Marcos Molina
Mercados. Durante el recorrido, el asambleísta Marcos Molina visitó los mercados para hablar con los clientes y vendedores para constatar si había o no roedores en los espacios.Miguel Canales Leon

La invasión que pone en riesgo a la ciudad llega a la Asamblea

El legislador Marcos Molina recorre los sitios infestados de roedores. Pedirá al Municipio y al MSP que comparezcan ante la Comisión de la Salud

Ver a roedores paseándose en las calles de Guayaquil es una escena familiar en cada invierno. Sin embargo, este año, como ha venido denunciando la ciudadanía, son más, miles de ratas más las que se observan fuera de las madrigueras, en los parques y los postes, incluso trepándose a los muros de las casas; y frente a ello, y en vista de que las acciones tomadas por el Municipio de Guayaquil y el Ministerio de Salud Pública (MSP) son “blandas o prácticamente nulas”, a decir de la comunidad, el tema llegó a la Asamblea.

zanja cata

Conviviendo entre la fetidez de la zanja y los roedores en la vía a Salitre

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Ayer, el legislador por la Izquierda Democrática, Marcos Molina, presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea, recorrió el norte del Puerto Principal, donde -alegó- está la mayor cantidad de ratas del total de 50 millones que existen en la urbe. “Informes realizados, cifras expuestas por el mismo Cabildo, han dado esa cifra. El problema está en que la ciudadanía alerta de cómo se pasean por los vecindarios, por todo el espacio público, sin que nada las detenga. Nos han llegado oficios, pedidos de auxilio. Veo basura, mucha basura, fundas abiertas, sumideros tapados, agua puerca regada... Hoy hemos venido nada más que a constatar el problema para dar el siguiente paso”, precisó Molina, quien levantará una queja en contra de las entidades públicas a cargo del tema, incluido el Ministerio del Ambiente, y las llamará a que comparezcan “de forma inmediata” ante la comisión.

“Necesitamos que cada representante nos diga, a detalle, qué acciones está tomando. No puede ser posible que tengamos 50 millones de roedores aquí. Por favor, qué es esto. Me hubiese gustado ver a los directores de la sanidad de Guayaquil. Se los invitó y no vinieron. Así cómo se resuelve esto”, se quejó.

Quejas. La comunidad exige campañas diarias y, a la par, control con los chamberos y quienes viven bajo los puentes o en la calle, donde hay una fetidez que se percibe a metros de distancia.

En Sauces, Guayacanes y Samanes, que son los sitios por los que la comitiva se desplazó, la ciudadanía indicó que es tal la sobrepoblación que han repletado de mallas sus viviendas para evitar el ingreso del roedor.

Lidia Girón, quien vive en Sauces 5, por ejemplo, ha tenido que colocar una red entre los barrotes y el muro de cemento que resguardan su hogar. Lo ha hecho también en las ventanas. “No basta con tener una reja de metal. Esa me resguarda de la seguridad, pero no de las ratas. Yo no soporto la situación. Y es que pasadas las 18:00, las ve en las veredas como si fuera este el bulevar 9 de Octubre...”, detalló.

Que la basura la boten a cualquier hora, que falte control y más aún que los recolectores te la retiren ‘al vuelo’ está agudizando el problema pero ya de una forma alarmante, que urge ser atendida.

Jorge Moya
guayaquileño
Marcos Molina
Molina dialogó con Lidia Girón, una de las residentes que ha tenido que colocar mallas en los exteriores de su domicilio para evitar que los roedores ingresen.Miguel Canales Leon
calles en mal estado

Las piedras se usan hasta para aminorar los huecos en las calles de Guayaquil

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Frente a esta situación, EXPRESO solicitó al Municipio y la Dirección de Salud de la Zona 8 el plan de acciones que están aplicando para resolver el problema; pero hasta el cierre de esta edición las respuestas no llegaron.

“Que ni citen a las campañas de desratización, porque esas dicen que las hacen, pero no sirven de nada. Guayaquil tiene un problema de insalubridad enorme, generado porque quienes recogen la basura, lo hacen al apuro, casi que ‘al vuelo’; porque no hay mantenimiento en los parques y todo da cabida a la formación de madrigueras; y porque la gente además irrespeta los horarios para sacar la basura. Las sanciones no se aplican y por eso a las ratas las tenemos ya como mascotas”, señaló Juliana López, habitante de Guayacanes, en el norte.

Para los habitantes, que los asambleístas den paso a fiscalizar las quejas del ciudadano es lo que “hace años debieron hacer los legisladores, y a la par tienen que hacer sí o sí los concejales, pero eso jamás pasa”.

En Sauces 5 prevalece la despreocupación de la Municipalidad. Acá hay ratas por doquier, que se pasean con pase libre. Es como si fuera la 9 de Octubre, van y vienen, una y otra vez.

Lidia Girón
ciudadana

“Me sorprende ver a un legislador por mi barrio. Molina nos ha dicho que su visita no responde a ninguna campaña política y espero que en realidad sea así. Son tantos los problemas que la Asamblea ha debido atender, pero ha mirado siempre hacia otro lado. Lo mismo pasa con los concejales. ¿Por qué no presionan para que haya un plan integral para acabar con esta y otras plagas? Estamos hartos de rogar por ayuda”, dijo el ciudadano Mauro Ledesma, quien exigió que las inspecciones se extiendan a los hospitales y restaurantes de la ciudad. “No sería la primera vez que la insalubridad está ahí presente, sin escarbar tanto”, agregó.

Marcos Molina
Espacio público. Fuera de los mercados, cerca de los puentes y en los parterres de los barrios del norte el escenario común fue el de la imagen: basura dispersa y fundas revueltasMiguel Canales Leon
Cables en poste

Cables enredados en postes y la insalubridad en el estero, algunas quejas ciudadanas

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Según Molina, esta sobrepoblación ha surgido como consecuencia de la falta de controles en la ciudad durante la pandemia.

“Fueron dos años en los que los contaminantes de este tipo pasaron a segundo orden, lo que complicó todo y desencadenó otros problemas. Guayaquil ya ha sufrido por las lagunas de oxidación, cuya fetidez ha salido a flote otra vez y por la que pedí informes en su momento a Interagua. Yo no estoy aquí por nada político, quiero dejarlo claro. Estoy aquí, como lo he repetido antes, porque nuestro deber es el de fiscalizar, sí lo es y lo estoy haciendo. El caso de los roedores es grave, gravísimo. Si no se actúa ahora y como se debe, toda esta gente que convive de una u otro forma con estos animales, irá a parar al hospital. Hay infecciones graves. No hay que tomarlo a la ligera”, precisó.