No solo la inseguridad tiene insatisfechos a los maestros
Denuncian que el sistema de mejoramientos aumenta el trabajo docente y afecta el rendimiento educativo. Alertan recibir amenazas cuando sancionan
Ejercer el rol docente en los colegios ecuatorianos nunca ha sido fácil. A pocos meses de terminar el año lectivo, EXPRESO entrevistó a varios maestros de instituciones educativas privadas y fiscales que comparten un mismo sentir, cansancio e insatisfacción.
“Creo que la insatisfacción se relaciona con el aumento en las tensiones derivadas de la pandemia. Las normas educativas siguen siendo básicamente las mismas para una realidad distinta y eso desgasta ”, alega Luiggi Sáenz de Viteri, docente y psicólogo de una institución particular del Puerto Principal.
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Sáenz de Viteri, con más de diez años de experiencia, afirma que se ha sumado mucha carga administrativa con algunas regulaciones, quitando espacios y tiempo para poder centrarse de mejor manera en la gestión del aprendizaje. “Existen múltiples facilidades para estudiantes y representantes que quizás podrían regularse mejor”, sostiene.
Desde este año, una reforma al Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) eliminó las oportunidades adicionales de los estudiantes a exámenes remediales y de gracia, lo que fue plausible por muchos maestros.
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Leer másSin embargo, se agregó el artículo 36 a la misma ley, otorgando al estudiante el poder rendir nuevas evaluaciones formativas o sumativa en cualquier asignatura para mejorar calificaciones menores a 10, hasta un máximo de 6 oportunidades. Esto ha retrasado, para muchos docentes, el trabajo planificado y también ha aumentado el estrés, al realizar nuevas evaluaciones en cortos períodos de tiempo.
Carolina Drouet, docente de Lengua y Literatura, manifiesta que “cada estudiante puede acogerse a mejoramientos de cualquier actividad académica, lo que implica que los pedagogos rehagan una tarea, una evaluación sumativa y corrijan notas”.
“La carga de trabajo es muy fuerte. En una institución particular, un docente tiene que cumplir alrededor de 30 a 32 horas de clase, y el tiempo restante no es suficiente para cumplir con las labores administrativas, mucho menos cuando tenemos que cumplir con mejoramientos que son nuevas actividades que debemos desarrollar”, afirma.
Pienso que es correcto mantener la eliminación de los remediales y exámenes de gracia, pero los mejoramientos deberían ser solo 3 y, únicamente para evaluaciones cognitivas. Hay que ayudar a la labor docente.
El mismo sentimiento guarda Gina Macías, profesora de Lengua, Sociales y Matemáticas en un colegio privado de Guayaquil. “Los maestros estamos bastante insatisfechos, ya que el sistema educativo actual se llena de mucha burocracia y protocolos, en lugar de darle real valor y prioridad a desarrollar las habilidades de pensamiento, organización y de autocontrol”.
Nos vemos afectados y mucho, debido a que estamos obligados a emplear determinado currículo que todo el tiempo está cambiando, y debemos ajustarlo sobre la marcha. Sucede con las calificaciones y los constantes cambios que se hacen.
A esta realidad en los colegios fiscales se suma la violencia, las amenazas de muerte a docentes y administrativos, y la falta de atención a la infraestructura de las unidades educativas. Esta, una realidad que en un reportaje anterior fue detallada por el presidente de la Unión Nacional de Educador (UNE) del Guayas, quien exige acciones inmediatas al Gobierno para los docentes no ser más extorsionados o asesinados, como se ha registrado en las últimas semanas.
Mario Pacheco, docente de un colegio público en el Distrito 4, manifiesta que la labor pedagógica este año ha sido una de las más difíciles por el nivel de inseguridad ciudadano.
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“El sector donde doy clases es complejo, hemos tenido hasta alarmas de bomba. El desempeño del docente y del estudiante es bajo. Además, que existe un descontrol por falta de atención policial y militar al ingreso de los colegios. He escuchado que en colegios del Distrito 4 donde ingresan armas blancas y droga sin ningún control, y uno de los pedidos que hemos planteado a las autoridades es la visita de policías y militares”, alega.
El sector docente se ha visto afectado porque no ha evolucionado la infraestructura, hay instituciones educativas fiscales donde no hay control; donde toda la comunidad está vulnerable. Existe mucha inseguridad, de todo tipo.
Jéssica Murillo, docente de inglés de un colegio público del Distrito 6, comparte con este Diario documentos donde se corrobora amenazas de muerte por parte de los estudiantes a profesores y compañeros de clases. “Recientemente la inspectora del colegio donde trabajo fue amenazada por medio de mensajes de chat, los cuales decían que la iban a matar por una sanción que colocó a un estudiante de décimo año, por el robo de un celular. La inspectora tuvo que renunciar”.
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Leer másMurillo alega que las sanciones son mínimas para el estudiante, los cuales “siempre tienen las de ganar”. “Los distritos piden muchos documentos papelería para poder resolver los problemas. Prácticamente el docente pasa haciendo muchas actividades y no puede enseñar para lo que fue contratado todo esto con interrupciones constantes”, lamenta.
EXPRESO solicitó al Ministerio de Educación una entrevista para saber, entre otros temas, sí habrá cambios en el currículo para mejorar el rendimiento docente; sí atenderán la queja de los maestros por el artículo 36 de la LOEI, que aumenta el trabajo administrativo; y qué tipo de trabajo conjunto hará con la Policía Nacional o la Fuerza Militar; pero hasta el cierre de esta edición la entrevista no fue concedida.
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