Informe de Aquiles Álvarez, con reclamo a ministro y prédica de ofertas
Exigió a Finanzas que atienda pedidos. Dice que en octubre la Metrovía rodará con wifi y aire acondicionado
A la concha acústica del parque Samanes, en el norte de Guayaquil, fueron a reunirse ciudadanos, trabajadores municipales y un puñado de concejales para escuchar el informe del primer año de gestión del alcalde Aquiles Álvarez. El discurso fue un recuento de lo que heredó de la administración anterior, reclamos y ofertas.
Aunque la vicealcaldesa Blanca López acudió a la cita, no subió a la tarima, pero quien sí lo hizo fue el hombre de confianza del alcalde: Raúl Chávez. El concejal leyó sus líneas y felicitó a su amigo. Luego se proyectó un video de algunos trabajos. Se escucharon fuegos artificiales, pero el implacable sol borró el espectáculo del mapa. Esto fue la previa para la aparición del alcalde.
Finalmente, en un discurso de unos 30 minutos, Álvarez se refirió a seis ejes: administración, plan de política criminal, cobertura total de agua, censo y formalización a comerciantes autónomos, Metrovía y Guayaquil verde.
En el tema del agua se tomó más minutos. Álvarez se refirió al proyecto de llevar el líquido a zonas del noroeste de Guayaquil, pero le reclamó al ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, por no firmar la garantía soberana. “Se nos está acabando la paciencia. Por favor, firme de una vez por todas para llevar agua potable donde la gente tiene que recoger el agua en balde. Mientras la gente sigue sin agua, usted está con aire en su oficina y no nos quiere firmar la garantía soberana”.
De acuerdo con el primer edil, se trata de un crédito aprobado por más de 130 millones de dólares, que consiste en la construcción de redes de agua potable y un quinto acueducto para más de 280.000 personas que habitan en sectores como Monte Sinaí y Ciudad de Dios. Este proceso ya está listo desde hace 60 días y, según Álvarez, el ministro ya no le contesta el teléfono. “Es la última vez que se lo pido públicamente. Por favor, firme la garantía”, puntualizó, al agregar que “cueste lo que le cueste” se subirá el proceso.
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Después topó un tema candela: el sistema de transporte masivo Metrovía. Reconoció que es un dolor de cabeza para el ciudadano y que en 17 años (administraciones socialcristianas), de las tres troncales que están operativas, no han recibido ni un centavo de reinversión en la flota.
Dijo que había que tener pantalones para terminar unilateralmente con el consorcio de la troncal 2, luego del incendio de dos unidades. Y se refirió a otro tema que ha generado incertidumbre en la ciudad: el costo del pasaje.
De acuerdo con el también exdirectivo del Barcelona, este caso será llevado internamente al Concejo Cantonal (de mayoría correísta), para que se apruebe el aumento de la tarifa a 45 centavos, lo cual va a ir de la mano con un “plan de aporte social”. Ahí entraría la famosa tarjeta única, que se la ha bautizado como ‘tarjeta guayaca’, para que el ciudadano siga pagando 30 centavos en la Metrovía.
“No hay forma de mejorar el sistema de Metrovía con unidades nuevas sin el aumento interno. Y repito: interno. No se salgan del contexto del aumento de la tarifa que va a ser cubierta por el Municipio, ATM y un convenio con la DASE”, argumentó.
En cuanto a las ofertas, recalcó que esa tarjeta única también implicará un seguro de salud. Y que a partir de octubre, de forma progresiva, el sistema Metrovía contará con aire acondicionado y hasta wifi. Cabe recordar que en el Batallón del Suburbio se encuentra la estación de la troncal 4, que aunque está lista, no se encuentra operativa. Esta pretende conectar el suroeste con el centro de la ciudad, pero sobre su estado actual no se refirió.
Las áreas verdes también formaron parte del discurso. Dijo que recibió un grave problema y que al final de su administración destacará el verde, pues en este primer año se ha recuperado el 80 % del arbolado. El otro 20 % murió. “Esto nos deja claro que no debemos cometer errores y qué acciones debemos tomar para un Guayaquil más fresco y amigable con el medio ambiente”, indicó al ofrecer que transformará a Guayaquil en la “primera (ciudad) biodiversa del Ecuador y América Latina”.
“Lo vamos a hacer, devolveremos los bosques, biozanjas para reducir el riesgo de inundaciones, siembra de árboles, reduciremos (la temperatura) de 8 a 2 grados centígrados”, prometió el alcalde, que concluyó su discurso con un “¡Viva Guayaquil, chucha!”.
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