Hoy también se recuerda a los bebés con problemas de corazón

Cuando el tercer bebé de María Ramírez llegó al mundo, no lloró. Esto la desconcertó, pero pensó que no sería nada malo. Los médicos le dijeron que el niño, que luego bautizó como Andrés, estaba bien, pero que había un problema en su corazón.

El niño había nacido con una cardiopatía, es decir, un daño en la estructura y funcionamiento de este órgano, que se presenta en ocho de cada 1.000 nacimientos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoy, 14 de febrero, se recuerda el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas.

Isabel Freire, cardióloga pedriatra de la unidad de Cardiología y Cardiocirugía Pediátrica del Hospital de niños Roberto Gilbert, explicó que en Guayaquil, el año pasado fueron atendidos 7.688 niños en el área de cardiología. De esta cifra, el 80 % correspondió a seguimientos o sospechas de cardiopatías.

La doctora especificó que hay diferentes enfermedades que entran dentro de esta patología y, dependiendo del daño, se seguirá la ruta de atención y se determinará el riesgo que significa para la salud del recién nacido. Por lo genera, añadió, el 75 % de ellos necesitará tratamiento quirúrgico en algún momento de su vida y el 50 % de ellos antes del primer año de vida. “Hay pacientes que pueden solucionar su problema por sí solos, incluso, sin medicación”, comentó.

Ella destacó que lo importante, en estos casos, es la detección temprana. Esta puede efectuarse a través de ecocardiogramas mientras la madres está en estado de gestación. O, una vez que el niño ha nacido, hay síntomas físicos como el cansancio y, que este se ponga moradito al llorar, que pueden alertar a los padres. María, por ejemplo, lo notó porque su hijo se cansaba al comer.

De hecho, la pediatra alertó que una de las consecuencias de las cardiopatías es, probablemente, que el bebé pierda peso o no consiga el peso adecuado para su desarrollo. Añadió que es una enfermedad multicausal.

La unidad de Cardiología y Cardiocirugía Pediátrica del Roberto Gilbert ha intervenido quirúrgicamente, desde su creación en 2013, a 1.500 niños, incluidos los recién nacidos y de muy bajo peso.