
Hospital de Monte Sinaí agoniza ante el "cáncer" de la delincuencia de Guayaquil
Médicos y usuarios denuncian que la casa de salud es manejada por bandas criminales. Denuncian fugas de reos e inseguridad
“Las mafias son las que mandan aquí”. Así resumen varios médicos y pacientes consultados por EXPRESO la situación que se vive a diario en el Hospital de Monte Sinaí, ubicado en Nueva Prosperina, considerado el distrito más peligroso de Ecuador.
Esta casa de salud es constantemente utilizada por la Policía Nacional para trasladar a personas privadas de libertad (PPL) que requieren atención médica. Además, al estar situada en una zona con alta criminalidad, recibe con frecuencia a personas heridas de bala. Por esa razón, en el lugar se activa de manera recurrente el Código Plata, que contempla protocolos de actuación frente a hechos de inseguridad en centros médicos y busca resguardar la seguridad de pacientes, personal y visitantes.
Sin embargo, en los últimos meses se han registrado varias denuncias sobre anomalías y falta de control en esta casa de salud pública. Por ello, un equipo de EXPRESO recorrió el hospital y conversó con colaboradores y pacientes, quienes expusieron la gravedad de lo que ocurre puertas adentro.
Una doctora, que accedió a hablar bajo condición de anonimato, explicó que los reos internados en el hospital utilizan su estadía como una oportunidad para fugarse: “Aquí es muy fácil para los reos escaparse, especialmente durante la noche, cuando el resguardo es mínimo. Los traen con cualquier pretexto y luego huyen. Nosotros no podemos hacer nada, y los guardias tampoco, porque no tienen los implementos necesarios para responder ante un ataque”.
Te podría interesar: Piden destitución del alcalde de Durán por "ausentarse de su cargo"

Añadió que el temor es constante. “Vivimos con miedo, porque prácticamente es la delincuencia la que controla este hospital a su antojo”, expresó con impotencia. Detalló que cada vez es más común recibir en Emergencias a personas heridas por arma de fuego que pertenecen a grupos de delincuencia organizada. “Vienen con armas e insultos, y te obligan a atenderlos. Se viven cosas de película”, lamentó.
Médicos residentes confirmaron lo anterior y contaron que frecuentemente llegan personas identificadas como “los de la firma” (así se hacen llamar miembros de bandas criminales) en camionetas blindadas y sin placas. Exigen atención prioritaria, lo que provoca temor entre el personal médico. También relataron que los reos trasladados al hospital llegan sin cumplir con medidas básicas de bioseguridad. “Casi todos padecen tuberculosis y vienen sin mascarilla”, aseguraron varios de ellos.
El Hospital de Monte Sinaí tiene cuatro pisos y da trabajo aproximadamente a 550 personas, entre médicos y empleados administrativos. Dispone de tres accesos principales y se estima que unas mil personas son atendidas cada día. Pero esa cifra, aseguran, podría disminuir ante el clima de inseguridad que afecta tanto a quienes laboran allí como a los propios pacientes.
la que controla este hospital a su antojo
Usuarios y comerciantes también tienen miedos
Luis Castro, un paciente que acude al hospital únicamente por la cercanía con su vivienda, señaló que ha considerado dejar de hacerlo. “Aquí los delincuentes tienen la prioridad. Vienen a amenazar. Los doctores no pueden hacer nada. Cada vez que voy, siento que salgo más enfermo por los sustos que me hacen pasar”.
Otro caso es el de Miguel Robalino, quien lleva varias semanas acompañando a su hermano internado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Afirma que ha sido testigo de cómo operan los delincuentes dentro del hospital.
“Yo prácticamente vivo aquí y puedo decir con seguridad que los delincuentes son los que tienen tomado el hospital. Dan órdenes incluso a los guardias. Cuando hay un delincuente fuerte herido, restringen muchas cosas y se enfocan solo en él”, relató. Agregó que ha visto cómo los PPL se fugan sin mayor dificultad. “Lo hacen en la madrugada, cuando no hay policías. Bajan como si nada y salen por la puerta. Un carro los espera y se van”.
Afuera del hospital, la situación no es distinta. Comerciantes que pernoctan en los exteriores denunciaron que los robos son constantes. Mariela Ricardo (identidad protegida), vendedora de comida, afirmó que los guardias y los pocos policías que llegan siempre están dentro del hospital, por lo que la calle queda desprotegida. “Aquí no hay un día en que no se reporten robos. A nosotros ya no nos tocan, pero a los que pasan por la calle sí los asaltan”.
Ante este panorama, EXPRESO solicitó una entrevista con los directivos del hospital y con autoridades del Ministerio de Salud para conocer cuán grave es la situación y qué medidas se están tomando para devolver la seguridad o al menos la percepción de seguridad a los ciudadanos. Hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta.
Varios de los consultados prefirieron guardar el anonimato por temor a represalias. Algunos solo hablaron unos segundos, con nerviosismo, y otros simplemente se negaron a responder. Todos coincidieron en algo: el Hospital de Monte Sinaí es cada vez menos visitado, por el temor a correr peligro dentro de sus instalaciones.
Para muchos, este hospital ya no está en cuidados intensivos, sino en agonía, consumido por lo que llaman “el cáncer de la delincuencia”.