La inseguridad desdibuja el oasis de las urbanizaciones de Samborondón

El pasado 10 de junio ocurrió con el secuestro de dos personas, una de ellas sobrino nieto del expresidente León Febres-Cordero; el martes 30 de agosto, otro suceso delictivo, desvelado por la alcaldesa Cynthia Viteri, muestra la inseguridad que también atraviesan los residentes de urbanizaciones ubicadas en Samborondón y sectores aledaños al Gran Guayaquil, quienes se ven forzados a invertir más en sistemas de seguridad.

El ingeniero Fernando Huamán Febres-Cordero, presidente de la urbanización La Puntilla, sostiene que un 40 a 50 por ciento de gastos es por seguridad en la ciudadela donde reside.

“Esto ya es otro nivel. Incluidos secuestros, narcotráfico. Ni las urbanizaciones donde vive el presidente cuando viene acá a Guayaquil estamos seguros”, comenta en relación al último hecho, por lo que alienta a los presidentes de urbanizaciones a seguir invirtiendo en seguridad y no claudicar en ese aspecto.

“Los líderes estamos invirtiendo de las alícuotas en seguridad: cámaras, doble barra de ingreso y salida, rompe velocidades, guardianía armada, seguridad en la ría con reflectores, alambres de púas gratuitos, cercos eléctricos en la ría, cámaras. Tenemos botón de pánico, de emergencia. Dejamos que la policía ingrese a dar rondas, además de las que hacemos en moto”, detalló el dirigente.

Antonio Gagliardo Loor, ex fiscal provincial del Guayas y exjuez de la Corte Constitucional, lamenta que ni en las ciudadelas cerradas se tenga una seguridad absoluta. “Antes era raro que exista un acto delictivo, pero ahora vemos que en varias ciudadelas ocurren estos hechos. En la mía ha habido dos o tres veces a lo largo de estos años”, revela al destacar como ventaja el vivir cerca de un Puesto de Auxilio Inmediato (PAI) de la Policía y al ECU 911.

Sin embargo, añade Gagliardo, para precautelar aún más la integridad de los residentes han invertido en guardias externos para que ayuden a controlar las emergencias y mejorar el sistema de vigilancia de cámaras; además, se instaló otra garita hacia el lado del río y se toman controles con la llegada de personas que no son de la ciudadela.

George Pazmiño, también residente en Samborondón, dijo estar muy preocupado por la situación. “Reforzaremos la seguridad de la casa con más cámaras y pondremos rejas a las ventanas que dan para la ciudadela donde ocurrió el hecho, que es al lado”, aseguró.

En su último enlace radial, la alcaldesa Cynthia Viteri desveló un presunto caso de secuestro y robo a una persona, en la urbanización donde vive el presidente Guillermo Lasso.

“Se metieron a la ciudadela del presidente de la República, a secuestrar una persona (...) Hicieron un operativo vestidos de policías nacionales con dos patrullas, motos y conos, para hacer dizque requisas o inspecciones en estado de excepción. Lo hicieron parar (a la víctima), arrinconar y cuando se bajó del carro le dijeron 'tú te llamas fulano de tal' y se metieron a la ciudadela del presidente de la República”, relató Viteri, al hacer énfasis que todo esto ocurre en medio de un estado de excepción decretado por el Primer Mandatario.

Según un informe de la Policía, la víctima habría sufrido un secuestro exprés en Guayaquil, a la salida del túnel del cerro del Carmen, en sentido sur norte, donde dos motorizados con vestimenta policial detuvieron la marcha del vehículo en el que se movilizaba. Luego lo bajaron e intentaron colocarle unas esposas, por lo que la víctima forcejeó. Luego lo subieron a su carro y avanzaron hasta la urbanización donde reside, escoltado por un vehículo Kia, mientras que los motorizados se fueron del sitio.

Los delincuentes lograron ingresar a la ciudadela, donde la víctima forcejeó nuevamente y alcanzó a alertar a sus vecinos; por lo que los antisociales lo subieron otra vez al vehículo con su chofer y huyeron con ellos. Más adelante, le colocaron un supuesto cinturón cargado de explosivos, advirtiéndole que si gritaba lo hacían explotar. Finalmente, los antisociales huyeron por la autopista Narcisa de Jesús, dejando a las dos víctimas abandonadas en ese sector.

La Policía confirmó que el supuesto explosivo era falso y que, al parecer, el móvil era ingresar con la víctima a robar en su vivienda. No obstante de lo revelado por la alcaldesa, se indicó que no hubo ninguna alerta al ECU911 ni a la Policía.

EXPRESO llamó a Homero Castanier, ministro de Gobierno (s); además del comandante de la Policía de la Zona 8, Víctor Zárate, y el jefe del sector donde está ubicada la urbanización donde habita la familia del Presidente; además solicitó un pronunciamiento al gobernador del Guayas. Ninguno respondió.

El último estado de excepción se decretó el pasado 14 de agosto, tras la explosión que se registró en el sector del Cristo del Consuelo, donde fallecieron cinco personas y otras 17 resultaron heridas, una veintena de casas afectadas. La medida se decretó para recuperar el control del orden público en esa zona y de toda la ciudad, según se informó. Se creó, además una Fuerza de Tarea Conjunta entre la Policía y Fuerzas Armadas. El estado de excepción tiene una vigencia de 30 días, que se cumplirá el próximo 14 de septiembre.

Gagliardo considera que es mínimo lo que se está haciendo en cuanto a seguridad y en medio de un estado de excepción. “La delincuencia ha cogido un nivel de profesionalismo e irrespeto a todo, ya se han metido a la ciudadela donde vive el presidente de la República, ¿qué podemos esperar el resto de ciudadanos...? La batalla contra la delincuencia se está perdiendo, sencillamente la cosa no mejora y con un sistema judicial que tiene muchas críticas también eso abona que haya impunidad... prácticamente vivimos en un estado de zozobra”, remata el exjuez.