que trabajan son buenos, pero se nota la diferencia en comparación con los demás. “El precio es su salud, se los ve deteriorados, tienen buena disposición en clase, porque les gusta los temas, pero la fatiga es evidente. Tengo una estudiante que vive corriendo y apurada, esto es un signo de ansiedad generalizado, que se multiplica en muchos salones de clase”, afirma.
Considero que no es sencillo trabajar y estudiar. Se necesita de mucha organización, ya que en caso de no planificar y medir tiempos existe una alta probabilidad de descuidar los estudios y el trabajo, y eso frecuentemente pasa.
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Leer másFiorella Escandón tiene 20 años, trabaja y estudia desde los 18 para pagar sus estudios y va frecuentemente al médico, pues su salud se ha visto afectada. “Tengo ansiedad ya diagnosticada debido al quehacer de todos los días. Últimamente he tenido problemas de presión alta por el estrés”, admite.
En estas mismas condiciones se encuentra Sofía Arroba, estudiante de la carrera de Arquitectura, que comparte su tiempo entre sus estudios y un negocio familiar. “He ido al psicólogo en algunas ocasiones. La necesidad familiar provoca que trabajemos para pagar nuestros estudios. Y a veces siento que los profesores no ayudan. Y es que algunas veces entregamos tarde los proyectos y no lo comprenden”, detalla.
Juan Cando, catedrático y psicólogo de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, cree que la afectación dependerá de cada persona, pues no todos manejan el estrés y la organización de tiempo. “Hay que tener presente que son sujetos y hay que dar flexibilidad para que los estudiantes puedan cumplir con los objetivos de cada asignatura, pero es importante también la responsabilidad”.
Pienso que estoy dando el cien por ciento en mis proyectos y tareas, pero igual siento que no me da el tiempo para estudiar ni en la noche. Los maestros no son muy flexibles, es un problema no poderse matricular en ciertas materias.
Ante este escenario, la Universidad Casa Grande ha considerado desarrollar sus carreras, por los dos primeros años, en un 80% con clases presenciales y un 20% con virtuales, invirtiendo la modalidad en tercer y cuarto año. “Con ello le damos una gran ventaja a los estudiantes para que estudien y trabajen al mismo tiempo”, afirman en un comunicado a EXPRESO.
Trabajo y estudio al mismo tiempo. Ya me encuentro en los últimos años y veo que mis horarios cada vez más se complican. Creo que la universidad debería ayudarnos a los que trabajamos, hacemos prácticas y también tomamos las últimas materias.
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Leer másPor otro lado, la Universidad de Especialidades Espíritu Santo ha incrementado sus estudiantes en modalidad en línea en los últimos cinco años. Alexandra Portalanza, directora de la UEES Online, afirma que el beneficio que reciben los estudiantes con este tipo de educación permite que puedan cumplir sus metas académicas.
“Es especialmente atractivo para las personas que tienen otras responsabilidades, ya que pueden programar sus cursos de acuerdo a sus obligaciones”, alega. afirman en un comunicado a EXPRESO.
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