Guayaquil: La inseguridad cada día es más fuerte en Miraflores
Los robos y asaltos no paran y se dan a todas horas. Los negocios y las viviendas son los sitios más afectados. Los vecinos piden más control policial
Hace dos meses, los delincuentes ingresaron al cerramiento de una vivienda para sustraerse dos bicicletas, a las 02:00. La semana pasada, una tienda fue asaltada por dos hombres que llegaron en moto cerca de las 16:00. Mientras que el lunes pasado, a una persona le robaron el teléfono celular mientras se dirigía de su trabajo a su casa, aproximadamente a las 18:00.
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Leer másEstos son solo tres casos de robos y asaltos de los muchos que ocurren a diario en la ciudadela Miraflores, norte de la ciudad, en diferentes horarios y circunstancias.
“La inseguridad cada día es más fuerte. Aquí ya nadie puede vivir en paz porque los delincuentes no solo están en las calles, sino que también ingresan a las casas para robar, incluso, de forma violenta”, indica angustiada Ana Palacios, de 60 años, quien habita en la calle Sexta y Séptima de la ciudadela, hace 40 años.
Ella relata que hace dos semanas dos hampones armados intentaron ingresar a su vivienda a las 22:00, cuando aún su familia estaba despierta. “A través de las cámaras de videovigilancia que tenemos pudimos observar la presencia de los ladrones y logramos ahuyentarlos cuando comenzamos a gritar y a pedir ayuda. No pasó nada; corrimos con suerte”, señala.
En forma absurda formamos parte de la UPC de la Martha de Roldós, cuando bien podría llegar el auxilio de las UPC de Urdesa y Bellavista, que están más cerca.
Quienes residen y trabajan en esta ciudadela, de amplia actividad comercial por los restaurantes existentes, admiten estar cansados de la delincuencia y de la falta de agilidad en el accionar policial de la zona.
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Leer másHenry Carrascal, quien habita hace más de 30 años en el sector, cree que las respuestas de auxilio tardan en llegar más de lo que exige el protocolo, debido a que Miraflores no cuenta con una Unidad de Policía Comunitaria (UPC). “La ayuda la recibimos del circuito Martha de Roldós, al que pertenecemos, a pesar de que en Urdesa y Bellavista hay UPC que están más cercanos”, explica.
La Policía solo ronda la parte comercial de la ciudadela, pero deja indefensa las otras calles que se han convertido en presas de los delincuentes. El patrullaje debe ser en todos lados.
Aquello lo reitera Roberto Pazmiño, quien desde hace 40 años reside en el sector. Cuenta que en la ciudadela solo hay una Unidad Móvil de Policía, que recibe las quejas de los residentes. “Allí hay un policía que en caso de emergencia da la alerta para que vengan los uniformados desde la Martha de Roldós. Pero, cuando estos llegan, ya todo ha pasado. No nos sentimos protegidos”, agrega.
La justificación que los uniformados dan a la demora de su accionar es que sus circuitos son muy largos. Muchos vecinos se han salido de un chat por donde pedían auxilio.
Sin embargo, los uniformados aseguran que realizan patrullajes a diario y que la inseguridad poco a poco está disminuyendo. “Patrullamos a pie, en carro y moto. Nos estacionamos en algún lugar comercial y damos prioridad a los sitios donde hay mayor movimiento de personas”, indica el sargento Fernando Guillén, quien junto a otros dos policías recorrían la avenida principal de la ciudadela, la mañana del martes pasado.
Gerardo Dávila, quien vive hace 50 años en este sector, desmiente a los uniformados. Él se basa en los mensajes que a diario lee en un chat donde están incluidos varios moradores y la Policía. “Los vecinos envían llamados de auxilio y pocas veces reciben respuesta. Muchos han salido del chat que no sirve para nada”, enfatiza.
Varios propietarios de los restaurantes ubicados en la avenida principal de Miraflores se han unido para hacerle frente a la delincuencia que en más de una ocasión los ha golpeado.
Ellos están organizados dentro de un chat y mantienen contacto con la coordinación 8 de la Policía. También prevén colocar una sirena visible en la parte superior de cada letrero de los locales.
El peligro se centra en los exteriores de los colegios
Leer másPor el momento, han reunido dinero para entregar chalecos a los guardianes que se encargan de cuidar los vehículos de los comensales.
Miraflores ocupa cerca de 45 manzanas. Según sus habitantes, es una ciudadela pequeña que sí podría ser bien custodiada por la Policía.