Se registra incendio forestal en predios del Hospital Universitario de Guayaquil
Los árboles y maleza que crecen dentro de los terrenos de esta casa de salud ardieron nuevamente
No es la primera vez. El monte que crece en una colina ubicada dentro del Hospital Universitario, al noroeste de Guayaquil, ha vuelto a arder cerca de las 17:00 de este 19 de agosto provocando que a esta hora el humo esté invadiendo barrios como Loma Vista, Montebello y otros.
El fuego se presentó hace pocos minutos en la parte posterior del hospital, a pocos metros de los edificios que conforman el complejo médico. Los médicos y pacientes, personal administrativo, así como los vecinos del nosocomio, son los afectados con el humo.
Desde lejos se puede observar también las densas columnas de humo y de cerca se escucha el chisporrotear de la maleza seca quemándose y avanzando velozmente.
"Esto es de todos los años", dice Patricia, moradora de la Urbanzación Lomavista, contigua al hospital, quien durante los últimos años ha visto al menos 3 de estos sucesos en los predios indicados.
"Esto parece provocado, porque ayer había fuego en otra parte (norte) de este hospital. Hubo quema y molestias con el humo", agrega la moradora. "Así es como se deshacen de la maleza, en lugar de cortarla".
La gente de la urbanización, luego de mover sus vehículos parqueados junto a la pared que separa a esta comunidad del hospital, llamó al sistema ECU 911 para que envíen urgentemente bomberos y apaguen el fuego.
Dos carros bombas del Cuerpo de Bomberos llegaron cerca de las 19:00 a apagar el fuego. Lo están haciendo desde la colindante urbanización Loma Vista, una de las más afectadas por la emergencia, aparentemente natural. En esta comunidad habitan 250 familias, que mostraron su indignación ante la tardía llegada de los socorristas.
Los fuertes vientos que se registran en esta noche veraniega alimentan el fuego en los matorrales que pueblan el cerro ubicado en la parte trasera del hospital y que está separada de la urbanización por una pared de metro y medio de altura.
Los residentes temían que los cables eléctricos, telefónicos y de televisión por cable sean alcanzados por las llamas, pero con la llegada de los bomberos arribó también un poco de calma.
