El impacto de las ‘vacunas’ se siente hasta en altamar
El 20 % de los pescadores de Puerto Engabao paga a los extorsionadores. El resto ha dejado ya de pescar, por temor
“No pedimos ayuda, rogamos por ella. Ya no podemos más, juro que no podemos”, relata a EXPRESO un pescador de Puerto Engabao, que por seguridad pide que se omita su nombre, y denuncia que el sector pesquero artesanal en esta comuna, ubicada a 17 kilómetros de General Villamil Playas, está a punto de desaparecer porque las extorsiones han llegado finalmente hasta altamar.
Santa Elena: profesores son amenazados en panfletos para que paguen 'vacunas'
Leer másQue ahora les piden $ 40 mensuales a cada embarcación y que la cifra, según les han asegurado los ‘vacunadores’, aumentará, se queja. “Dicen que lo hacen para que no nos roben ni nos maten. Pero si son ellos mismos los que nos están asaltando. Pero sentimos miedo y aflojamos el bolsillo. Estamos entre la espada y la pared. Necesitamos una mano. Nos están aniquilando”, alega.
Él es uno de los 80 pescadores que ha sido ya extorsionado, lo que representa al 20 % del gremio. El 80 % restante, unos 320, ha dejado de salir a pescar. No quieren correr riesgos. Pero tampoco saben qué hacer en tierra. Unos han logrado convertirse en vendedores ambulantes, otros venden cerdos o gallinas, y unos cuantos se han visto en la obligación de esperar. “No sé cuánto tiempo más pueda aguantar. Yo soy pescador, toda la vida me he dedicado a ello. Pero tengo miedo. Si seguimos así, la pesca en Puerto Engabao será solo un recuerdo más”, sentenció.
“De la pesca dependemos unas 3.000 familias y todas estamos atravesando días negros. ¿Y saben qué es lo peor? Que no hay una sola autoridad que nos auxilie. Aquí no hay nadie que te diga qué va a hacer, cómo va a actuar, de qué forma aumentarán los controles en el mar. Si mañana dejamos de salir a pescar, qué pasará entonces. Aquí nadie vela por nadie”, aseguró otro de los miembros del gremio; que lanzó la alerta de que los comerciantes de mariscos experimentan la misma situación.
Los habitantes de Daule, indefensos ante la ola delictiva que experimentan
Leer másEXPRESO habló con los miembros de este sector y, a diferencia de otras veces, todos evitaron ser grabados o fotografiados. Que en mar y tierra los extorsionadores los monitorean, advirtieron.
“Son más de $ 12.000 los que tenemos que reunir entre todos mensualmente para evitar que nos maten. En esta cifra no solo estamos los 80 pescadores que pagamos la ‘vacuna’, sino también los comerciantes y los pescadores de Playas, que son decenas que pagan esa misma cantidad, $ 40, pero que sí salen a sus jornadas’”, lamentó otro pescador.
Le invitamos a leer: Las extorsiones llegan a los negocios de Playas
A los que pagan les ponen un distintivo en los motores para protegerlos, y los que no, tienen la amenaza de que sufrirán daños.
En Posorja, por ejemplo, está el antecedente de que por no pagar los $ 500 que les piden por embarcación, un capitán ya fue golpeado y recibió un ultimátum. En esta parroquia rural de Guayaquil, al igual que en Playas, hay pescadores que han dejado de salir al mar.
Son 16 denuncias las presentadas por extorsiones y asaltos, pero faltan detalles exactos de los sitios afectados.
Frente a esta situación, el capitán del Puerto de Posorja, Iván Benites, aseguró que en lo que va del año, 16 denuncias han sido presentadas por extorsiones y asalto de piratas, y al no existir detalles del lugar exacto donde han sido perjudicados, la actuación de la Armada se ve limitada.
La extorsión pone en jaque a los espacios culturales
Leer másLos que sí han denunciado con mayor certeza, afirma, son los barcos camaroneros, por lo que ha sido más viable tomar acciones de seguridad concretas, lo que ha permitido que el asedio de los vacunadores disminuya.
En 2020 la ley orgánica de Desarrollo, Pesca y Acuicultura, determinó que todas las embarcaciones artesanales, a nivel nacional, debían de tener un sistema satelital para monitorear el lugar donde los pescadores realizan sus faenas para darles seguridad, pero apenas unos cuantos acataron esa disposición y tampoco el Estado, a decir de los pescadores, los ayudó a obtener los equipos.
Los barcos salen a navegar en Playas, pero porque pagan las vacunas. Es un costo alto para trabajar.
La calle Ayacucho se resiste a que el miedo los domine
Leer más“De allí que cuando hay llamados de auxilio, el pescador solo da puntos referenciales y no coordenadas exactas y, cuando llega el auxilio, los vacunadores ya no están. Se han ido”, sostuvo Benites.
Para coordinar estrategias de seguridad en altamar, y regularizar la pesca, Benites dijo que el pasado 4 de agosto envió una comunicado al alcalde de Playas, Gabriel Balladares, para hacer una reunión con todas las autoridades y pescadores, pero hasta el momento no ha recibido una respuesta. Por eso, la próxima semana organizará una reunión con los pescadores y demás autoridades, aunque el alcalde no asista , para tratar la problemática.
Le invitamos a leer: Alcalde de Playas: “Este cantón está en el completo olvido de las autoridades”
Pedro Flores, dirigente del sector turístico de Playas, asegura que las vacunas hasta ahora no han disminuido la pesca en el balneario. “Los pescadores, aquí, aceptaron pagar el precio de las vacunas, y por eso todo está aparentemente normal, pero pagando un altísimo precio. Esto no está bien... Mientras cada autoridad trabaje por su lado , la delincuencia se seguirá imponiendo”, advirtió Flores. NM
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!