La hoja de ruta para salvar la cuenca del Daule está trazada
Un programa financiado por la UE busca frenar la contaminación. El plan incluye el uso de patos para limpiar los cultivos y oxigenar el suelo
La contaminación en la cuenca del río Daule, como ha venido publicando EXPRESO, es crítica: le queda apenas un 14 % de vegetación natural y 12 microcuencas que la integran tienen niveles de erosión catastróficos. Esto implica que perderán más de 200 toneladas métricas de suelo fértil por hectárea al año, si no se hace un trabajo de reforestación urgente.
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Leer másA esto se suma la contaminación. Y es que, como informó la Agencia de Regulación y Control del Agua en el 2019, un 53 % del agua de riego en Guayas está contaminada con coliformes fecales, plomo, mercurio, aluminio, hierro, manganeso; lo que afecta directamente a la agricultura, una de las principales actividades que se practican en los cantones de las provincias y en cuyos campos, además, se utiliza plaguicidas y fertilizantes que también contaminan las fuentes de agua y el suelo.
Frente a este escenario, que por años ha sido catalogado de preocupante, la Unión Europea ha decidido actuar a través del programa La Fuente: Protegiendo la Cuenca del Daule, que apenas fue presentado esta semana, pero que ya se ha puesto en práctica, en una finca demostrativa, desde noviembre pasado.
Con él se busca cambiar los hábitos en la agricultura, a fin de no abusar más del uso de agroquímicos y, sobre todo, desfogar hacia el río aguas sin coliformes fecales. “Por la deforestación se va perdiendo el suelo fértil, porque no hay la vegetación natural que lo proteja. La vida y el ecosistema están en riesgo y es por eso que hemos decidido actuar”, aseguró Elba Fiallo, directora del proyecto.
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Leer másEl pasado martes, EXPRESO recorrió una finca, ubicada en el recinto Flor María, en Daule, que es administrada por la oenegé Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas (CESA), socia ejecutor del proyecto; y fue testigo de los resultados que se han logrado con las medidas ya tomadas, que incluyen metodologías en las que incluso se purifican las aguas y evitan el uso de agroquímicos con la ayuda de bioinsumos y con animales: los patos.
Y es que en el lugar, como detalló Luis de la Cadena, jefe de área de CESA-Daule, con la ayuda de 150 patos por hectárea, que nadan sobre una parcela de cultivo de arroz por inundación, se logra dar nitrógeno al suelo. Estas aves, argumenta, ayudan a controlar la proliferación de insectos y plagas, oxigenan el agua y hacen el trabajo del herbicida, que controla la maleza.
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Leer más“Ellos sacan la mala hierba que hasta entonces se la eliminaba con químicos. Los patos ayudan a reducir el costo de producción porque no se gasta en herbicida y además a las 14 semanas se venden los animales, así hay hasta una entrada más de dinero. Aquí tenemos un sembrío de arroz sin usar agroquímicos. En lugar de esto se utilizan bioinsumos. Esto incluso reduce el costo de producción por hectárea de arroz de $ 1.500 a $ 800, obteniendo la misma producción”, dijo De la Cadena.
Vamos también a trabajar en reforestación, recuperación de ribera, empresas para concientizar y reducir la desigualdad hacia las mujeres y grupos vulnerables.
En el momento del recorrido estuvieron presentes el embajador de la Unión Europea en Ecuador, Charles-Michel Geurts, y representantes del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, del Fondo de Agua de Guayaquil para la Conservación de la Cuenca del Río Daule y además del Municipio de Guayaquil, la Prefectura del Guayas y la Universidad Casa Grande, todos miembros participativos del proyecto. Allí se habló además de cómo se aprovecharían las frutas para crear abono.
El 53 % del agua de riego en Guayas está contaminada
Leer másEn el recorrido por la finca, que busca demostrar que sí es posible dejar de contaminar el ecosistema con agroquímicos, se ven cultivos de vegetales y una variedad de árboles, entre ellos frutales. Aquí se enfatizó que la idea es ayudar a que la cuenca del Daule, además de tener monocultivos, tenga otras siembras. “Cuando se optimiza el terreno y se hacen huertos y se cultiva una variedad de productos, hasta se ayuda a la soberanía alimentaria. En este plan se ha pensado en que el beneficio sea también para el agricultor y su familia”, indicó De la Cadena.
En la finca demostrativa se dan capacitaciones de buenas prácticas agrícolas. Los resultados conseguidos aquí se van a replicar en 10 fincas pilotos con varios cultivos.
Dentro del plan está replicar las fincas demostrativas. Esta es de arroz, pero puede ser de otros productos, porque se trabaja desde la cuenca alta de Daule, desde Manabí hacia el Guayas. En la finca también se ha construido un biotanque que recepta las aguas servidas del lugar, las cuales son tratadas por dos días antes de ir al afluente. “Luego de colocarle tres filtros, el agua queda libre de coliformes fecales, coliformes totales, bacterias, microorganismos, componentes químicos y olores. Regresa al río un 95 % menos contaminada. Lo hemos visto, es la oportunidad para mejorar el medio ambiente. Ayuda a reducir los procesos de contaminación de las plantas de agua y para que no aumente el cambio climático”, indicó el ingeniero civil Jorge Gavino, de la empresa Plastigama Wavin.
¿Pero serán suficientes estas medidas para devolverle la pureza al afluente? De este proviene el sustento, agua, vida y futuro del 25 % de la población ecuatoriana, cerca de cuatro millones de personas, que actualmente están afectadas por los problemas ambientales.
También es fundamental que las industrias, cuando aplican tratamiento a sus plantas residuales, paren su producción y no hagan descargas contaminantes.
Para el ingeniero ambiental Sergio Rodríguez, sí. Estas acciones, que a su juicio debieron tomarse hace décadas, pueden reducir la contaminación en un 25 %, siempre que el trabajo sea integral.
Una acción importante, añadió Rodríguez, es que los municipios analicen cuán eficientes son sus plantas de tratamiento de aguas residuales, porque de allí sale la mayor cantidad de contaminación, y no todos los cabildos las tienen. Incluso, algunos no tienen alcantarillado y descargan las aguas servidas directamente.