La imagen del Cristo del Consuelo vuelve a brillar
El color bronce y brillante del monumento había sido tapado por el negro del óxido, hasta ahora. Artistas plásticos son los encargados de restaurarlo, de la cabeza a los pies
Suspendido a 25 metros de altura, Daniel Aguirre tiene una vista única de Guayaquil bañada por el estero Salado. Tres líneas de vida o puntos de seguridad, dos posteriores y uno frontal, lo sujetan al arnés del cual permanece colgado sobre la cabeza del Cristo del Consuelo que, enorme como es, refleja sufrimiento en su rostro en pleno corazón del suburbio.
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Leer másQuiteño de nacimiento, de 31 años de edad, hace dos años Daniel se vino con todos sus tereques a conocer la urbe y aquí se quedó.
Hoy vive “la adrenalina, la experiencia única e increíble” de disfrutar un poco más de la ciudad desde un punto que muchos envidiarían. Allí arriba, sacándole brillo al rostro de la estatua que reposa en una plazoleta pública en el sector de Cisne 2, desde hace unos 7 años.
Bien agarrado por sus arnés, algo que revisa antes de subir para dar garantía de la seguridad con que trabaja, y con una serie de cuerdas que rodean el cuello y el rostro de la imagen, Daniel lidera el equipo que le ‘saca brillo’ al enorme Cristo.
Junto a él, Carlos Ordóñez y Ricardo Durán, cada uno a un extremo de los brazos de la efigie, le quitan el óxido cúprico que recubre de negro a la imagen, donde hasta el año 2019 llegó la última procesión al Cristo del Consuelo, que se realiza en Semana Santa y que llega a reunir a más de medio millón de personas. A raíz de la pandemia y por dos años seguidos, dicha manifestación católica no se ha realizado.
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Leer másA ellos se suma Ricardo Tafur, quien les brinda apoyo logístico y cuida cada detalle de las tareas, desde abajo.
David, Carlos y Ricardo llevan más de un mes en esta tarea. Trepados sobre la imagen, pasadas las 08:30 inician la limpieza con ácido fosfórico, ácido nítrico y butil oxitol, agentes químicos que actúan como solvente y limpiadores, y que ayudan a “aflojar el sulfato cúprico (óxido de cobre) que ha cubierto de negro el bronce, para restaurar su color original”, explica Fernando Vallejos, artista plástico y gerente del Consorcio Vallejos León, que con la firma Tallar_T ejecuta la obra.
A pocos metros, en la calle que circunda a la plazoleta donde está la efigie, Carlos Quinteros, de 61 años, trota y de rato en rato gira la cabeza para observar cómo va quedando más brillosa la imagen.
mide el monumento en total, solo la figura tiene una extensión de 15 metros de alto por 15 metros de ancho.
“La verdad que la obra necesitaba ya esto. Acá esta imagen es una bendición para la gente, que lo único que pide en esta zona es mayor seguridad y resguardo policial”, asegura.
Con él coincide Sandra Angulo, de 56 años. Ejercitándose en el área del parque, apenas si se detiene para contar que el problema en el sector es “la presencia de consumidores de drogas que se toman el parque y no dejan hacer deporte. Eso afecta a todos. A los policías de repente se ve por aquí”, lamenta.
Agrega que la restauración del monumento es algo bonito, porque el barrio es bastante católico y se necesita que se mantengan en buen estado las imágenes. “Está el Cristo que cuida, pero faltan los policías”, reitera.
Esta obra es de la gente, que confía en el Señor y le pide nos libre de tantas enfermedades y la inseguridad”.
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Leer másHéctor Vera, de 48 años y quien suele caminar en la plazoleta, es otro de los vecinos contentos porque la escultura lucirá más bonita, pero igual que todos sus vecinos solo pide algo: “que manden a los policías; acá atrás hay una UPC (Unidad de Policía Comunitaria), pero pocas veces se ve a los señores uniformados por el área”, se queja.
Sobre los trabajos, Vallejos precisa que esta es la primera restauración y limpieza que se realiza a esta imagen, al igual que la de Guayas y Quil, ubicada a la entrada de Guayaquil y que también se está ejecutando en estos días.
José Lara, gerente operativo de la Fundación Siglo XXI, específica que las labores incluyen la limpieza de superficies, desoxidar con ácidos el asbesto de bronce, pulir y remover óxidos y adherencias, pulir la estructura metálica, abrillantar con discos de lino, aplicación de cera para brillo y protección, pintura, sellamiento, entre otros.
Aurora Suárez, administradora de Tallar_T, agrega que el trabajo no solo es por la parte exterior, sino que también se realiza el mantenimiento del alucubond (paneles de aluminio), los grises de la torre y la parte interna.
En casi 7 años que tiene la escultura no se ha hecho mantenimiento. El ambiente salino del estero le afecta más”.
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Leer másPara la ciudadanía, un trabajo similar debería ejecutar la Fundación Siglo XXI con los otros espacios y monumentos que integran Guayaquil; y que como publicó EXPRESO hace no más de tres semanas, se están deteriorando. En esa lista constan los cañones y herramientas fabricadas en madera del histórico Museo Naval ‘El Fortín del Cerro Santa Ana’, y del Mirador del cerro del Carmen, uno de los espacios en el que también se logra apreciar la magnitud del Puerto Principal.
Monumentos de bronce y estatuas que marcan la historia de Guayaquil se deterioran, están garabateadas o con basura. La ciudadanía reclama cuidados.
— Diario Expreso (@Expresoec) December 12, 2021